Líquido que cura
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Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al
Señor. Que pases un feliz día.
El otro día me quemé con aceite muy caliente.
Aparentemente, no era nada, pero, al día siguiente, me salió una buena ampolla
en el dedo.
La tentación fue luchar contra ella: pincharla
y sacar el líquido, pues era molesta. Pero me decían que no la tocase, que
dejase que cure sola.
Y es que el líquido se genera como un mecanismo
de defensa de la piel y está formado por sustancias que combaten contra las
bacterias y agentes externos que puedan hacernos empeorar.
Y yo… queriendo quitarlo. En la oración, ahora
ya con el dedo casi curado, le decía al Señor con cuántas cosas nos quemamos a
lo largo de la vida y tenemos la tentación de quitárnoslo de mil maneras:
pincharlo, olvidando, mirando para otro lado… pero todo esto no hace que
desaparezca.
Cristo tiene una respuesta ante esas ampollas
que no entiendes y no puedes cambiar: “Espera en mí”. Es Él el que te protege,
es ese líquido que te restaura y lucha por ti cuando tú no puedes.
Cristo está a tu lado ante lo que estás
viviendo; solo necesita que le dejes permanecer en ello, que le dejes estar
para poder actuar, protegerte, sanar y reconstruir.
Si dejas que Cristo permanezca, en un tiempo
podrás mirar hacia atrás y descubrirás que, aunque te hayan costado tener
paciencia o los momentos de incertidumbre, con Él todo ha sido diferente y
podrás ver que Él te ha curado concediéndote el perdón, la paz que necesitas,
poder caminar a pesar de todo…
Hoy el reto del amor es que dejes que Cristo
proteja tu corazón. Déjale entrar en lo que te ha quemado y que sea el que te
proteja y defienda. Confía en Él.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
26 abril 2023
Fuente:
Dominicas de Lerma