La Piedad popular cuando es genuina tiene como fuente la fe
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Procesión de Nuestra Señora Santa María de la Victoria |
“María Estrella de la Evangelización. La fuerza
evangelizadora de la Piedad popular”, es el título de la Carta Pastoral de los
Obispos del Sur de España, en la que ofrecen indicaciones que guían y purifican
la piedad popular, al tiempo que muestran su fuerza evangelizadora.
La Carta está firmada el 14 de junio de 2023,
coincidiendo con el 30º aniversario de la visita de San Juan Pablo II al
Santuario de Nuestra Señora del Rocío.
Coincidiendo con el 30º aniversario
del cuarto viaje apostólico de San Juan Pablo II a España, realizado del 12 al
17 de junio de 1993, los Obispos del Sur de España han publicado la Carta Pastoral “María Estrella de la Evangelización. La fuerza
evangelizadora de la Piedad popular”. Asimismo, los Obispos
españoles recuerdan que, en aquel viaje apostólico, el Papa San Juan Pablo II
visitó Sevilla para clausurar el XLV Congreso Eucarístico Internacional, y
Huelva, donde visitó el Santuario de Nuestra Señora de la Cinta y el Monasterio
de la Rábida y, como romero, peregrinó al santuario de Nuestra Señora del
Rocío.
Volver la
mirada a la “Estrella de la Evangelización”
En esos lugares marianos, San Juan
Pablo II llamó a María Santísima “Estrella de la Evangelización” y reclamó una
nueva evangelización, frente al secularismo y la descristianización que iban
creciendo en la sociedad. Pasados treinta años, los Obispos españoles constatan
que esos fenómenos de secularismo y descristianización afectan también
gravemente a realidades y expresiones vinculadas a la Piedad popular. Por ello,
con esta Carta pastoral, quieren de nuevo volver la mirada al hermoso
patrimonio eclesial de la Piedad popular a fin de ofrecer orientaciones que
ayuden a mostrar su fuerza evangelizadora y favorezcan su purificación, siempre
necesaria”.
La Piedad
popular cuando es genuina tiene como fuente la fe
La Carta pastoral inicia
presentando cómo se integra la Piedad popular en la vida del cristiano, que
cree, celebra, se compromete y ora desde la fe en Jesucristo y en comunión con
la Iglesia. “La Piedad popular, cuando es genuina – precisan los Obispos –
tiene como fuente la fe, vivida con autenticidad y coherencia: carece de
sentido profesar con los labios el Credo y vivir de manera contraría a la fe y
moral de la Iglesia”. Los Prelados también recuerdan la importancia de la
Liturgia, como la cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia. Así, se debe
dar preeminencia a la participación en la Misa dominical, al sacramento de la
Penitencia, a la oración litúrgica y al año litúrgico sobre cualquier
manifestación devocional. Igualmente, es importante, dicen, que las prácticas
devocionales no alteren las celebraciones litúrgicas.
La Piedad
popular es una escuela de compromiso cristiano
Los Obispos en su Carta también
señalan que, el compromiso nacido de la caridad es constitutivo de la vida
cristiana y que la promoción de la justicia, la preocupación por los más
necesitados o la defensa de la dignidad humana no son tareas opcionales para el
discípulo de Jesucristo. Así, una vida de fe que no se traduzca en obras
concretas de caridad no es auténtica. Por ello, la Piedad popular se presenta
como escuela de compromiso cristiano. También la oración es constitutiva del
cristiano y, por tanto, lo ha de ser en la Piedad popular, que nace de la
oración y conduce a ella. Así, las Hermandades están llamadas a ser talleres de
santidad.
Estar cerca de
las Hermandades y Cofradías
En la segunda parte de su Carta
pastoral, los Obispos recuerdan cómo en la última visita ad limina de
los Obispos españoles celebrada en enero de 2022, durante el encuentro con los
Obispos de Andalucía, Extremadura, Murcia e Islas Canarias, el Papa Francisco
les pidió expresamente estar cerca de las Hermandades y Cofradías, reconociendo
su aportación importantísima a la Piedad popular. Atendiendo a esa llamada, los
Obispos recorren los rasgos de la identidad católica de las Hermandades y su contribución
específica a la evangelización.
Participación
activa en la misión evangelizadora
Sobre la identidad católica de las
Hermandades, los Obispos recuerdan en la Carta cómo, aunque nacieron en el
siglo XI, hoy siguen manteniendo sus mismos fines, que son formación, culto y
acción caritativa. Sin embargo, la llamada de los últimos Papas a impulsar una
nueva etapa evangelizadora hace ver la necesidad de añadir un cuarto fin: la
participación activa en la misión evangelizadora de la Iglesia. Y sobre la tarea
evangelizadora de las Hermandades, recuerdan que, si la Iglesia existe para
evangelizar, las Hermandades que sean auténticamente eclesiales existirán
también para evangelizar. La primera preocupación de una Junta de gobierno no
ha de ser tanto el cuidado del patrimonio material cuanto llevar el Evangelio a
todos sus miembros.
Transmisión de
la fe
Otro aspecto importante que se
destaca en la Carta es la transmisión de la fe. Por ello, las Hermandades están
llamadas a ser escuelas de vida cristiana. Parroquias, movimientos y colegios
pueden encontrar en las Hermandades, cuando cuidan su identidad eclesial, un
entorno complementario de fe, donde desarrollar de manera completa los
itinerarios de iniciación cristiana. Es recomendable que, junto a las vocalías de
infancia y juventud, en las Juntas de gobierno de las Hermandades exista
también una vocalía de iniciación cristiana, que, de acuerdo con las
directrices diocesanas y de la propia parroquia, ofrezca los recursos para que
niños, jóvenes y adultos puedan completar su iniciación cristiana, catequética
y sacramentalmente.
Otra tarea que las Hermandades
pueden aportar en la misión evangelizadora es ser refugios de misericordia,
donde se ofrece el consuelo de la misericordia divina a tantas personas
heridas, pero también, como recuerda el Papa Francisco, saliendo al encuentro
de las heridas de nuestros contemporáneos y haciendo de la Iglesia un “hospital
de campaña”.
Llamados a
mantener encendida la llama de la esperanza
Finalmente,
dicen los Obispos en la Carta, las Hermandades contribuirán a la evangelización
si son portadoras de esperanza. Las Hermandades, a través de la devoción a sus
Titulares, están llamadas a dar testimonio de Cristo Resucitado mediante el
acompañamiento en el duelo y las prácticas de la Piedad popular que ayudan a
mantener encendida la llama de la esperanza. También se señala que, hay una
evangelización en las Hermandades que se realiza por el camino de la belleza,
con la veneración de las imágenes -sabiendo que no se veneran por ellas mismas,
sino por lo que representan- y las procesiones, que han de cuidarse para que
sean auténticas manifestaciones de fe.
Vatican News