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En la audiencia general del primer miércoles de junio, el
Pontífice dirigió un apremiante llamamiento para que se resuelva el bloqueo de
las exportaciones del trigo de Ucrania, uno de los mayores productores del
mundo de este alimento básico y se garantice el derecho humano universal a la alimentación
“Es muy preocupante el bloqueo de las exportaciones de
trigo de Ucrania, de las que depende la vida de millones de personas,
especialmente de los países más pobres.”
Un apremiante llamamiento dirigió
el Papa Francisco a la comunidad internacional el primer miércoles de junio,
antes de concluir la audiencia general, celebrada en una soleada plaza de San
Pedro repleta de fieles. El pensamiento del Pontífice se dirigió a la difícil
situación consecuencia de la guerra que desde hace ya más de tres meses ha
crucificado a Ucrania provocando muerte y destrucción y que la ve también
afectada por la crisis del trigo, bloqueado en los puertos ucranianos,
que adquiere cada vez más protagonismo a nivel diplomático.
“Dirijo un apremiante llamamiento
para que se hagan todo esfuerzo para resolver esta cuestión y para garantizar
el derecho humano universal a la alimentación. ¡Por favor, que no se use el
trigo, alimento básico, como arma de guerra!”
Uno de los
principales graneros del mundo
Ucrania está considerada como uno
de los principales "graneros" del mundo y de sus exportaciones de
cereales dependen las necesidades alimentarias de muchos países, especialmente
de Europa, Oriente Medio y África.
Es el cuarto exportador mundial
de maíz y el quinto exportador mundial de trigo. De hecho, el país de este
europeo transporta, a través de sus puertos, cerca de 6 millones de toneladas
de cereales y granos al mes.
El Programa Mundial de Alimentos
de las Naciones Unidas, ha advertido de las terribles consecuencias si no se
abren los puertos ucranianos, instando a una "solución política" ya
que el cierre de los puertos ucranianos en el Mar Negro continúa amenazando la
provisión de alimentos y millones de vidas en todo el mundo.
Sin esta solución, la amenaza a
la seguridad alimentaria mundial planteada por la guerra en curso resultará en
“hambruna, desestabilización de las naciones, así como la migración masiva por
necesidad”, dijo el Director Ejecutivo del WFP, David Beasley. ‘No abrir esos
puertos en el Mar Negro es una declaración de guerra a la inseguridad
alimentaria global’.
En este momento, Ucrania tiene
millones de toneladas de cereales bloqueadas en sus silos y carece de más
espacio para almacenar los cereales de las próximas cosechas.
Cecilia Mutual
Vatican News