Aprendiendo a confiar
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Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al
Señor. Que pases un feliz día.
Ayer, la hermana que tengo detrás de mí en la
oración me dijo: “¿De dónde has sacado ese velo?”. La verdad es que no entendía
a qué se refería, pero otra me lo aclaró: “Es que parece un acordeón de lo
arrugado que está”.
Me entró la risa, y les expliqué que este velo
no me gusta mucho y no lo suelo usar. Pero, claro, cuando no tengo otro, tiro
del fondo del armario y me lo pongo. Así que, claro, normal que estuviera
arrugado.
La conversación quedó ahí, pero la cuestión es
que, como yo no me lo veo por detrás, pues se me olvidaba plancharlo. Hasta que
una hermana me lo pidió para planchármelo y la cosa ya quedó solucionada.
Me hizo mucha gracia lo que me sucedió porque
en verdad el Señor me mostró una vez más cuánto necesito a los hermanos.
Nosotros no nos vemos a nosotros mismos, son los demás los que ven todos
nuestros prismas y nos conocen más de lo que nos imaginamos.
Y recordé esa palabra que nos dice “si no amas
a tu hermano a quien ves, ¿cómo vas a amar a Dios a quien no ves?” (1 Jn 4,
20). En un momento dado de mi vida, el Señor me regaló entender que esto mismo
sucede con la confianza, con la entrega, con la paz…
Necesito aprender a confiar en los hermanos que
veo y que cada día se manifiestan en mi vida porque, si no confío en los demás,
me será imposible confiar en el Señor. O cuando me entrego a los demás, en
realidad es al Señor a quien me entrego, pero decir que se lo doy todo al Señor
y no darme a los demás, termina por ser un autoengaño…
Y, poco a poco, voy descubriendo que así le
gusta a Él. Que el Señor, a lo largo de la historia de la salvación, se ha
valido de personas, de instrumentos humanos para darse a conocer, para
manifestarse, para abrirse camino.
Hoy el reto del amor es confiar en el hermano.
Esa persona que Él pone a tu lado no está ahí por casualidad. No es así su
forma de ser porque sí, sino que, si confías y crees que el Señor está detrás
de todo, descubrirás que todo en verdad te sirve para el bien.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
21 diciembre 2022
Fuente:
Dominicas de Lerma