Entiende una de las frases más difíciles del Evangelio de la mano del sacerdote polaco Pawel Rytel-Andrianik
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YuryKara | Shutterstock. Dominio público |
«Si
alguno quiere seguirme y no me prefiere a su padre y a su madre, a su esposa y
a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, más aún, a sí mismo, no puede ser
mi discípulo«.
¿Acaso Jesús fomenta el
odio? El contexto judío en el que se pronunciaron las palabras de Jesús nos
ayuda a entender el Evangelio.
¿Odio o amor?
Esta es una de las frases
del Evangelio más difíciles de entender porque el texto original usa la palabra
que literalmente se traduce como menospreciar o incluso odiar.
¿Cómo es posible que
Jesús, que tanto habla del amor a Dios y al prójimo, pronuncie de repente tales
palabras?
Para entenderlo, hay que
leer el texto en el contexto de la cultura
judía.
La expresión
«menospreciar» significa en la Biblia «amar menos». Por ejemplo, en el Antiguo
Testamento, Lea confiesa que el Señor Dios escuchó que ella era amada menos.
Literalmente el original hebreo dice ‘menospreciada’, senu’a, por
su marido Jacob (Génesis 29,33).
Jesús utilizó una
expresión similar para decir que los que quieren seguirle deben elegir
amar a Jesús en primer lugar. Este amor no excluye el amor
a la familia o a uno mismo. Sin embargo, es más grande que él.
«Así pues, cualquiera de ustedes que no
renuncie a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo«
Al llamar a los
discípulos, Jesús no empieza su discurso con promesas, sino que primero señala
las exigencias.
Prioridades
Otra condición está
relacionada con las cosas materiales. Para los discípulos de Jesús, el mayor
tesoro de la vida es Dios.
Jesús invita a los que
quieren seguirlo a amarlo más que todo lo que tienen, más que las cosas
materiales.
Esto no significa que no
puedan disfrutar de las cosas necesarias para la vida. Pero estas cosas nunca
deben apartarles de Dios, de su misión y de los asuntos que son más
importantes.
«Si Dios es el primero,
todo estará en su sitio». Estas palabras de san
Agustín nos ayudan a entender el Evangelio de hoy.
También nos ayudan a poner
en orden nuestra propia vida. ¿Qué es importante para mí? ¿Qué me impide poner
a Dios en primer lugar?
Hoy le pediré a Jesús que
sea siempre importante en mi vida y que lo ame más.
Paweł Rytel-Andrianik
Fuente: Aleteia