Aunque la Sábana Santa de Turín (Italia) es el objeto conservado hasta nuestros días más importante de los relacionados con Jesús, España también alberga entre sus tesoros tres importantes reliquias relacionadas con la Pasión de Cristo
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Reliquia del Lignum Crucis (izq.), Santo Sudario (centro) Santo Cáliz (der.). Foto: Wikipedia Dominio Público. |
En la Catedral de Valencia se custodia el Santo Cáliz o Santo
Grial; el Santo Sudario se puede venerar en la Cámara Santa de la Catedral de
Oviedo; y en el monasterio de Santo Toribio de Liébana se encuentra el Lignum
Crucis, pedazo de madera de la Cruz del Señor.
Estas reliquias han sido estudiadas en profundidad y permiten a
los fieles católicos aproximarse de una forma más consciente a los misterios de
la Pasión de Cristo.
El Santo Cáliz de la Última Cena
Según la tradición, la copa que Jesús utilizó durante la Última
Cena, el Santo Cáliz o Santo Grial, es el objeto sagrado que se conserva en la
Catedral de Valencia.
Este vaso sagrado está formado por una copa de cristal de ágata,
una base y unas asas. Lo que se sabe es que solo el vaso de cristal de ágata
habría sido utilizado por Jesús. La base y las asas con las piedras preciosas
fueron insertadas durante la época medieval.
Según el P. Jaime Sancho, custodio del Santo Cáliz en la Catedral
de Valencia, el estudio más completo de este objeto se hizo en 1960 y demostró
que existe un altísimo número de pruebas que confirman la autenticidad de esta
reliquia.
“Ningún estudio arqueológico posterior ha desmentido esta
investigación. Es el único cáliz que ha resistido la crítica y la investigación
histórica”, aseguró el P. Sancho en una entrevista concedida a ACI Prensa en
julio de 2016.
“Cuando uno mira esta reliquia, descubre el amor de Dios en la
Eucaristía, y eso es lo que convierte”, aseguró el sacerdote. Precisó, además,
que durante sus años como custodio del Santo Cáliz ha visto llorar “a muchas
personas” al contemplar esta reliquia “y darse cuenta de cuánto nos ama Dios.
Cuánto Dios me está esperando y me espera en las cosas más sencillas y más
pequeñas”.
El Santo Cáliz ha tenido una relación muy especial con los Papas.
De hecho, cuatro Pontífices han estado relacionados con él: San Juan XXIII
concedió indulgencia plenaria en la fiesta del Santo Cáliz que se celebra el 30
de octubre; San Juan Pablo II lo veneró en la Catedral de Valencia y consagró
con él durante su visita a España en 1982.
Benedicto XVI lo utilizó durante la Misa del V Encuentro de las
Familias que tuvo lugar en Valencia en el año 2006 y el Papa Francisco concedió
la celebración del Año Santo del Cáliz que comenzó el 29 de octubre de 2015 y
se clausuró en noviembre de 2016, unido al Año de la Misericordia. El Año
Jubilar del Santo Cáliz se celebrará periódicamente cada cinco años.
La capilla del Santo Cáliz puede visitarse de manera virtual AQUÍ.
El Santo Sudario de Oviedo
Según la tradición, el sudario que cubrió la cara de Jesús se
guarda en la Catedral de Oviedo y se expone al público sólo tres veces al año:
el Viernes Santo; el 14 de septiembre, día de la Santa Cruz; y el 21 de
septiembre, fiesta de San Mateo Apóstol, patrón de la ciudad española.
Los Apóstoles veneraron en Jerusalén las reliquias de la Pasión,
entre ellas el Sudario, durante los primeros años del cristianismo. Con la
invasión de los persas en el siglo VII se trasladaron para ponerlas a salvo y
el Sudario llegó a España.
Jorge Manuel Rodríguez Almenar, presidente del Centro Español de
Sindonología, ha explicado en numerosas ocasiones cómo los estudios constatan
que todos los elementos del rostro del Sudario de Oviedo encajan con los
de la Sábana Santa o Síndone de Turín.
El último de estos estudios lo realizó la Universidad Católica de
Murcia en España, que concluyó que ambas telas envolvieron a la misma persona.
También se precisó que el hombre de la Sábana Santa y el del Santo Sudario
sufrieron la misma herida en el costado; algo que concuerda con el Evangelio de
San Juan, en donde se lee: “Cuando llegaron a Jesús, como vieron que ya estaba
muerto, no le quebraron las piernas; pero uno de los soldados le traspasó el
costado con una lanza, y al momento salió sangre y agua”.
Lignum Crucis: Una reliquia de la Cruz de Cristo
El monasterio franciscano de Santo Toribio de Liébana, en
Cantabria, guarda desde hace más de 1200 años una gran parte de la Cruz de
Jesús.
A esta reliquia se la conoce por su nombre en latín “Lignum Crucis”,
que significa leño o madera de la Cruz. Este objeto sagrado corresponde al
madero horizontal izquierdo.
Santa Helena, madre del emperador Constantino, decidió conservar
las reliquias de la Pasión del Señor. Una de ellas fue la Cruz, que llegó a
España en el siglo XVI, con los restos de Santo Toribio, que había sido
custodio de los lugares santos en Jerusalén.
En 1958 se realizaron algunas pruebas para comprobar su
autenticidad y “confirmaron que la madera es de un árbol que hay en Tierra
Santa y que tiene una edad superior a los 2000 años”, aseguró a ACI Prensa el
P. Juan Manuel Núñez, superior del convento de Santo Toribio de Liébana.
Además, el ADN de la reliquia coincide con el de otros trozos de
la cruz más pequeños que se conserva en distintas partes del mundo.
“La mayor prueba de veracidad del Lignum Crucis son todas las
conversiones que se dan en el sacramento de la Confesión en el monasterio”,
afirma el sacerdote.
Según el P. Núñez, el Lignum Crucis habla “con un
lenguaje callado, del amor de Dios que se regala a todos los corazones de los
hombres. Un amor que quedó para siempre plasmado en la Cruz y que dice a todos:
‘Aunque no sepáis leerlo, aquí dice cuánto y cómo os quiero’”.
Desde el siglo XVI se celebra el Año Jubilar Lebaniego. Este año
santo tiene lugar cada vez que el 16 de abril (festividad de Santo Toribio)
coincide con un domingo. El último Año Jubilar Lebaniego comenzó el 23 de abril
de 2017, ya que el 16 de abril coincidía con el Domingo de Resurrección, y
finalizó el 22 de abril de 2018. El próximo Año Santo Lebaniego se inaugura el
próximo 16 de abril de 2023.
Por Blanca Ruíz
Fuente: ACI Prensa