"Las vacaciones son un tiempo de descanso, pero no de descanso de Dios", se suele decir, pero ¿y si no hay una iglesia católica en el país al que vamos?
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Conocemos el tercer mandamiento de Dios: «Santificarás las
fiestas». También lo recogen los mandamientos de la Iglesia: «Oír misa entera
los domingos y
demás fiestas de precepto».
Todo católico a partir de los 7 años está obligado a asistir a
Misa, salvo que existan razones importantes
que lo eximan de ello: enfermedad o trabajo.
El Catecismo de la Iglesia Católica y el
Código de Derecho Canónico alientan a reservar tiempo para la oración
individual o familiar en ese día.
Parece que la presencia en un país donde es difícil encontrar una
iglesia católica no nos exime de esta obligación. Bueno, deber… ¿es este el
mejor enfoque para la misa dominical?
Si tratamos la participación en la misa -también durante las
vacaciones- solo como un deber y nuestra motivación para asistir a ella es el
miedo al castigo, entonces tenemos una mala imagen de Dios, un juez estricto
que quiere que cumplamos con las reglas.
Nuestra fe será más como el
cumplimiento de unas normas escritas que una relación con Dios, que es lo
que en
realidad es.
El punto de partida para pensar en la presencia o ausencia de misa
en un país donde es difícil encontrar una iglesia católica debe ser la actitud
correcta. Voy a la Eucaristía porque es un encuentro con Dios y con mis
hermanos y hermanas.
El primer paso que podemos dar para cuidar la misa dominical es verificar
si hay una iglesia en la ciudad donde estaremos.
Si se trata de un destino turístico y conocemos algunos idiomas
extranjeros, el asunto debería ser relativamente sencillo.
En muchas ciudades podemos encontrar iglesias con misa en nuestro
idioma.
A veces vale la pena preguntar a los lugareños.
Una pareja casada que conozco visitó una vez Estambul y pasó la
noche como parte de un couchsurfing con un musulmán. Resultó
ser un hombre muy agradable que les mostró muchos lugares inaccesibles para los
turistas comunes. Y cuando le preguntaron por la iglesia católica, no solo
la encontró, los llevó allí, sino que también los acompañó a misa.
Puede pasar que en la ciudad que visitemos no haya
católicos. Si es un país de cristianos orientales ortodoxos, podemos ir a su liturgia y recibir la
Sagrada Comunión. Compartimos la misma fe en cuanto a la
presencia de Jesús en la Eucaristía.
Si es un país protestante, podemos ir a los servicios de nuestros
hermanos y hermanas, pero lamentablemente no podemos comulgar en ellos.
Según la teología católica, no hay consagración durante sus
servicios. No hay sacramento del sacerdocio y la Eucaristía como nosotros
la entendemos.
¿No hay iglesias cristianas en el país en el que te encuentras? Puedes
ver la retransmisión de la misa on line.
Y si te falta el acceso a Internet, puedes leer la Palabra de
Dios, orar con tus propias palabras o rezar el rosario.
Gracias a esto, seguramente
santificarás ese día, es decir, darás espacio para encontrarte con el Dios
Santo.
Fuente: Aleteia Polaco