El Pontífice recibe en la Sala Clementina a los participantes en la Convención del Servicio para la Promoción del Apoyo Económico a la Iglesia Católica de la Conferencia Episcopal Italiana y les recuerda cuales deben ser sus pilares fundamentales
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“Aportáis la
riqueza de vuestras Iglesias y la responsabilidad de un servicio que postra sus
raíces en la primera comunidad cristiana”. Con estas palabras, esta mañana
Francisco ha recibido en audiencia a los participantes en la Convención del
Servicio para la Promoción del Apoyo Económico a la Iglesia Católica,
procedentes de los distintos territorios de Italia. A ellos, el Papa les ha
dicho que “la fe en Cristo se traduce en vida y en opciones concretas” y les
recuerda como la comunidad apostólica comienza a transformar el mundo a partir
del nuevo estilo de vida basado en el Evangelio: “Todos participan, según sus
talentos y también con sus bienes, en esta "revolución evangélica",
que hace visible a todos el amor enseñado y entregado por Jesús”.
Desde entonces,
las condiciones históricas de la humanidad “han cambiado mucho” – dice el Papa
– “pero esta dinámica, gracias a Dios, sigue presente e incisiva en la vida de
la Iglesia y, a través de ella, en la sociedad”. De hecho – insiste – “ha
inspirado el actual sistema de apoyo económico a la Iglesia en Italia, que
ustedes llaman Sovvenire y que puede resumirse en dos palabras:
corresponsabilidad y participación”.
Corresponsabilidad
Para el Papa,
ser miembros del Cuerpo de Cristo nos une indisolublemente al Señor y, al mismo
tiempo, a los demás. Francisco recuerda que, en la Iglesia, “nadie debe ser un
mero espectador o, peor aún, estar al margen” ¡no! sino que “todos deben
sentirse parte activa de una gran familia”.
“La
corresponsabilidad es lo contrario de la indiferencia, así como del
"sálvese quien pueda"; es el antídoto contra toda forma de
discriminación, contra la tendencia a querer sobresalir a toda costa, a mirar
sólo por uno mismo y no por los que nos rodean” continúa y hace hincapié en que
“los cristianos se apoyan mutuamente, los que son más fuertes apoyan a los más
débiles” o al menos “debería de ser así” dice y esto significa “amar, ser
comunidad y compartir lo que se tiene, incluso los bienes materiales y el
dinero, para que a nadie le falte el justo sustento”.
“La indiferencia creo que es la
enfermedad más fea que podemos tener”
“He mencionado
de pasada la palabra "indiferencia". Creo que es la enfermedad más
fea que podemos tener: volvernos indiferentes, asépticos ante los problemas de
los demás, como aquellos dos clérigos que pasaron de largo ante el pobre hombre
herido por los ladrones”. Francisco ha recordado a los participantes de la CEI
que la indiferencia es eso: “mirar pero no ver y no querer ver”.
Participación
Después el Papa
explica el segundo termino: “participación”, es decir, “implicación”. “Como he
dicho en otras ocasiones, no se puede "balconear", quedarse en la
ventana y ver pasar la vida. Hay que tomar la iniciativa, arriesgarse, caminar,
encontrarse. Sólo así pueden crecer comunidades con rostro de madre y estilo de
fraternidad efectiva, donde todos tengan "un solo corazón y una sola
alma" y todo sea común entre ellos” asegura el Papa.
“No hay cristianos "A" y
"B", todos somos hijos del único Padre, hermanos y hermanase”
El Papa lo dice
claro: “En la Revelación de Jesús no hay cristianos "A" y
"B", todos somos hijos del único Padre, hermanos y hermanas” y pide
mirar “el proceso sinodal que está en camino, el cual está poniendo de
manifiesto esta conciencia generalizada y necesaria de dejar de lado ciertos
modelos equivocados que tienden a dividir nuestras comunidades”. Francisco
también pide mirar a la Iglesia de los orígenes y evangelizar juntos y con alegría,
pues “sólo juntos, en la armonía de la diversidad, podemos dar testimonio de la
belleza del amor que libera, que se da, que permite salir de las dinámicas
negativas del egoísmo, de los conflictos y de las oposiciones”.
Comunión
Francisco añade
una tercera palabra: comunión. “La corresponsabilidad y la participación
construyen y sostienen la comunión; a su vez, ésta motiva e impulsa a
participar y a ser corresponsable” explica y les recuerda que precisamente esto
lo están experimentando en estos dos primeros años del Camino sinodal dedicado
a la escucha. “Si falta la comunión, se pierde la motivación y se alimenta la
burocracia” agrega.
Por tanto, el Papa recuerda a los participantes de la CEI que sus pilares son: “corresponsabilidad, comunión y participación” y explica que no de forma casual recuerdan las palabras clave del Señor: “comunión, participación, misión”. “El término "misión” nos recuerda que todo en la Iglesia es para la misión; incluso vuestro servicio, incluso el Sovvenire, es para apoyar a las comunidades misioneras”.
Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano
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