La etapa en el santuario se añadió al viaje de la JMJ porque Francisco quiere rezar de manera especial a María por el fin de la guerra en el corazón de la Europa cristiana y de todas las guerras
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El Papa Francisco rezando ante la Virgen en Fátima, 12 de mayo de 2017 |
La aparición portuguesa de 1917 está
especialmente vinculada a Rusia y a los Pontífices del siglo pasado
El Papa Francisco vuelve por segunda vez al
santuario de Nuestra Señora de Fátima, donde en mayo de 1917 tres niños
pastores -dos ya santos, la tercera en camino hacia los altares- recibieron un
mensaje de María sobre el futuro de la humanidad. La etapa de unas horas en
Fátima, a la que llegará en helicóptero el sábado 5 de agosto, se añadió en una
fase posterior, ya que la peregrinación papal inicialmente sólo incluía una
parada en Lisboa para la Jornada Mundial de la Juventud. Francisco ya había
viajado al famoso santuario mariano con motivo del centenario de las
apariciones para la canonización de los dos pequeños videntes Francisco y
Jacinta Marto en mayo de 2017. El hecho de que haya decidido acudir de nuevo a
los pies de la Virgen de Fátima es significativo, y las intenciones del
Pontífice están vinculadas a la tragedia de la guerra que afecta a la
"atormentada Ucrania" bombardeada por el ejército ruso, pero también
a las muchas guerras olvidadas que están en curso en el mundo.
Es un gesto, el del Obispo de Roma, que puede
relacionarse directamente con otro que realizó, poco más de un mes después del
estallido de la guerra, el de la consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado
Corazón de María, celebrada en San Pedro el 25
de marzo de 2022. La consagración de Rusia, de hecho, fue solicitada por la
aparición en el mensaje a los niños pastores de Fátima. Hace dieciséis meses,
Francisco había rezado así: "Nosotros hemos perdido la senda de la paz.
Hemos olvidado la lección de las tragedias del siglo pasado, el sacrificio de
millones de caídos en las guerras mundiales. Hemos desatendido los compromisos
asumidos como Comunidad de Naciones y estamos traicionando los sueños de paz de
los pueblos y las esperanzas de los jóvenes... Tú, estrella del mar, no
nos dejes naufragar en la tormenta de la guerra... Líbranos de la guerra,
preserva al mundo de la amenaza nuclear".
Fátima y la historia de los Papas
Las apariciones portuguesas están vinculadas a
la historia de los Papas del Novecientos y se entrelazan con sus biografías
personales. Benedicto XV, en plena Primera Guerra Mundial, decidió el 5 de mayo
de 1917 añadir la invocación "Reina de la Paz, ruega por nosotros" a
las tradicionales letanías lauretanas rezadas después del Rosario. Pocos días
después, el 13 de mayo, tuvo lugar la primera aparición de Nuestra Señora de
Fátima. Un acontecimiento que se produjo el mismo día en que, en la Capilla
Sixtina, el Papa consagró Obispo a Eugenio Pacelli, destinado a ser su segundo
sucesor. Convertido en Pío XII, el 31 de octubre de 1942, Pacelli consagró al Corazón
Inmaculado de María "a los pueblos separados por el error o la
discordia". Pablo VI, en mayo de 1967, fue el primer Papa que peregrinó a
Fátima, en un Portugal que aún vivía bajo el régimen del dictador Salazar, para
celebrar el 50 aniversario de las apariciones. Pocos días antes de partir, el
Papa Montini explicaba: "El motivo espiritual, que quiere dar a este viaje
su propio significado, es rezar, una vez más, y más humilde y vivamente, en
favor de la paz". Y en la homilía pronunciada
en Fátima afirmó: "Hombres, no piensen en proyectos de destrucción y de
muerte, de revolución... piensen en proyectos de consuelo común y de solidaria
colaboración. Hombres, piensen en la gravedad y en la grandeza de esta hora,
que puede ser decisiva para la historia de las generaciones presentes y
futuras". Pablo VI describía la gravedad de la situación histórica en
tonos nada tranquilizadores: por un lado "el gran arsenal de armas
terriblemente mortíferas" y un progreso moral que no va a la par con el
progreso científico y técnico, por otro el estado de pobreza e indigencia en
que se encuentra "gran parte de la humanidad". "Por
eso decimos que el mundo está en peligro. Por eso hemos venido a los pies de la
Reina para pedirle la paz, un don que sólo Dios puede dar…". Vean cómo el
cuadro del mundo y de sus destinos se presenta aquí inmenso y dramático".
La sangre del Papa Wojtyla y el mensaje de
Benedicto
Pero fue con Karol Wojtyla cuando la historia
de Fátima y el mensaje a los niños pastores mantenido en secreto hasta el año
2000 quedaron inextricablemente unidos a la vida de un Sucesor de Pedro. El 13
de mayo de 1981, a las 17.17 horas, en la plaza de San Pedro, Juan Pablo II
resultó gravemente herido en un atentado perpetrado por el terrorista turco Ali
Agca. El Pontífice polaco llegó casi desangrado y a punto de morir al
Policlínico Gemelli: consideró milagrosa su supervivencia y diecinueve años
después dio a conocer por fin la tercera parte del secreto de Fátima, donde se
describe a un "obispo vestido de blanco" que atraviesa una ciudad en
ruinas y es finalmente asesinado, atribuyéndose la visión a sí mismo. En su
largo pontificado, Wojtyla visitó el santuario portugués en tres ocasiones: en
1982, en 1991 y, por último, en el Gran Jubileo del año 2000. Su sucesor
Benedicto XVI también peregrinó a Fátima durante su visita a Portugal en 2010
y dijo:
" Se equivoca quien piensa que la misión profética de Fátima está
acabada ". En aquella ocasión, en el vuelo de ida, respondiendo a la
pregunta de un periodista, el Papa Ratzinger habló también de la crisis de los
abusos, diciendo: "La novedad que podemos descubrir hoy en este mensaje
reside en el hecho de que los ataques al Papa y a la Iglesia no sólo vienen de
fuera, sino que los sufrimientos de la Iglesia proceden precisamente de dentro
de la Iglesia, del pecado que hay en la Iglesia. También esto se ha sabido
siempre, pero hoy lo vemos de modo realmente tremendo: que la mayor persecución
de la Iglesia no procede de los enemigos externos, sino que nace del pecado en
la Iglesia y que la Iglesia, por tanto, tiene una profunda necesidad de volver
a aprender la penitencia”.
Andrea Tornielli
Vatican News