La iglesia de San Miguel Arcángel de Segovia, es un lugar privilegiado de nuestra historia. Se encuentra en la Plaza Mayor y forma parte de las cinco parroquias que conforma la Unidad Parroquial Centro de Segovia junto a la Santísima Trinidad, San Martín, San Andrés y San Esteban
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Iglesia de San Miguel de Segovia. Foto: David Santamera. Dominio público |
Su estilo era
románico y en su atrio se reunía el Concejo y se impartía justicia. En este
atrio fue proclamada reina Isabel
I de Castilla el 13 de diciembre de 1474. Segovia fue un lugar
destacado en la biografía de la reina y en su atrio afirmó su derecho a reinar
como legítima heredera. Este trascendental acontecimiento histórico y, el más
importante para la ciudad de Segovia, permitió
a la reina pacificar y gobernar un reino llevándolo hacia un estado de
prosperidad en Castilla e Hispanoamérica.
La iglesia tenía un retablo de plata con el apostolado, Cristo y los cuatro
evangelistas y una imagen de la Virgen
con el Niño bajo la advocación de Nuestra Señora del Ángel a
la que se tenía mucha devoción.
El lunes 26 de febrero de 1532 a las seis de la tarde la iglesia
románica de San Miguel se hundió. El motivo de su hundimiento motivó que el
ayuntamiento de la ciudad comprara el terreno para unificar y crear un espacio
público en torno a una plaza. Liberado este espacio el ayuntamiento compró a la
parroquia de San Miguel el
suelo por ocho mil ducados. Se construyó una nueva iglesia en uno de los
laterales. Conviene decir que el espacio y la iglesia son diferentes pero la
parroquia es la misma siendo además la única iglesia de Segovia, a excepción de
la Catedral, que
después de su hundimiento, se reconstruyera nuevamente. A la nueva iglesia se
trasladaron sepulcros, capellanías, devociones, retablos, libros parroquiales y
el legado de la proclamación de Isabel
I de Castilla, Isabel la Católica.
Nueva iglesia
La primera piedra de esta nueva iglesia se colocó el día 27 de
mayo de 1536. Su párroco, Juan
de Coca, dio la primera azadonada. La colocación de esta
primera piedra asentó la perdurabilidad en el tiempo, es el acto de fundar y el
efecto de cimentar aunando a su función litúrgica una función social. Su
arquitectura se atribuye a Rodrigo
Gil de Hontañón o su entorno, maestro de obras de la Catedral de Segovia que
entonces estaba en plena campaña constructiva. El carácter horizontal que
predomina en la planta, de una sola nave, la cabecera o testero rectangular y
el tratamiento de la luz, hacen de esta iglesia una buena muestra del Renacimiento en nuestra
ciudad. El lenguaje tardo gótico y la huella del entorno de Rodrigo Gil de Hontañón se
encuentra en la bóveda gótica que une los cuatro taramos de la nave y que se prolonga
hasta el crucero. El 29 de septiembre de 1558, festividad de San Miguel, se
trasladó el Santísimo.
En el siglo XVII el párroco de entonces Melchor de Cañizares impulsó
la realización de un nuevo retablo para el presbiterio que fue diseñado por Juan
de Lobera y ejecutado por José de Ferreras entre 1665 y 1672. Para su
realización se contó con el apoyo económico de los feligreses y del párroco.
Las pinturas son una copia del retablo que existía en el desaparecido convento
de Capuchinos de Segovia siguiendo los originales de Francisco Rizi y Juan Carrero de Miranda. Estos
seis lienzos fueron costeados por los feligreses y en ellos se
representan: La Adoración
de los Reyes Magos, la Circuncisión, las Tentaciones de San Antonio, Cristo en
casa de Simón, el Nacimiento de la Virgen y la Anunciación. Con
motivo de este nuevo retablo Melchor Cañizares y cuatro diputados decidieron
festejarlo en la ciudad por ocho días creando diferentes comisiones encargadas
de organizar la fiesta.
En el interior de la iglesia se distribuyen capillas funerarias
en las que los nobles e ilustres de la ciudad buscaron su descanso eterno.
Capillas funerarias
Las capillas funerarias y los sepulcros son la huella dactilar
del difunto o una especie de ADN que
permite escribir la vida de sus protagonistas a través de su muerte. A través
de los testamentos y enterramientos sabemos acerca de sus devociones, las
fundaciones de sus capellanías, sus gustos artísticos y la clase social entre
otros aspectos.
En la arquitectura de la iglesia se observa un tratamiento
diferente en sus capillas. Las capillas del lado de la epístola responden al
prototipo de capilla funeraria gótica pero las capillas del lado del evangelio
son espacios concebidos como pequeñas hornacinas influenciadas por el renacimiento.
El cambio de criterio puede obedecer a una influencia de la nueva corriente
artística pero también al problema del espacio urbano porque junto a la
iglesia, en ese lado del evangelio, pasa el canal del Acueducto en su tramo
urbano subterráneo hacia el Alcázar.
Entre las personas enterradas en sus capillas se citan a Catalina Gutiérrez de la Trinidad y Antonio
de Tapia, Teresa Márquez de Prado, Juan de Melgar o Juan de Coca,
sacerdote que puso la primera piedra de la iglesia, entre otras muchas personas.
Entre los protagonistas ilustres se cita a Garcí Ruiz de Castro, letrado y
considerado como el primer historiador de Segovia. Su cuerpo se encuentra en la
capilla de los Ruiz de Medina o ‘capilla de la
columna’. También eligió su descanso eterno en San Miguel Diego de Rueda y
su mujer Mencía Alvárez
del Río. Su sepulcro estuvo en la desaparecida iglesia de San Miguel y se
trasladó al nuevo templo junto a la capellanía que fundó el 22 de septiembre de
1469. Se atribuye al escultor Juan
Rodríguez que es uno de los máximos representantes de la
escultura en Ávila, junto
con Vasco de la Zarza.
