Pronóstico a distancia
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Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Hace un par de
días, unos amigos, que habían estado podando los árboles de su jardín, nos
trajeron la leña para alimentar nuestra gloria. Evidentemente, se trata de un
regalo “de futuro”, ¡hay que esperar al invierno que viene, para que esté bien
seca!
Entre las ramas,
había de todos los tamaños y estilos. Mientras las mirábamos, sor Carmen,
señalando una particularmente gruesa, me comentó:
-¡Qué sano está
ese árbol!
-¿Y cómo lo
sabes, si no lo has visto? -pregunté divertida.
-Solo hay que
ver el centro de la rama, ¿no ves qué color tan claro tiene? ¡Eso es que está
fenomenal!
Lo cierto es
que no tenía ni idea de ese detalle. Yo me estaba fijando más en la corteza de
la rama, que era oscura, rugosa… Rápidamente me había imaginado un árbol
despeluchado, ¡¡pero resulta que el verdadero diagnóstico se ve por dentro!!
Y si es fácil
equivocarse al juzgar a un árbol, ¡cuánto más al juzgar a una persona! Podemos
quedarnos en “la corteza rugosa y oscura”… cuando la verdadera riqueza está en
el corazón. ¡Y eso es lo que mira Jesús!
De este modo,
donde el fariseo murmura contra la mujer llamándola “pecadora”, Él la defiende
y la perdona porque “ha amado mucho” (cfr. Lc 7, 37). Y, donde otros ven un
traidor colaboracionista con los romanos, Jesús ve a Leví, y, mirándole con
cariño, le invita a seguirle…
Cristo no se
queda en la corteza: Él mira más allá, conoce nuestro corazón. Y, ¿sabes qué?
En la Biblia, “conocer” es sinónimo de… “amar”. ¿Se te ocurre algo más
impactante que esto? Jesús conoce todo lo que hay en tu interior, incluso esa
madera menos clara… lo conoce todo y, conociéndote a fondo… te ama.
No es posible
decepcionar a quien te ama así. Quien conoce todo lo tuyo y, con todo, apuesta
por ti… no se echará atrás en su elección. O, en otras palabras: porque Jesús
te conoce a fondo… puedes descansar en su amor.
Hoy el reto del
amor es mirar más allá de la corteza. En primer lugar… ¡de la tuya, querido
árbol! Te invito a que hoy, ante cualquier fallo, no te juzgues, sino que
aproveches ese momento para mirar a Cristo y decir: “Y, con esto, ¡me amas!”.
Disfruta de su amor incondicional y, si encuentras alguna rama un tanto
retorcida hoy, ¡mírala con los ojos de Cristo! Pues no sabes el color de la
madera de su interior… ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
17 mayo 2022
Fuente:
Dominicas de Lerma