No quiso someterse sexualmente a Atila y los hunos mataron a ¿11.000 vírgenes?
![]() |
Dominio público |
Hay una leyenda que dice que en el siglo IV un rey de Britania
(Inglaterra) prometió a su hija Ursula en matrimonio. Ursula era cristiana y su
futuro marido era pagano, por lo que se mostró no estar de acuerdo con el
matrimonio. Es más, decidió peregrinar durante tres años a Roma y allí
consagrar sus votos de virginidad perpetua para dedicarse a predicar el
Evangelio.
Al regresar tuvo el infortunio de verse sorprendida por Atila y
los hunos. Atila
se enamoró de ella y Ursula se resitió. Finalmente los hunos asesinaron a
Ursula y a todas las vírgenes que iban con ella. La leyenda dice que con ella
viajaban 11.000 vírgenes.
Esta historia corrió como si de una historia viral del siglo XXI
se tratase y en el lugar del martirio en Colonia se erigió una basílica
dedicada a estas «once mil vírgenes».
Una devoción que fue creciendo y durante siglos se veneró y se
habló de Ursula y las «once mil vírgenes» asesinadas por los hunos en Colonia. ¿Qué hay de
verdad en la historia? ¿Es posible que fueran asesinadas once mil mujeres en
aquél momento?
El único documento que muestra esta historia está datado en el año
922 y se conserva en un monasterio cerca de Colonia. En él explican la historia
de Santa Ursula. Pero…¡sorpresa! no habla de once mil, sino de once vírgenes o
acompañantes de la princesa bretona.
El documento dice así: «Dei et Sanctas Mariae ac ipsarum XI m
virginum» y durante años se leyó como «undecim millia virginum» (once mil
virgenes), pero realmente la traducción debería ser “undecim martyres virginum»
(once mártires virgenes).
No hay duda de la historia y verosimilitud de la santa Úrsula,
aunque no es muy verosímil que la joven bretona viajara con 11.000 doncellas o
vírgenes a su cargo. Más verosímil es la idea de no fueron 11.000, sino 11 las
martirizadas. No obstante en el acervo cultural e histórico caló muy hondo esta
devoción y su figura. Muchos son los pintores, escultores y literatos que se
hicieron eco de ella. Quizá sea más sencillo dejar la leyenda como siempre se
ha contado. Cosas de la historia…
Álvaro Real
Fuente: Aleteia