IGLESIA DE SAN MIGUEL DE SEGOVIA, LA BELLA DESCONOCIDA

La iglesia de San Miguel Arcángel de Segovia, es un lugar privilegiado de nuestra historia. Se encuentra en la Plaza Mayor y forma parte de las cinco parroquias que conforma la Unidad Parroquial Centro de Segovia junto a la Santísima Trinidad, San Martín, San Andrés y San Esteban

Iglesia de San Miguel de Segovia.
Foto: David Santamera. Dominio público
La iglesia románica estaba en el centro de la actual Plaza Mayor cercano al lugar donde se encuentra el templete de música. La primera referencia documental de esta iglesia es de 1 de noviembre de 1117. Se trata de un testamento otorgado por Domingo Petit, probablemente un francés, que dejó unas mandas para hacer una biblia con destino a la parroquia de San Miguel

Su estilo era románico y en su atrio se reunía el Concejo y se impartía justicia. En este atrio fue proclamada reina Isabel I de Castilla el 13 de diciembre de 1474. Segovia fue un lugar destacado en la biografía de la reina y en su atrio afirmó su derecho a reinar como legítima heredera. Este trascendental acontecimiento histórico y, el más importante para la ciudad de Segovia, permitió a la reina pacificar y gobernar un reino llevándolo hacia un estado de prosperidad en Castilla e Hispanoamérica.

La iglesia tenía un retablo de plata con el apostolado, Cristo y los cuatro evangelistas y una imagen de la Virgen con el Niño bajo la advocación de Nuestra Señora del Ángel a la que se tenía mucha devoción.

El lunes 26 de febrero de 1532 a las seis de la tarde la iglesia románica de San Miguel se hundió. El motivo de su hundimiento motivó que el ayuntamiento de la ciudad comprara el terreno para unificar y crear un espacio público en torno a una plaza. Liberado este espacio el ayuntamiento compró a la parroquia de San Miguel el suelo por ocho mil ducados. Se construyó una nueva iglesia en uno de los laterales. Conviene decir que el espacio y la iglesia son diferentes pero la parroquia es la misma siendo además la única iglesia de Segovia, a excepción de la Catedral, que después de su hundimiento, se reconstruyera nuevamente. A la nueva iglesia se trasladaron sepulcros, capellanías, devociones, retablos, libros parroquiales y el legado de la proclamación de Isabel I de Castilla, Isabel la Católica.

Nueva iglesia

La primera piedra de esta nueva iglesia se colocó el día 27 de mayo de 1536. Su párroco, Juan de Coca, dio la primera azadonada. La colocación de esta primera piedra asentó la perdurabilidad en el tiempo, es el acto de fundar y el efecto de cimentar aunando a su función litúrgica una función social. Su arquitectura se atribuye a Rodrigo Gil de Hontañón o su entorno, maestro de obras de la Catedral de Segovia que entonces estaba en plena campaña constructiva. El carácter horizontal que predomina en la planta, de una sola nave, la cabecera o testero rectangular y el tratamiento de la luz, hacen de esta iglesia una buena muestra del Renacimiento en nuestra ciudad. El lenguaje tardo gótico y la huella del entorno de Rodrigo Gil de Hontañón se encuentra en la bóveda gótica que une los cuatro taramos de la nave y que se prolonga hasta el crucero. El 29 de septiembre de 1558, festividad de San Miguel, se trasladó el Santísimo.

En el siglo XVII el párroco de entonces Melchor de Cañizares impulsó la realización de un nuevo retablo para el presbiterio que fue diseñado por Juan de Lobera y ejecutado por José de Ferreras entre 1665 y 1672. Para su realización se contó con el apoyo económico de los feligreses y del párroco. Las pinturas son una copia del retablo que existía en el desaparecido convento de Capuchinos de Segovia siguiendo los originales de Francisco Rizi y Juan Carrero de Miranda. Estos seis lienzos fueron costeados por los feligreses y en ellos se representan: La Adoración de los Reyes Magos, la Circuncisión, las Tentaciones de San Antonio, Cristo en casa de Simón, el Nacimiento de la Virgen y la Anunciación. Con motivo de este nuevo retablo Melchor Cañizares y cuatro diputados decidieron festejarlo en la ciudad por ocho días creando diferentes comisiones encargadas de organizar la fiesta.

En el interior de la iglesia se distribuyen capillas funerarias en las que los nobles e ilustres de la ciudad buscaron su descanso eterno.

Capillas funerarias

Las capillas funerarias y los sepulcros son la huella dactilar del difunto o una especie de ADN que permite escribir la vida de sus protagonistas a través de su muerte. A través de los testamentos y enterramientos sabemos acerca de sus devociones, las fundaciones de sus capellanías, sus gustos artísticos y la clase social entre otros aspectos.

En la arquitectura de la iglesia se observa un tratamiento diferente en sus capillas. Las capillas del lado de la epístola responden al prototipo de capilla funeraria gótica pero las capillas del lado del evangelio son espacios concebidos como pequeñas hornacinas influenciadas por el renacimiento. El cambio de criterio puede obedecer a una influencia de la nueva corriente artística pero también al problema del espacio urbano porque junto a la iglesia, en ese lado del evangelio, pasa el canal del Acueducto en su tramo urbano subterráneo hacia el Alcázar.

