Etapas de
filtrado
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| Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
El agua sigue
saliendo con una especie de partículas oscuras. Solucionarlo puede ser un
proceso largo, y hemos tenido que poner temporalmente una jarra de filtrado.
Tiene dos
depósitos: uno superior, en el que se echa el agua, y otro debajo, donde llega
filtrada después de pasar por varias etapas de filtrado: filtro cerámico,
arena, piedras…
Si miras de
lejos, el agua parece igual en los dos depósitos, pero, si miras el primer
filtro de cerca, tiene unas motitas negras que ha frenado y no ha dejado pasar
al siguiente.
Pensaba en cómo
esto es lo que hace la oración: parece que nada cambia, que tu agua es la misma
después de orar. Pero es en la oración donde pasas los filtros que tu agua
necesita para ser más cristalina, para cambiar de propiedades, dejando en
Cristo todo aquello que te quita el gozo y la paz, dejando que Él entre en lo
que ocupa tu corazón en ese momento.
Filtros que te
hacen cambiar la mirada, que dejan tu agua mineralizada al hacer entrar en ti
la compasión y Misericordia; filtros que te quitan peso, haciéndote caminar
confiado, sabiéndote en manos de todo un Dios que te ama y vela por cada uno de
tus pasos; filtros que te hacen ver y vivir en lo esencial y no centrarte en
aquello que es relativo o pasajero.
¿La misma agua?
Sales diferente. Al dejar que Cristo entre en tu vida, te lanza a vivir desde
el Amor, pero no un amor a fuerza de propósitos o porque es lo que “tiene que
ser”; un Amor que ama desde Cristo porque Él ha hecho todo nuevo en ti.
Cuando los
discípulos le pidieron a Jesús que les enseñase a orar, Él lo hizo con la
oración del Padrenuestro. Estamos acostumbrados a ella, pero contiene todos los
filtros capaces de cambiar nuestro agua y saciar nuestras necesidades: nos hace
levantar la mirada y sabernos cuidados por todo un Dios que nos ama, caminar
confiados, dejar que Él se ocupe de nuestras cosas, protección…
Hoy el reto del
Amor es que “purifiques tu agua” rezando un Padrenuestro con calma, parando en
cada una de sus frases, dejando que tu vida pase por cada una de ellas, y
puedas descansar confiado.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
12 septiembre
2022
Fuente:
Dominicas de Lerma
