Pentecostés es para los cristianos la tercera fiesta del calendario en importancia, después de la Vigilia de Pascua y la Navidad
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| Los bomberos de Roma lanzan cerca de siete millones de pétalos de rosa para celebrar la venida del Espíritu Santo. |
Millones de creyentes en todo el mundo procuran celebrar este día
a la altura que merece la venida del Espíritu Santo. Mientras que en las
iglesias francesas las trompetas suenan para conmemorar el poder del Paráclito, en Roma son los pétalos de rosas
los que caen en forma de lluvia en el Panteón de Agripa. Las vestiduras
rojas de los católicos, las blancas de los recién bautizados ingleses, o las
verdes de las iglesias ortodoxas, revisten a esta fiesta del grado de
importancia que tiene.
"Lluvia de pétalos"
en el Panteón
Cada día de Pentecostés, alrededor de las doce de la mañana,
centenares de curiosos se abren hueco en el Panteón de Agripa para contemplar
uno de los espectáculos más originales de Roma. Tal y como marca la tradición, durante aproximadamente cinco
minutos, siete millones de pétalos, de rosa roja, llueven desde el óculo
central del Panteón, como símbolo del descenso del Espíritu Santo.
Se trata de una metáfora en la que los pétalos encarnan las llamas
con las que el Espíritu Santo se manifestó a los discípulos. Sin embargo, esta celebración no sería posible
sin la gran intervención del cuerpo de bomberos de Roma. Después de escalar
los 43,44 metros de altura que tiene el templo, esta brigada se asoma a la
abertura, de 9 metros de diámetro, para lanzar los pétalos.
Al parecer, esta tradición podría tener sus orígenes en la Edad
Media, y se remontaría al 609 d.C., cuando el Panteón fue donado por el
emperador al Papa Bonifacio IV. Tras haber sido suspendida durante varios
siglos, en 1995 el
ayuntamiento de Roma restauró esta celebración, con la única
diferencia de que la evocadora lluvia de pétalos ya no se llevaría a cabo
durante la ceremonia, sino al final de la misa.
Iglesias ortodoxas llenas de
ramas
Para los ortodoxos la fiesta de Pentecostés se conoce como la
fiesta de la Santísima Trinidad. Esta festividad se celebra cincuenta día
después de la Pascua, según tenga lugar la vigilia de la Resurrección en su
propio calendario. En los días de Pentecostés es habitual ver al clero ortodoxo con vestimentas verdes y el
suelo de las iglesias cubierto con hierba segada. Los creyentes llevan a
los templos toda clase de ramas para bendecir y luego decoran sus hogares con
ellas. El verde de esta fiesta simboliza la Vida Eterna y es el color que
representa al Espíritu Santo.
Las carreras de caballos de
"Whitsunday"
"Whitsunday" es el nombre que se utiliza en Gran
Bretaña, y en gran parte del mundo anglosajón, para llamar al domingo de
Pentecostés. Según una interpretación, esta denominación podría derivar de las vestiduras
blancas que usan los que esperan ser bautizados durante ese domingo.
Además, en Inglaterra, las vestimentas blancas, en lugar del rojo habitual en
los católicos, siempre fueron las más utilizadas ese día.
Para los ingleses, la semana de Pentecostés era, además, un
momento conveniente para hacer un parón en la frenética actividad del país. En
la mayoría de las tierras, los villanos estaban exentos de cumplir con su labor
durante esta semana, los
molinos se paraban para limpiarse y las fábricas de algodón cerraban para dar
vacaciones a los hombres que iban a las carreras, y a las mujeres que
abarrotaban los mercados mirando escaparates, en lo que se conocía como el
"domingo boquiabierto".
En el noroeste de Inglaterra, las ferias, concursos y desfiles con
bandas de música, donde las niñas visten de blanco, se siguen celebrando hoy en
día. Pero la tradición más
importante de estas fechas siempre ha sido las carreras de caballos. En
Manchester, por ejemplo, durante el siglo XVII, fueron el gran evento del año.
El Lunes de Pentecostés fue reconocido oficialmente como feriado bancario en el
Reino Unido en 1871, pero perdió este estatus en 1972 cuando se creó el Spring
Bank Holiday fijo.
"Multas de cera" al
son de dulzainas
En España, Pentecostés, no es fiesta nacional, pero siempre ha
sido una celebración muy importante. Existen varios lugares de la geografía en
los que se celebra de manera bastante especial. La celebración más famosa tiene
lugar en Almonte (Huelva), donde los devotos saltan la reja que protege a la Virgen del Rocío, y,
posteriormente, sacan a la Madre de Dios del templo en procesión. Una
romería multitudinaria en la que miles de personas y hermandades de toda España
y Europa peregrinan a caballo hasta la aldea.
En el pueblo de Atienza, en la provincia de Guadalajara, tiene
lugar otra fiesta llamada La Caballada. Esta celebración ha sido declarada
Fiesta de Interés Turístico Nacional, y llama la atención como los cofrades,
montados a caballo, realizan carreras y sacan a la Virgen de la Estrella en
procesión al son de dulzainas y tamboriles. Los miembros de la cofradía deberán seguir al pie de la letra
unas ordenanzas que cuentan con siglos de antigüedad para no ser multados en
forma de celemines de trigo, libras de cera o cuartillos de vino por
el cofrade mayor.
Juan Cadarso
Fuente: ReL
