Las acciones que se lleven a cabo en esta década tendrán repercusiones durante miles de años
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El Papa: es urgente combatir el despilfarro del medio ambiente |
El Pontífice recibe a los promotores de la
cuarta edición del Festival Verde y Azul que se celebrara en Milán del 19 al 20
de octubre de 2023 bajo el objetivo de promover una gran plataforma de
comunicación que sedimente y deje huella para inspirar y dar vida a soluciones
concretas sobre medio ambiente de cara a este siglo.
Con ocasión del Día Mundial del Medio Ambiente,
el Papa Francisco recibe a los promotores del Festival Verde y Azul. A ellos,
les ha recordado que han pasado más de cincuenta años desde que el 5 de junio
de 1972 se inauguró en Estocolmo la primera gran Conferencia de las Naciones
Unidas sobre el Ambiente Humano, la cual fue el arranque de diversas asambleas
que convocaron a la comunidad internacional para debatir sobre cómo la
humanidad está gestionando nuestra casa común. “Por eso el 5 de junio se ha
convertido en el Día Mundial del Medio Ambiente” ha asegurado el Papa.
Francisco reconoce que son muchas las cosas que
han cambiado en este medio siglo: “basta pensar en la llegada de las nuevas
tecnologías, el impacto de fenómenos transversales y globales como la pandemia,
la transformación de una sociedad cada vez más globalizada [que] nos hace
vecinos, pero no nos hace hermanos”. Y también ha cambiado el compromiso
con el medio ambiente: “Hemos asistido a una creciente sensibilidad por el
medio ambiente y el cuidado de la naturaleza – dice el Papa – madurando una
sincera y dolorosa preocupación por lo que le está sucediendo a nuestro
planeta". Por ello – asegura el Papa –: “Mientras que la humanidad del
periodo postindustrial será recordada quizá como una de las más irresponsables
de la historia, cabe esperar que la humanidad de principios del siglo XXI sea
recordada por haber asumido generosamente sus graves responsabilidades”.
Las acciones que se lleven a cabo en esta
década tendrán repercusiones durante miles de años
El Pontífice insiste en que, tal y como
confirman los expertos, “las opciones y acciones que se lleven a cabo en esta
década tendrán repercusiones durante miles de años”, pero continúa reconociendo
que se ha ampliado nuestro conocimiento sobre el impacto de nuestras acciones
en nuestra casa común y en quienes la habitan y la habitarán, y no solo,
“también ha aumentado nuestro sentido de la responsabilidad ante Dios, que nos
ha confiado el cuidado de la creación, ante nuestro prójimo y ante las
generaciones futuras”. Por tanto, se trata de un desafío "grande" y
“exigente” dice el Papa, “porque requiere un cambio de rumbo, un cambio
decisivo en el actual modelo de consumo y producción, infundido con demasiada
frecuencia en la cultura de la indiferencia y del despilfarro, despilfarro del
medio ambiente y despilfarro de las personas”.
En este sentido, Francisco ha revelado la
conversación que ha tenido con Christopher John Kempczinski, presidente de
McDonald's Corporation, a quien ha recibido esta mañana: “Me han dicho que han
tirado el plástico y que todo se hace con papel reciclable, todo... En el
Vaticano, el plástico está prohibido. Y conseguimos el 93%, me dijeron, sin
plástico”. “Estos son pasos, pasos reales que tenemos que dar para avanzar.
Pasos reales” ha expresado.
Por tanto, el Papa pide “acelerar este cambio
de rumbo” a favor de una cultura del cuidado – al igual que se curan a los
niños – dice – que sitúe la dignidad humana y el bien común en el centro.
"No robemos a las nuevas generaciones la esperanza en un futuro
mejor".
Necesitamos un cambio "urgente" e
“inaplazable”
Muchos científicos en el mundo lo indican
claramente: “el cambio de este modelo es "urgente" e “inaplazable”.
“Debemos consolidar el diálogo sobre cómo estamos construyendo el futuro del
planeta bien conscientes de que vivir la vocación de ser custodios de la obra
de Dios es parte esencial de una existencia virtuosa, no algo opcional ni
siquiera un aspecto secundario de nuestra experiencia vital” repite el Papa.
En este sentido, el Pontífice agradece las
tantas oportunidades e iniciativas para abordar seriamente este reto: desde las
pequeñas opciones cotidianas hasta las políticas locales, pasando por las
internacionales. “Una vez más, hay que recordar la importancia de una
cooperación responsable a todos los niveles. Necesitamos la contribución de
todos” asegura.
Un cambio que es cuestión de justicia y
solidaridad
Por último, el Papa explica que el fenómeno del
cambio climático nos recuerda con insistencia nuestras responsabilidades:
“afecta sobre todo a los más pobres y frágiles, a los que menos han contribuido
a su desarrollo” y recuerda que se trata de “una cuestión de justicia y después
de solidaridad”, de hecho, declara que el cambio climático “también nos
recuerda que debemos basar nuestra acción en la cooperación responsable de
todos” pues “nuestro mundo es ahora demasiado interdependiente y no puede
permitirse el lujo de estar dividido en bloques de países que promueven sus
propios intereses de forma aislada o insostenible”.
Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano
Vatican News