El obispo auxiliar de Valencia y responsable de Juventud e Infancia en la Conferencia Episcopal Española hace un balance muy positivo de la Peregrinación Europea de Jóvenes
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Ecclesia |
Anteayer nos
despedimos de la Peregrinación Peregrinación Europea de Jóvenes, que tuvo
lugar en Santiago de Compostela entre el miércoles y el domingo de la
semana pasada, con la misa de clausura presidida por un enviado especial
del papa Francisco, el cardenal Marto, que fue obispo de Fátima durante 16
años.
El obispo
auxiliar de Valencia y responsable de Juventud e Infancia en la Conferencia
Episcopal Española, monseñor Arturo Pablo Ros, ha señalado lo potente que
es la imagen de la Peregrinación para la Iglesia: "Esta es nuestra fe.
Otros dirán que tenemos que hacer cosas distintas e, incluso, pueden quejarse
de nuestra alegría, pero esa es la alegría del Evangelio". Monseñor Ros
también ha añadido que no solo la Iglesia ha podido enseñar mucho a los jóvenes
estos días, sino también al revés: "Creo que ellos son una inspiración
para nosotros y a veces pienso que les sermoneamos demasiado. Hay que
escucharles, acompañarles, comprenderles... y, sobre todo, quererles. Es la
mejor inversión que podemos hacer, especialmente los consagrados".
12.000 jóvenes
han participado en esta cita, una de las más esperadas del año para los jóvenes
católicos de todo el continente y cuyo balance ha muy positivo. Algo que
confirma el arzobispo de Santiago Julián Barrio, que asocia el éxito a los
propios peregrinos: "Son jóvenes que se divierten, como no podía ser otra
cosa. Esa actitud de sosiego y serenidad ayuda a la convivencia".
El obispo
auxiliar de Valencia y responsable de Juventud e Infancia en la Conferencia
Episcopal Española, Arturo Pablo Ros, también coincide con la buena
valoración del encuentro: "Decir éxito es poco. Lo más mejor es ver tan
felices a los jóvenes, con el corazón muy tocado y sonrisas preciosas. Es lo
que queríamos, que la experiencia fuera propicia para la gente joven, que son
nuestra inspiración". Además, también destaca los pocos problemas que ha
habido a nivel organizativo: "Perfectos no somos. Ha habido alguna
imperfección, aunque solo cosillas no muy significativas".
Fuente: Ecclesia