“Benedicto XVI permanecerá en nuestros recuerdos y en nuestros corazones”, afirmó la hermana mayor del rey Felipe
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La infanta Elena asiste en la Nunciatura a la entrega de un premio a Benedicto XVI. Dominio público |
Un
acto en el que el Nuncio de Su Santidad en España, monseñor
Bernardito Cleopas Auza, estuvo acompañado en la mesa
presidencial por la Infanta Elena de Borbón y
por el embajador de España, Eduardo de LaIglesia, marqués de Villafranca del
Ebro, Presidente del Patronato de la Academia de la Diplomacia del Reino de
España.
Cardenales Rouco, Osoro, Bocos y Cipriani
Ciento
diecisiete personas, entre las que se encontraban los cardenales Rouco, Osoro,
Bocos y Cipriani, los obispos auxiliares de Madrid y Getafe, Cobo, Vidal y
Avendaño, un número no menor de embajadores, diplomáticos y personalidades del
mundo de la Iglesia, la sociedad y de la cultura, asistieron a una entrega de
un galardón que contó con una sentida Laudatio a Benedicto XVI por parte del Letrado
Mayor del Consejo de Estado, Alfredo Dagnino Guerra.
En
su intervención, Alfredo Dagnino, después de hacer un sucinto repaso de los
datos más importantes de la biografía de Benedicto XVI, destacó que “en
coherencia intelectual y existencial admirable con toda su trayectoria
académica y pastoral, Joseph Ratzinger / Benedicto XVI no se arredró nunca ante
las grandes retos y desafíos que suscitaba el debate intelectual, cultural y
político de nuestro tiempo”.
aicismo esencialmente ideológico
Benedicto XVI
propuso al hombre contemporáneo “redescubrir a Dios en la vida del hombre, como fuente
del bien, la verdad y la belleza. Y a vivir como si Dios existiere”.
Benedicto
XVI nos alertó, - siguió diciendo el que fuera presidente de la Asociación
Católica de Propagandistas- “sobre el desarrollo alarmante del laicismo en
la sociedad, un laicismo esencialmente ideológico, que deslegitima la presencia
de la religión y especialmente de la fe cristiana en la vida pública, como
contraria a la razón, a la libertad y a la democracia, postulando su reclusión
a una dimensión puramente intimista o privada”.
Alfredo
Dagnino concluyó su intervención señalando que Benedicto XVI nos recordó que
“hay principios fundamentales que no pueden someterse a la decisión cambiante
de las mayorías sociales, políticas o parlamentarias, porque no son negociables
porque están indisolublemente ligados a la naturaleza y a la dignidad innata e
inviolable de la persona humana y, por tanto, forman parte del patrimonio ético
de toda la Humanidad”.
Acto clausurado por la Infanta
Elena
El
acto fue clausurado con la intervención de la Infanta Elena que se refirió “al
recuerdo de un gran pontífice e intelectual que perdurará para siempre en el
corazón de muchas personas, creyentes y no creyentes. Benedicto XVI permanecerá
en nuestros recuerdos y en nuestros corazones”.
Fuente:
Religión Confidencial