La hermana Alicia Torres explica que su vocación está "íntimamente ligada al Bautismo y a la Eucaristía", de los que se nutre para apoyar a las personas que encuentra y que viven "incluso en las situaciones más adversas"
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| Sor Alicia Torres, Hermana Franciscana de la Eucaristía |
Su compromiso
en la escuela para acompañar a los niños al conocimiento de Jesús y para la
formación de sacerdotes aptos para predicar la Eucaristía
Todo empezó
cuando Alicia Torres estaba matriculada en cursos de licenciatura de la Loyola
University. Teología y Bioética estaban en su menú académico. Pero durante este
periodo Alicia empezó también a pasar bastante tiempo en adoración eucarística.
Un tiempo que después se reveló precioso y que la condujo a crear una
“verdadera relación con Él”. No solo la Eucaristía se volvió a sus ojos más
“verdadera” sino sobre todo que su fe, hasta entonces muy intelectual, se
transformó en “una fe del corazón: ¡este es Jesús!”. Fue solo el inicio: cuanto
más “reales” se volvían su vida y su participación en la misa, más sentía
crecer en ella una progresiva e irrenunciable “invitación a ser totalmente del
Señor, haciéndose monja”.
Los planes del
Señor son perfectos
Se unió así a
una nueva fundación, las franciscanas de la Eucaristía de Chicago. Alicia
todavía hoy se pregunta cómo el Señor la quiso conducir a esta especial forma
de vida religiosa entre Jesús sacramentado y la realidad ardiente de la
pobreza, porque antes nunca había tenido ningún contacto con la realidad del
servicio a los pobres. Pensó que en el fondo esta nueva misión fuera un
desarrollo del empeño en los movimientos por la vida, en los que se había
comprometido desde la época del instituto. Sea como fuere, hoy mirando hacia
atrás a sus 13 años de compromiso y vida en esta congregación religiosa, no
puede dejar de observar con asombro que “¡los planes del Señor para mi vida son
perfectos!”.
El fuerte
vínculo entre San Francisco y la Eucaristía
Sor Alicia,
mirando a su vocación, nos explica cuál es la conexión entre el carisma de san
Francisco de Asís y la Eucaristía: “Muchos no conocen la profunda gracia
eucarística que caracterizaba la personalidad espiritual de san Francisco.
Después del Concilio Lateranense IV escribió una carta a cada sacerdote del
mundo para enfatizar la práctica del respeto y de la reverencia a la
Eucaristía, que se había aconsejado por los padres conciliares”. Para sor
Alicia y sus hermanas la misión con los pobres a través de la enseñanza y la
evangelización se sostiene a través de una especial “relación con Jesucristo en
la Eucaristía”. “Hay una increíble y poderosa relación entre el Señor y su
presencia en la Eucaristía, y entre esta y su pueblo, sobre todo con los
pequeños, los pobres y los que sufren”.
La experiencia
con los niños
Sor Alicia vive
y trabaja como profesora de religión en un pobre suburbio de Chicago. “La
Eucaristía está en el corazón de mi clase, es el corazón de la experiencia
religiosa de mis niños”. Una experiencia que testimonia que invitar a los niños
al encuentro con el Señor les conduce después necesariamente a creer y apreciar
la presencia de Jesús en el sacramento. “Dos meses después de la lección sobre
la Eucaristía, pedí a uno de mis niños, que tiene alguna dificultad de
expresión, hacer un dibujo sobre Jesús. Él dibujó un círculo con una cruz en el
centro. Le pregunté qué había dibujado y él me respondió con naturalizad y
complacencia ‘¡Dios!’”.
Formar a los
sacerdotes para que sean predicadores de la Eucaristía
La misión
eucarística de sor Alicia ahora se está desarrollando a escala nacional a
través de una iniciativa de los obispos estadounidenses que involucra a
sacerdotes predicadores de la Eucaristía, con motivo del National Eucharistic
Revival que iniciará el próximo 19 de junio, fiesta del Corpus Domini, para
concluirse con el congreso eucarístico nacional del próximo año. La religiosa ha
empezó a trabajar en el comité ejecutivo de este proyecto ya desde el verano
pasado “junto a muchos otros maravillosos líderes del catolicismo laico”,
asignándole el papel específico de la formación de los sacerdotes llamados a
convertirse en “predicadores eucarísticos nacionales”. Ha sido increíble –
continúa sor Alicia – ver cómo los sacerdotes se hayan adherido con entusiasmo
a esta nueva misión; y cómo esta haya contribuido a renovar su vocación
sacerdotal, que goza de la especificidad de llevar al pueblo a la Eucaristía, y
la Eucaristía al pueblo. Pero ha sido muy útil también para mí como edificación
de mi ser religiosa, haciéndome comprender mejor mi papel específico en la
Iglesia, a través de algo tan esencial como la Eucaristía”.
Sor Alicia
describe la propia vocación íntimamente conectada al Bautismo y a la
Eucaristía, y a la relación inseparable entre los dos sacramentos. “No puedo
imaginar una vida diferente del acompañamiento de hombres y mujeres en las
circunstancias más difíciles de su existencia, suscitando en ellos un suspiro
de esperanza también en las situaciones más adversas. También en este lugar
donde ahora vivo, donde los disparos de armas están a la orden del día. Pero
nunca tengo miedo, porque sé que he sido llamada aquí por el Señor y que Jesús
está íntimamente unido a mí, y es mi fuerza”.
De Bernadette
Reis
Vatican News