Entre las personas enterradas en sus capillas se citan a Catalina Gutiérrez de la Trinidad y Antonio de Tapia, Teresa Márquez de Prado, Juan de Melgar o Juan de Coca, sacerdote que puso la primera piedra de la iglesia, entre otras muchas personas. Entre los protagonistas ilustres se cita a Garcí Ruiz de Castro, letrado y considerado como el primer historiador de Segovia. Su cuerpo se encuentra en la capilla de los Ruiz de Medina o ‘capilla de la columna’. También eligió su descanso eterno en San Miguel Diego de Rueda y su mujer Mencía Alvárez del Río. Su sepulcro estuvo en la desaparecida iglesia de San Miguel y se trasladó al nuevo templo junto a la capellanía que fundó el 22 de septiembre de 1469. Se atribuye al escultor Juan Rodríguez que es uno de los máximos representantes de la escultura en Ávila, junto con Vasco de la Zarza. Sus atuendos son un importante dato histórico que nos habla de la categoría de los personajes.

Una de las capillas funerarias más importantes es el panteón familiar de la familia del insigne médico y humanista Andrés Laguna. La capilla fue comprada por su madre Catalina de Velázquez viuda del doctor Diego Fernández Laguna. Andrés Laguna fue el segundo de cinco hermanos y realizó sus estudios en los principales centros de Europa. Este segoviano fue médico de los Papas Paulo III y Julio III además del rey Carlos I. El científico español del siglo XVI es el prototipo de sabio renacentista europeo. Su gran aportación universal a estas ciencias fue su tratado Pedacio Dioscórides Anarzabeo publicado en 1555 y citada en la obra del Quijote de Miguel de Cervantes. Su enterramiento está en un arcosolio decorado con una pintura en grisalla con la iconografía del Llanto sobre Cristo muerto. La lauda flamenca pudo ser adquirida por el propio Andrés Laguna en Flandes. En su sepulcro se incluyó un texto en latín referido al retorno “Llegué al puerto, adiós esperanza y fortuna. Nada tengo con vosotras. Jugad ahora con otros”.

La cofradía más antigua de la iglesia de San Miguel es la de las Ánimas del Purgatorio y María Magdalena fundada el 3 de abril de 1551 cuando la iglesia estaba en su última fase de construcción. Esta hermandad fue fundada por los trabajadores del “oficio gana panes” con el objeto de “decir una misa todos los domingos y fiestas de guardar por las ánimas del purgatorio”. Esta hermandad tenía la obligación de buscar a los pobres y vagabundos de la ciudad, especialmente a los que se encontraban en la plaza de San Miguel además de asistir al hermano enfermo o moribundo. Esta cofradía ha tenido diferentes renovaciones en sus estatutos desde su fundación hasta finales del siglo XVIII. Su retablo se encuentra en la capilla de Catalina Gutiérrez de la Trinidad. El retablo es barroco pero la imagen de la Magdalena es una delicada escultura del siglo XVI.

Otra cofradía es la denominada de ‘Minerva’ fundada para San Miguel por Bula Apostólica de 20 de octubre de 1562 por el Papa Pío IV con el título de Supra Minerva. Esta cofradía, que exalta la presencia de Cristo en la Eucaristía, tiene el privilegio de sacar en procesión el Santísimo por las calles de la ciudad, el día inmediato a la celebración de Corpus Christi así como celebrar la ‘Misa de Minerva’ el tercer domingo de cada mes con procesión dentro de la iglesia hasta el altar de Minerva.

La cofradía “Del Confalón” ha tenido su culto en la parroquia de San Miguel desde inicios del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. Se fundó el 1 de enero de 1572 en el convento de Santo Domingo de Guzmán, extramuros de la ciudad. En esta cofradía había dos tipos de hermanos: Hermanos de luz y hermanos de disciplina y todos ellos acompañaban a la imagen de la Virgen de las Angustias el día de Viernes Santo. Debido a la distancia y mal camino la cofradía trasladó su culto al desparecido convento de La Merced. Con las primeras desamortizaciones los cofrades del Confalón firmaron una concordia con la parroquia de San Miguel para el traslado de su retablo, imágenes y la devoción. La concordia se aprobó el 18 de marzo de 1811. El retablo con su imagen se encuentra en la capilla de Catalina Gutiérrez de la Trinidad. La imagen del siglo XVI es de vestir sedente, se adorna con un manto negro corto y sobre el pecho lleva los siete cuchillos simbolizando los siete dolores de la Virgen por su hijo.

Nuestra Señora de la Paz

Mención aparte merece la capilla barroca de Nuestra Señora de la Paz por sus características y porque fue construida por la Esclavitud del Santísimo Sacramento que fue fundada el 20 de febrero de 1632 por el obispo Melchor Moscoso y Sandoval. Entre sus obligaciones se cita la asistencia a la procesión organizada por la cofradía de la Minerva acompañando con vela blanca, asistir a la Misa de Minerva y la asistencia a los hermanos en la vida y en la muerte. Para las reuniones de esta Esclavitud se construyó una capilla bajo la advocación de Nuestra Señora de la Paz en 1708. Esta capilla es una de las más significativas de la ciudad de Segovia por su acusado barroquismo y por la interesante colección de nueve lienzos inspirados en los cartones de Rubens por encargo de la infanta Isabel Clara Eugenia y tiene como hilo conductor la Apoteosis de la Eucaristía.

Preside la capilla un magnífico retablo barroco con la imagen de Nuestra Señora de la Paz en una gloria de nubes sobre un fondo de espejos.

Las piedras de la iglesia de San Miguel son testigo de acontecimientos trascendentales para nuestra historia. Como edificio tiene dos fechas importantes: El año 1117 como primera referencia documental de la desaparecida iglesia de San Miguel y 1536 año de la colocación de la primera piedra del nuevo templo. Más de novecientos años de historia en la parroquia de San Miguel gracias a la fe y sensibilidad de nuestros antepasados.

Mercedes Sanz de Andrés

Fuente: El Adelantado de Segovia