Capítulo 4: DE LA PRUDENCIA EN LAS ACCIONES
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Dominio público |
2. Gran sabiduría es no ser el hombre inconsiderado en lo que ha de hacer,
ni porfiado en su propio sentir. A esta sabiduría también pertenece no creer a
cualesquiera palabras de hombres, ni decir luego a los otros lo que oye o cree.
Toma consejo del hombre sabio y de buena conciencia; y apetece más ser enseñado
de otro mejor, que seguir tu parecer. La buena vida hace al hombre sabio, según
Dios, y experimentado en muchas cosas. Cuanto alguno fuere más humilde en sí y
más sujeto a Dios, tanto sera más sabio y sosegado en todo.
Capítulo
5: DE LA LECCION DE LAS SANTAS ESCRITURAS
1. En las Santas Escrituras se debe buscar la verdad, no la elocuencia.
Toda la Escritura santa se debe leer con el espíritu que se hizo. Más debemos
buscar el provecho en la Escritura que no la sutileza de palabras. De tan buena
gana debemos leer los libros sencillos y devotos como los sublimes y profundos.
No te mueva la autoridad del que escribe si es de pequeña o grande ciencia; mas
convídete a leer el amor de la pura verdad. No mires quién lo ha dicho, mas
atiende qué tal es lo que se dijo. Los hombres pasan; mas la verdad del Señor
permanece para siempre (Salmo ll6, 2).
2. De diversas maneras nos habla Dios sin acepción de personas. Nuestra
curiosidad nos impide muchas veces el provecho que se saca en leer las
escrituras, cuando queremos entender y escudriñar lo que llanamente se debía
pasar. Si quieres aprovechar, lee con humildad fiel y sencillamente, y nunca
desees nombre de letrado. Pregunta de buena voluntad y oye callado las palabras
de los Santos; y no te desagraden las sentencias de los viejos, porque no las
dice) sin causa.
Fuente: Catholic.net