Miles de personas asistieron este viernes al Rosario que se rezó en la Plaza de la Virgen de los Desamparados de Valencia.
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Rosario en la Plaza de la Virgen de los Desamparados de Valencia. Dominio publico |
Esta
convocatoria tenía una causa expresa, que es la reciente aprobación, tanto a
nivel nacional como regional, de leyes y disposiciones que fomentan la cultura de la muerte y
destruyen la libertad de
enseñanza.
Bajo
la presidencia del cardenal Antonio
Cañizares, de quien Francisco aceptó este lunes la renuncia por edad, estuvieron presentes los
seis obispos convocantes: José
Ignacio Munilla (Orihuela-Alicante), Casimiro López (Segorbe-Castellón), Sebastià Taltavull (Mallorca), Vicente Ribas (Ibiza) y Gerard Villalonga (Menorca).
También participaron representantes de las distintas entidades y asociaciones
valencianas que trabajan a favor de la vida y de la libertad religiosa.
En
la concentración se rezó un Rosario que cada diócesis dedicó a una temática
diferente en defensa de la
vida, centrándose cada uno de los misterios en el aborto, la eutanasia, la
violencia (ocasionada por la guerra, el terrorismo, los homicidios y
suicidios), el hambre y las enfermedades, así como a la formación en la cultura
de la vida y defendiendo la asignatura de Religión y el derecho de los padres a
elegir la educación cristiana para sus hijos.
La alegría del amor de Cristo
A
la espera de que monseñor Enrique
Benavent, valenciano y hasta ahora obispo de Tortosa (Tarragona), tome
posesión de la diócesis, éste ha sido uno de los últimos actos públicos aún en
su sede del cardenal Cañizares, quien la ha guiado durante los últimos ocho
años tras ser prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina
de los Sacramentos.
El
purpurado había destacado previamente que la convocatoria respondía a
la “amenaza para el hombre y la cultura de muerte de la sociedad actual,
que no aprecia la vida”. Hay que "gritar y clamar" por "la cultura del amor, la verdad, la
libertad y el respeto a la dignidad de la persona humana",
subrayó.
Frente
a una ideología de género "que
está impregnándolo todo", añadió, "esa defensa de la vida está
enraizada en Jesucristo,
"que vino a traer vida, que se dio por nosotros, y eso genera una nueva
manera de ser, una nueva cultura" que ofrece "la alegría de saberse amado y de amar a los demás como
Cristo nos ha amado y sin excluir a nadie", con un 'no' rotundo "a
las ideologías que desfiguran el rostro del hombre”.
Por
su parte, monseñor Munilla destacó que la convocatoria era necesaria para
"hacer un signo", recurrir a María, "para que en medio de estas crisis antropológica en
la que estamos, redescubramos en Ella el valor de la vida, de la familia y de
la educación”.
Testamento vital
El
obispo de Orihuela-Alicante añadió que el momento que vivimos "es
grave". Un ejemplo es la legalización de la eutanasia, "que nos lleva
a una cultura en la que los enfermos nos están estorbando, nos sobran, y se
proponen salidas por la puerta de emergencia sin entender que la ancianidad también tiene
una dignidad, que la enfermedad tiene
una forma de ser afrontada”.
El
prelado donostiarra recordó en ese sentido la iniciativa del testamento vital que la
Iglesia propone a los fieles, informando a la Administración del rechazo de la
eutanasia y de la petición de cuidados paliativos proporcionados en caso de
enfermedad terminal y de asistencia espiritual en los últimos momentos, si
éstos se pasan en el hospital.
El
Rosario de este viernes era pues, también, "el pistoletazo de salida para esta campaña” de resistencia
pública católica a las imposiciones ideológicas gubernamentales.
C. L.
Fuente: ReL