¿Por qué?
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Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al
Señor. Que pases un feliz día.
El domingo pasado, las lluvias torrenciales
volvieron a hacer de las suyas. Nuestra procesión del Corpus Christi estuvo
genial, ya que la realizamos en el claustro, a cubierto. Sin embargo, la
procesión de la parroquia no tuvo la misma suerte. Comenzó con pleno sol, pero
cuando estaban a mitad de camino, tuvieron que refugiarse en los soportales que
están justo enfrente de nuestro monasterio.
Allí esperaron pacientemente mientras rezaban.
Era impresionante verlos, estaban tranquilos, pues iban con el Señor. Sin
embargo, el tiempo iba pasando y al ver que la lluvia no cesaba, tuvieron que
tomar una decisión: nuestra capilla sería la última parada de la procesión. Y
así fue. El sacerdote impartió la bendición con el Santísimo y luego lo
reservaron en nuestro sagrario.
Como seguía lloviendo, optaron por dejar aquí
todos los ornamentos que llevaban, desde los propios del sacerdote hasta la
custodia, así como el enorme palio (una especie de toldo sostenido por seis
varales) que cubría al Señor en la procesión. Este último estaba bastante mojado,
así que varias hermanas lo extendimos en el claustro para que se secara bien.
Era inevitable que nos surgiera pensar que el
Señor podría haber parado la lluvia para que la procesión pudiera culminar. Y
es verdad, Él tiene el poder para hacerlo si así lo hubiera querido. Sin
embargo, ayer comprendí algo más de esta historia.
Nuestra hermana más mayor, sor Puri, enseguida
se dio cuenta de que el palio estaba rasgado en muchas zonas de la seda...
¡aquello necesitaba un buen repaso!
Me hizo mucha gracia verla sentada
remendándolo, y fue entonces cuando descubrí lo bien que le vino al palio que
la procesión terminara aquí.
Al final, Cristo me mostraba que muchas veces
solo estamos viendo una parte de la historia, y es entonces cuando nos gustaría
meter prisa al Señor o incluso decirle qué sería lo mejor. Sin embargo, Él sabe
por qué permite las cosas. Suceda lo que suceda, Él puede sacar un bien de
todo. ¿Quién sabe lo que está ideando?
Nosotros solo necesitamos tener claro cuál es
nuestra parte: esperar con confianza, porque la victoria está en Él. Y en esa
espera, Él va actuando, va remendando, va tejiendo los hilos de nuestra
historia. Y de esto podemos estar seguros: Su Amor está por encima de las
circunstancias, es incondicional y Sus planes para ti son bendiciones que van a
llegar.
Hoy el reto del amor es esperar confiadamente
en el Señor. No dejes que los "por qué" te detengan, estás en las
manos de Alguien más fuerte y poderoso que todo y que sabe bien lo que quiere
hacer contigo. "No tengas miedo, solo ten Fe" (Mc 5, 36).
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
15 junio 2023
Fuente:
Dominicas de Lerma