Participaron cerca de 2.000 jóvenes cristianos con la mirada puesta en que «el cristianismo no desaparezca de la región»
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Encuentro Juvenil en Ankawa. Foto: Archidiócesis Caldea de Erbil |
Venidos de 60 parroquias de siete archidiócesis distintas, los fieles se dedicaron a la celebración eucarística, a la meditación, al desarrollo de talleres, debates, catequesis y también a la diversión. Todo ello en un país con una mayoría aplastante de musulmanes. En torno al 96 % de la población practica el Islam.
El evento se pudo celebrar con el apoyo de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) en un lugar emblemático, como es Ankawa, donde se refugiaron más de 125.000 cristianos que sufrieron la persecución de Daesh (ISIS) después de que los extremistas se apoderaran de la llanura de Nínive en 2014.
En este sentido, el festival fue una oportunidad para alentar a las nuevas generaciones a no exiliarse y comprometerse con su comunidad. «Los jóvenes son nuestro futuro. Nuestra misión es darles esperanza y propósito en sus vidas en su tierra natal, alimentando su fe y brindándoles habilidades que los ayuden a superar los desafíos que enfrentan», explicó el arzobispo de Erbil, Bashar Warda, en conversación con ACN.
Por su parte, Yara Khorany —una de las jóvenes que participó en el EJA— aseguró que «la idea detrás de este tipo de eventos es mostrar que estamos aquí, somos una Iglesia viva y no queremos irnos». Y concluyó: «Ha habido un fuerte deseo de quedarse y apoyar a la Iglesia, para que el cristianismo no desaparezca de la región». «Queremos promover la paz. Queremos promover una cultura de convivencia con todas las demás religiones del país».
Fuente: Alfa y Omega