El papa Francisco publica su último libro: «Os ruego en nombre de Dios», diez pedidos a la humanidad por un futuro de esperanza
![]() |
Antoine Mekary | ALETEIA |
«Os ruego en
nombre de Dios. Por un futuro de esperanza», es el titulo del último libro
del papa Francisco editado por el periodista argentino Hernán Reyes Alcaide,
con motivo de sus 10 años de pontificado, a cumplirse en marzo de 2023.
El texto es un
decálogo piadoso, contemplativo, orante que apunta a través de diez peticiones
a dar esperanza cierta a la humanidad. «Quiero convocar a todos los hombres y
mujeres de buena voluntad a que me acompañen a tener esperanza en el mundo que
viene», escribe. «Que seamos parte de un proceso de cambio».
La edición
castellana llegará a las librerías en noviembre bajo el sello Mensajero, del
Grupo de Comunicación Loyola. Esta semana ha visto la luz la edición italiana
publicada por Piemme, del grupo Mondadori.
A continuación,
diez ruegos encarecidos del Papa «en nombre de Dios» para que la humanidad
recupere la esperanza, cuide de la casa común, acabe con la pobreza, ponga fin
a los abusos, acabe con los discursos de odio, que no utilice el nombre de Dios
para fomentar las guerras y evite una hecatombe nuclear, entre otros
argumentos.
En efecto, de
los diez pedidos del Papa, el Grupo de Comunicación Loyola anticipa el
5º: «En nombre de Dios pido que se frene la locura de la guerra». Aquí lo
hemos puesto en primer lugar, dada la actualidad de la guerra en Ucrania y su
denuncia de una guerra mundial a pedazos.
«Durante mis primeros casi diez años como Papa
me escucharon todas las semanas con un pedido constante. Les he dicho en
audiencias, ángelus y discursos: «Recen por mí». Ustedes me han acompañado y
sus oraciones –en el caso de los creyentes– o su buena onda –en el caso de
aquellos que no creen– son una fuente de energía permanente para seguir
adelante con el pontificado. Por eso, en primer lugar, quiero darles las
gracias. Pero también quiero decirles que hoy me pongo un poco más pedigüeño
que de costumbre y les quiero compartir diez pedidos que hago en nombre de Dios
para afrontar con esperanza el mundo que viene».
PAPA FRANCISCO
1. «EN NOMBRE DE
DIOS PIDO QUE SE FRENE LA LOCURA DE LA GUERRA».
En esta
petición, muestra su máxima preocupación ante lo que denomina la tercera guerra
mundial en pedazos a la que la sociedad está asistiendo, pedazos «que amenazan
con hacerse cada vez más grandes hasta tomar la forma de un conflicto
global».
Todo su rechazo
porque una guerra no está justificada y jamás resuelve los problemas que
pretende superar.
«¿Vemos que
Yemen, Libia o Siria, por citar algunos ejemplos contemporáneos, estén mejor
que antes de los conflictos?». Ante la guerra de Ucrania y otras guerras, pide
diálogo, negociación, escucha, habilidad y creatividad diplomática, y una
política con visión de futuro capaz de construir un sistema de convivencia que
no se base en el poder de las armas o
«La existencia
de las armas nucleares y atómicas pone en riesgo la continuidad de la vida
humana sobre la Tierra[…].
El reverendo
Martin Luther King, […] expresó con claridad en su último discurso antes de ser
asesinado que «ya no se trata de una elección entre violencia o no violencia,
sino entre no violencia o no existencia». Está en nosotros elegir», sostiene
Francisco.
2. «EN NOMBRE DE
DIOS PIDO QUE SE ERRADIQUE EN LA IGLESIA LA CULTURA DE LOS ABUSOS».
Llamando en el
primer capítulo a «desarraigar de la Iglesia la cultura del abuso», el jefe de
la Iglesia católica pide perdón, reconociendo que «hemos pecado gravemente».
Cualquier
reparación del mal cometido en el seno de la Iglesia «nunca será suficiente»
ante lo «poco que hemos hecho en el pasado», admite, profesando que un solo
caso de abuso «ya es en sí mismo una realidad monstruosa», un «crimen
atroz».
Uno de los «errores
más graves» fue no tener en cuenta los relatos de las víctimas, según el
Pontífice, que ahora pide que no se desestimen las denuncias anónimas y que se
destituya a los obispos negligentes.
El pontífice
también defiende la presunción de inocencia mientras la justicia no haya
dictado sentencia.
3. «EN NOMBRE DE
DIOS PIDO QUE PROTEJAMOS LA CASA COMÚN»
Otra súplica
del autor de Laudato Si’: la protección del medio ambiente; porque «no hay
planeta B», dice, utilizando el título de un best-seller (No hay planeta B).
Criticó la
«gula de recursos naturales», pero también la tendencia a «perderse en el
parloteo» o los grandes discursos a nivel internacional, y repitió que «el
momento de actuar es hoy, no mañana».
