Fray Nelson Medina, sacerdote dominico y doctor en Teología Fundamental conocido por su apostolado en redes sociales, destaca 5 rasgos de la vida de Santo Domingo de Guzmán que pueden ayudar a los católicos en el mundo de hoy.
![]() |
Pintura de Santo Domingo. Crédito: Arturo Coello / Dominio público |
1.-
Santo Domingo fue contemplativo
“Los testigos del tiempo de Santo Domingo nos presentan el perfil
de un hombre de oración. No se trata simplemente de una gran piedad o devoción,
que también estuvo presente en él, se trata de una relación personal con Jesucristo
y de un amor constante y creciente”, destacó Fray Nelson.
“Podemos decir que la contemplación de Domingo se apoya en una
profunda fascinación por la persona de Cristo, especialmente por Cristo como
salvador de los pecadores”, aseguró el sacerdote colombiano.
2.-
Santo Domingo: Un hombre de estudio
Fray Nelson resaltó que “el tiempo en que vivió Domingo (1170 –
1221) se caracterizó por abundancia de grupos religiosos que enseñaban cosas
parecidas, pero distintas de la fe de la Iglesia Católica”.
Esta situación, continuó el fraile dominico, “engendraba gran confusión en el
pueblo de Dios. La propuesta de Domingo es el diálogo basado en el estudio de
las fuentes, particularmente de la Sagrada Escritura”.
“En la medida en que el estudio y el diálogo, orientados a la
búsqueda de la verdad, se convierten en el instrumento de comunicación,
logramos vencer diferencias y aprendemos unos de otros”, subrayó.
3.-
Santo Domingo era un hombre profundamente compasivo
“La misericordia de Domingo ha quedado bien testificada a lo largo
de su vida. Siendo todavía estudiante en la ciudad de Palencia, en España, una
gran hambre azotó a la región”, dijo Fray Nelson.
“Domingo puso a la venta sus valiosísimos libros para aliviar el
hambre de tantas personas. Se recuerda especialmente su frase ‘no quiero
estudiar sobre pieles muertas mientras manos con hambre se tienden yertas’”.
Esta misma actitud de compasión, destacó el sacerdote, “la tuvo
Domingo con respecto a las necesidades del alma. Su oración nocturna prorrumpía
en un gran clamor: ¡Señor, misericordia, qué será de los pecadores!”.
4.-
Santo domingo fue un hombre de Iglesia
Fray Nelson dijo a ACI Prensa que “cuando nos decepcionamos por
los pecados y contradicciones de los hombres y mujeres de Iglesia, nos tienta
tomar el camino fácil, el de la huida, separarnos de la comunidad quizás para
creernos mejores y más perfectos”.
“La Iglesia del tiempo de Domingo necesitaba grandes reformas y Domingo
comprendió que la mejor manera de transformar lo que nos duele de la Iglesia no
es atacándola desde fuera sino viviendo nosotros el Evangelio en primer lugar y
después ayudando a construir desde dentro”, aseguró.
5.-
Santo Domingo fue también un hombre fraterno
“Domingo tenía una gran capacidad para emprender arduas misiones,
incluso en soledad, pero no era un obrero solitario sino más bien un pionero, y
lo que deseaba y al fin pudo conseguir, fue una comunidad de testigos que
pudieran, con su vida y sus palabras servir a muchos en muchos lugares”,
indicó Fray Nelson.
“Su espíritu fraterno se manifestó en la capacidad de dar nuevas
fuerzas a los que estaban desanimados y ser un motivo de confianza y de amistad
para todos”, agregó el sacerdote.
“El testimonio de Santo Domingo de Guzmán es el de una forma de
ser, una personalidad sumamente completa y equilibrada y creo que algo así
necesita urgentemente nuestro tiempo”, resaltó.
Finalmente, Fray Nelson destacó que en el mundo actual, “en medio
de tantas polarizaciones y extremismos, el equilibrio sereno y luminoso de un
santo como Domingo de Guzmán tiene mucho para decirnos”.