El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, alentó en su carta semanal a realizar oraciones de petición, pues, aseguró, “Dios siempre nos escucha”
![]() |
Imagen referencial. Crédito: Pixabay |
Mons. Fernández expone que, en nuestra oración de petición,
suceden generalmente dos situaciones: o nos falta confianza en Dios o sentimos
que “pedimos y pedimos y no nos conceden lo que pedimos”.
A este respecto, señala que “en nuestra mentalidad
automática, echar
la moneda y que no salga el producto, nos lleva a la conclusión de que la
máquina no funciona. O Dios no funciona”.
Sin embargo, alienta el Obispo, “la
oración de petición es siempre eficaz. Dios siempre nos
escucha”. Otra cosa es el momento de la respuesta, que puede demorarse “porque
quiere ensanchar nuestro deseo”, “disponer nuestra voluntad” mejor al don que
se va a recibir.
También es posible que “aquello que pedimos no se nos concede,
porque nos conviene”.
¿Qué significa pedir a Dios?
El Obispo de Córdoba se detiene a explicar tres significados de la
oración de petición.
El primero es que pedir
significa saberse necesitado porque “cuando uno va sobrado
por la vida, no pide. La oración de petición nos pone en humildad”. Esta toma
de conciencia de pequeñez ante Dios providente “es uno de los frutos infalibles
de toda petición. Aunque sólo fuera por eso, hemos de pedir continuamente”,
explica el Prelado.
En segundo lugar, Mons. Fernández explica que “pedir alimenta en nosotros la
confianza en Dios”. La invitación evangélica “pedid y se os
dará” es porque Jesús “quiere que confiemos cada vez más en Dios”.
“Él nos encomienda una misión y nos promete su gracia. Es necesario por tanto
acudir continuamente a su ayuda”, insiste el Obispo.
El tercer significado que glosa el Prelado está relacionado con la
constancia: “Pedir
significa insistir”, señala antes de advertir que en esa
perseverancia “se nos puede ir la vida entera”.
La razón de la insistencia “no es porque Dios sea tacaño o
dispense sus dones a cuentagotas”, sino porque “la insistencia y la
perseverancia por nuestra parte nos van disponiendo a recibir lo que Dios
quiere conceder”.
Por Nicolás Cárdenas
Fuente: ACI Prensa