¿Cuál es el tuyo?
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al
Señor. Que pases un feliz día.
Ayer me tocó embalar una de las imágenes de la
Virgen Cor Orans para unos sacerdotes que iban a pasar a por ella.
Una hermana y yo nos estuvimos riendo,
recordando cómo ha cambiado esto del embalaje. Todavía recibimos paquetes de
monjas. Son inconfundibles porque, para aprovechar las cajas serigrafiadas que
les llegan, pues le dan la vuelta al cartón y así ya no se ve por fuera. Pero
entre nosotras mismas, a veces, con un cartón, ¡lo que se puede llegar a hacer!
Tenemos una hermana que hasta es capaz de pasarse el tiempo que haga falta
recomponiendo un paquete para que el contenido vaya bien protegido y no se
rompa en el trayecto.
Y hasta recordamos cómo algunas hermanas
todavía tienen “la tentación” (y a veces caen en ella) de utilizar la cuerda de
esparto para darle vueltas a la caja. Como digo, el paquete parece sacado de
una película de Paco Martínez Soria.
La cuestión es que hoy en día se valora tanto
la presentación como el contenido. No se puede comparar, evidentemente, pero,
como su propio nombre indica, es una presentación de lo que guarda dentro. Por
ello es tan importante cuidar ese detalle, porque le da una dignidad especial.
La verdad es que a las monjas aún nos queda un
poco de tiempo para asimilar bien esto, pero me hizo gracia la comparación.
Porque realmente es lo que sucede en nuestro quehacer diario. Nuestra forma de
estar, nuestra mirada, nuestra sonrisa… ese es “nuestro embalaje”, que habla de
lo que guardamos dentro.
A veces nos volvemos tan reservados que
terminamos por cerrarnos demasiado a los demás; otras, en cambio, cuidamos
mucho las apariencias, descuidando lo que realmente es importante. Él nos
quiere naturales, que realmente transparentemos lo que somos, dejando que Su
Amor pueda extenderse como una mecha desde nosotros hacia los demás.
No se trata de “guardar las formas” ni de
aparentar nada, todo lo contrario, Cristo quiere que seamos lo que somos. Pues
la presentación no puede ser apariencia de algo irreal. Si no, al abrir el
paquete, se sentirían engañados. La presentación es un reflejo de lo que
contiene.
Hoy el reto del amor es mirar qué embalaje
cubre tu vida. Nosotros llevamos dentro el mayor Regalo, Él habla por sí solo,
pero sí: se sirve de nuestra transparencia para llegar hasta los demás. Deja
que tu vida hable de lo que te llena por dentro.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
29 abril 2023
Fuente:
Dominicas de Lerma