Fuera de control
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Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al
Señor. Que pases un feliz día.
Para hacer las montañas del Belén, estoy
utilizando espuma de poliuretano. Nunca había trabajado con ello. El primer día
que la utilicé, seguí las instrucciones que me habían dado en cuanto a los
pasos que había que seguir: echar jabón como desmoldante sobre una superficie
rugosa, ponerme guantes, pulverizar con agua, dar forma, agitar el bote,
ponerlo boca abajo…
¡Parecía fácil! Empecé a hacerlo y… Eché jabón
y la espuma resbaló de la roca que debía darle textura; me puse guantes, pero
al tocar se me creó una masa pegajosa que terminó impregnando todo lo que
tocaba; agité el bote, lo puse boca abajo y salió, pero no calculé la presión.
Y… se me olvidó pulverizar con agua. Resultado: se me fue de control, la espuma
se hinchó tanto en algunos sitios que se generaron montañas nuevas y la
limpieza de todo me llevó más tiempo que hacer las montañas.
Llegué a la oración y entendí que me faltó
entender el material. Sabía qué había que hacer, pero no cómo funcionaba, qué
necesitaba. Volví al día siguiente con los productos preparados, esperé más
tiempo, cuidé cada paso, la presión… Y pude comprobar que así no se me pegaba,
cogía la forma que necesitaba. Disfruté y entendí que es importante vivir desde
el “tú”.
Muchas veces nos acercamos a los demás
queriendo que cojan una forma, que entiendan, que hagan… Vamos a ellos y
echamos la espuma sin mirar qué están viviendo, qué perciben, qué pueden
necesitar, y se nos va todo de control pudiendo echar más presión de la
necesaria o siendo precipitados.
Me di cuenta de que la clave está en dar con
qué necesita la otra persona, y para ello hay descubrirla, ver en ella un tú, y
juntos poder hacer las “montañas del Belén” sabiendo esperar y procurando
entender qué necesita de ti para poder dar lo mejor de sí.
Jesús nos lo muestra en estos días que llegan:
siendo Dios se hace un “tú” pobre, pequeño, necesitado… se hace debilidad para
abrazar la tuya. De hecho, miraba mi vida y me conmueve cómo va haciendo cosas
maravillosas, pero… cada cosa a su tiempo. Siempre me espera, siempre con
calma, con delicadeza, con ternura y Amor.
Hoy el reto del Amor es que dejes que Cristo se
acerque a ti, entre en tu vida para darle forma y, desde tu debilidad amada,
acércate a esa persona que te cuesta por su debilidad, abriendo tu corazón a descubrir
qué está viviendo y qué necesita de ti.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
17 diciembre 2022
Fuente:
Dominicas de Lerma