Sus atuendos son un importante dato histórico que nos habla de la categoría de
los personajes.
Una de las capillas funerarias más importantes es el panteón
familiar de la familia del insigne médico y humanista Andrés Laguna. La capilla
fue comprada por su madre Catalina de Velázquez viuda del doctor Diego
Fernández Laguna. Andrés Laguna fue el segundo de cinco hermanos y realizó sus
estudios en los principales centros de Europa. Este segoviano fue médico de
los Papas Paulo III y Julio III además
del rey Carlos I. El científico español del siglo XVI es el prototipo de sabio
renacentista europeo. Su gran aportación universal a estas ciencias fue su
tratado Pedacio Dioscórides
Anarzabeo publicado en 1555 y citada en la obra del Quijote de Miguel de Cervantes.
Su enterramiento está en un arcosolio decorado con una pintura en grisalla con
la iconografía del Llanto
sobre Cristo muerto. La lauda flamenca pudo ser adquirida por el
propio Andrés Laguna en
Flandes. En su sepulcro se incluyó un texto en latín referido
al retorno “Llegué al
puerto, adiós esperanza y fortuna. Nada tengo con vosotras. Jugad ahora con
otros”.
La cofradía más antigua de la iglesia de San Miguel es la de las
Ánimas del Purgatorio y María Magdalena fundada el 3 de abril de 1551 cuando la
iglesia estaba en su última fase de construcción. Esta hermandad fue fundada
por los trabajadores del “oficio gana panes” con el objeto de “decir una misa
todos los domingos y fiestas de guardar por las ánimas del purgatorio”. Esta
hermandad tenía la obligación de buscar a los pobres y vagabundos de la ciudad,
especialmente a los que se encontraban en la plaza de San Miguel además de
asistir al hermano enfermo o moribundo. Esta cofradía ha tenido diferentes
renovaciones en sus estatutos desde su fundación hasta finales del siglo XVIII.
Su retablo se encuentra en la capilla de Catalina Gutiérrez de la Trinidad. El
retablo es barroco pero la imagen de la Magdalena es una delicada escultura del
siglo XVI.
Otra cofradía es la denominada de ‘Minerva’ fundada
para San Miguel por Bula
Apostólica de 20 de octubre de 1562 por el Papa Pío IV con
el título de Supra Minerva. Esta cofradía, que exalta la presencia de Cristo en
la Eucaristía, tiene el privilegio de sacar en procesión el Santísimo por las
calles de la ciudad, el día inmediato a la celebración de Corpus Christi así
como celebrar la ‘Misa de Minerva’ el tercer domingo de cada mes con procesión
dentro de la iglesia hasta el altar de Minerva.
La cofradía “Del Confalón” ha tenido su culto en la parroquia de
San Miguel desde inicios del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. Se fundó el
1 de enero de 1572 en el convento de Santo Domingo de Guzmán, extramuros de la
ciudad. En esta cofradía había dos tipos de hermanos: Hermanos de luz y
hermanos de disciplina y todos ellos acompañaban a la imagen de la Virgen de
las Angustias el día de Viernes Santo. Debido a la distancia y mal camino la
cofradía trasladó su culto al desparecido convento de La Merced. Con las
primeras desamortizaciones los cofrades del Confalón firmaron una
concordia con la parroquia de San
Miguel para el traslado de su retablo, imágenes y la
devoción. La concordia se aprobó el 18 de marzo de 1811. El retablo con su imagen
se encuentra en la capilla de Catalina
Gutiérrez de la Trinidad. La imagen del siglo XVI es de
vestir sedente, se adorna con un manto negro corto y sobre el pecho lleva los
siete cuchillos simbolizando los siete dolores de la Virgen por su hijo.
Nuestra Señora de la Paz
Mención aparte merece la capilla barroca de Nuestra Señora de la
Paz por sus características y porque fue construida por la Esclavitud del
Santísimo Sacramento que fue fundada el 20 de febrero de 1632 por el
obispo Melchor Moscoso y Sandoval. Entre sus
obligaciones se cita la asistencia a la procesión organizada por la cofradía de
la Minerva acompañando con vela blanca, asistir a la Misa de Minerva y la
asistencia a los hermanos en la vida y en la muerte. Para las reuniones de esta
Esclavitud se construyó una capilla bajo la advocación de Nuestra Señora de la
Paz en 1708. Esta capilla es una de las más significativas de la ciudad de
Segovia por su acusado barroquismo y por la interesante colección de nueve
lienzos inspirados en los cartones de Rubens por encargo de la infanta Isabel Clara Eugenia y
tiene como hilo conductor la Apoteosis
de la Eucaristía.
Preside la capilla un magnífico retablo barroco con la imagen de
Nuestra Señora de la Paz en una gloria de nubes sobre un fondo de espejos.
Las piedras de la iglesia de San Miguel son testigo de acontecimientos
trascendentales para nuestra historia. Como edificio tiene dos fechas
importantes: El año 1117 como primera referencia documental de la desaparecida
iglesia de San Miguel y 1536 año de la colocación de la primera piedra del
nuevo templo. Más de novecientos años de historia en la parroquia de San Miguel
gracias a la fe y sensibilidad de nuestros antepasados.
Mercedes Sanz de Andrés
Fuente: El Adelantado de Segovia