«Habrá que dar
el paso de introducir en el Catecismo el pecado contra la ecología», dijo
el Pontífice. Insta a los gobiernos a adoptar medidas para limitar el aumento
de la temperatura media del planeta; y alaba la creatividad y la capacidad de
recuperación de los jóvenes, que «ni sus abuelos, ni mi generación, ni sus
padres» tenían.
4. «EN NOMBRE DE
DIOS PIDO UNA COMUNICACIÓN QUE COMBATA LAS FAKE NEWS Y EVITE LOS DISCURSOS DE ODIO»
Las nuevas
fronteras misioneras de las que habla el Evangelio son «hoy digitales», escribe
el Papa, que anima a la presencia de la Iglesia en el mundo digital; sin por
ello «sustituir nuestra misa por una transmisión en directo de ‘Tiktok’ o hacer
‘memes’ de nuestros mártires para difundirlos en la red». Los gustos «no pueden
sustituir el contacto humano», dice en el tercer capítulo.
En nombre de
Dios, el Papa pide «una comunicación que combata las ‘fake news’ y evite el
discurso del odio». Señala con el dedo a los «trolls» anónimos de Internet,
usuarios «fantasmas» que trabajan para influir y manipular la opinión.
Aconseja a los
medios de comunicación, «el cuarto poder», que revisen su independencia con
respecto a los accionistas y los posibles conflictos de intereses; y se
preocupa por las guerras judiciales lawfare destinada a desacreditar
a los opositores.
Defensor del
«derecho al cambio, a la reparación y a la conversión», se opone al
«pensamiento único» que quiere negar o reescribir la historia, pretendiendo
«juzgar los errores del pasado con el diario del lunes en mano».
5. «EN NOMBRE DE
DIOS PIDO UNA POLÍTICA QUE TRABAJE POR EL BIEN COMÚN»
El papa
Francisco se dirige a los políticos. Si no son «superhombres», se les invita a
no caer en la corrupción. El Papa va más allá, sugiriendo que si bien «no es
ilegal que un ser humano se sienta atraído por el dinero, por los viajes en
primera clase», un político debe sin embargo vivir con «sobriedad» y
«austeridad».
6. «EN NOMBRE DE
DIOS PIDO QUE SE ABRAN LAS PUERTAS A LOS MIGRANTES Y REFUGIADOS»
«Nunca os he
olvidado», dice el Papa a los migrantes y refugiados en un capítulo dedicado.
Cree que la «conciencia» de los países desarrollados «debería sopesar cada vida
perdida de un hermano, de una hermana que cruza el desierto, el océano».
7. «EN NOMBRE DE
DIOS PIDO QUE SE PROMUEVA Y ANIME LA PARTICIPACIÓN DE LAS MUJERES EN LA
SOCIEDAD»
El Papa espera
que el crecimiento profesional y la maternidad no sean «proyectos
incompatibles» para una mujer. Recuerda a «todas las mujeres asesinadas por el
simple hecho de ser mujeres» o consideradas «ciudadanas de segunda clase».
«Nuestro mundo necesita más mujeres líderes», dijo el Papa.
8. «EN NOMBRE DE
DIOS PIDO QUE SE PERMITA Y FOMENTE EL CRECIMIENTO DE LOS PAÍSES POBRES».
En un sistema
económico «enfermo» e «insostenible», que «mata y excluye», el pontífice
desmonta la teoría del goteo de las ganancias de los más ricos; del que los más
pobres deben esperar «gotas» de caridad. «¿Qué nos ha pasado, como humanidad,
para no empezar cada día preguntándonos cómo incluir, alimentar, cuidar y
vestir a los más pequeños de la sociedad, en lugar de excluirlos?»
9. «EN NOMBRE DE
DIOS PIDO QUE SE UNIVERSALICE EL ACCESO A LA SALUD»
Dedicando un
capítulo al «derecho a la salud para todos», el Papa defiende decididamente las
vacunas contra el coronavirus; que según él deben considerarse como «un bien
común de la humanidad». Reprocha a los objetores de la vacuna «una aproximación
egoísta y sin empatía».
10. «EN NOMBRE DE
DIOS PIDO QUE SU NOMBRE NO SEA UTILIZADO PARA FOMENTAR GUERRAS»
Al final, en el
último capítulo, el Papa llama a las religiones a unirse «en la condena unánime
de cualquier intento de utilizar el nombre del Todopoderoso para justificar
cualquier tipo de violencia o agresión». «A nadie se le ocurre tomar a Dios
como escudo cuando planea y realiza actos de violencia y abuso», dijo; porque
«la violencia en nombre de Dios es una traición a la religión».
En general, el
Papa comenta que en los temas abordados en el libro, no hay «fórmulas mágicas»,
pero ciertas «actitudes ante la vida» pueden ayudar. Así, «el que no tiene
esperanza no va a ninguna parte». «A diferencia del optimismo, la esperanza
nunca traiciona».
Ary
Waldir Ramos Díaz
Fuente: Aleteia