Mi centro es la Eucaristía
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| Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Matilde nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Estos días de
calor del verano, la procuradora nos sirve para postre una raja de sandía. Yo
suelo cogerla, siempre que la pasan por encima de otras frutas, porque además
de estar fresca, he observado que según la sandía va a su centro tiene un sabor
especial muy dulce y sabroso. Lo que no ocurre, según el fruto se acerca a la
cáscara que, entonces, sí está fresco, pero es más sosa.
En la
Eucaristía es donde se nutre nuestra alma y tenemos acceso a la vida de Cristo,
comiendo su Cuerpo y bebiendo su Sangre. ¡Qué gran regalo nos dejó Jesús en su
hora suprema! ¡Y es que, Él ha venido para que tengamos Vida en Él, y ésta
abundante!. Quiere acompañarnos en todo momento y circunstancia, porque Él, es
nuestra fortaleza y sobre todo, es todo el Amor de Dios, concentrado en un
trocito de pan.
Es verdad que,
la comunión con su Cuerpo, es un misterio de fe que, nunca comprenderemos, pero
sí que lo podemos abarcar por el Amor que, nos ha sido dado el día de nuestro
bautismo. ¡De aquí, sólo nos brota una acción de gracias muy profunda, desde el
centro del alma, porque Dios allí, nos acoge en la vida divina con la presencia
viva de su Cuerpo y de su Sangre!.
Hoy el reto del
amor es, desear recibir el Cuerpo de Jesucristo. Si no me es posible
presencialmente, sí que puedo llegar a Él, por el deseo de una fe viva, actuada
por el Amor.
VIVE DE CRISTO
30 agosto 2022
Fuente:
Dominicas de Lerma
