Sor Raffaella Petrini, la religiosa de más rango en el Vaticano, reflexionó acerca del papel de la mujer para el futuro de la Iglesia y de su aportación debido a sus dones innatos, entre ellos el cuidado de los demás.
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Sor Raffaella Petrini. Crédito: Daniel Ibáñez/ACI Prensa |
En
el marco del Día Internacional de la Mujer, la religiosa impartió el pasado 8
de marzo una conferencia en la Universidad de la Santa Cruz de Roma, donde
habló del protagonismo de las mujeres para el futuro de la Iglesia.
Según explicó la religiosa, “las mujeres que ocupan
altos cargos, dentro y fuera de la Iglesia, están llamadas hoy a ejercer su libertad para
llevar a cabo las tareas que el Papa Francisco atribuye a todo líder: cuidar de
los frágiles y volver a poner la dignidad de la persona en el centro de cada
decisión”.
¿Competición o solidaridad?
Para
la hermana Raffaella, el dilema del liderazgo propone, según explica el
filósofo polaco Zygmunt Bauman, “una elección fundamental que tanto el hombre
como la mujer deben hacer: la elección entre competición o solidaridad”.
En el curso de los últimos pontificados, en
particular con el Papa Francisco, la hermana destacó que “se ha
ofrecido a la mujer la oportunidad de expresar más concretamente la libertad”.
Para
comprenderlo, la hermana Rafaella propuso “tres dimensiones” orientativas,
según su experiencia dentro del "Governatorato" del Vaticano.
En
primer lugar, destacó la conciencia de la diversidad: “Las
mujeres no somos mejores ni peores que los hombres. Somos
distintos, e incluso complementarios”.
“La
mujer representa, de hecho, dones innatos legados a su capacidad estructural de
cuidar al otro, unida a su capacidad de realizar la maternidad, acogimiento de
la vida nueva. También al cambio y a la transformación, a la protección de la
vulnerabilidad, al sacrificio y a la relación con la otredad”, señaló.
En
esta línea, indicó que la mujer puede, gracias a su capacidad de cuidar a las
personas, “ofrecer una contribución esencial a la promoción de un clima de
serenidad y de respeto recíproco”.
Además,
defendió que la eficacia del funcionamiento de cualquier sistema organizativo
“no puede ser valorado sólo sobre la base del crecimiento cuantitativo y de
resultados, sino sobre todo en cuanto a la virtud de su desarrollo, que implica
la transformación de la estructura y el mejoramiento de la calidad de vida de
las personas”.
Por otro lado, destacó la importancia del sentido de
comunidad dentro de cualquier institución y “de conciencia de una común fragilidad que
requiere sustentación”.
En
este sentido, la religiosa subrayó que se debe promover “la visión del trabajo
vivida como una vocación” y aclaró que, aunque el cuidado no sea algo exclusivo
de las mujeres, “es una actitud alternativa que completa la orientación
tradicionalmente masculina hacia la justicia”.
La
hermana Petrini aseguró, además, que las mujeres pueden brindar una gran
contribución, no sólo en el mejoramiento de la eficiencia necesaria en todas
las organizaciones, sino también para lograr la llamada “amistad
social”.
Breve biografía
Sor Raffaella
Petrini nació en Roma el 15 de enero de 1969. Pertenece a la Congregación de
las Hermanas Franciscanas de la Eucaristía (FSE). Estudió la licenciatura en
Ciencias Políticas en la Libera Università Internazionale degli Studi Guido
Carli y el doctorado en la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino
(el Angelicum), en donde actualmente es docente.
Desde 2005 fue
oficial de la Congregación para la Evangelización, cargo que desempeñó hasta el
momento de su nombramiento como secretaria general de la Gobernación del Estado
de la Ciudad del Vaticano, en noviembre de 2021.
Fuente:
ACI
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