En un Mensaje dirigido a la Comisión Católica Internacional para las Migraciones, Francisco insta a la Iglesia a "servir a todos" y a "trabajar incansablemente por la construcción de un futuro en paz"
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| Desplazados ucranianos (AFP or licensors) |
Un
sincero agradecimiento por el trabajo realizado en los últimos 70 años, en
particular, por la ayuda a las Iglesias para responder a los desafíos del
desplazamiento masivo causado por la guerra en Ucrania, “el mayor movimiento de
refugiados que se ha producido en Europa desde la Segunda Guerra Mundial": es
el que expresa el Papa Francisco en un Mensaje a los participantes en el
Consejo Plenario de la Comisión Católica Internacional para las Migraciones,
reunido en estos días para “elegir el nuevo cuadro directivo de la Comisión,
aprobar los nuevos estatutos y determinar las líneas operativas para los
próximos años”.
En
el texto, el Papa también menciona "a los millones de solicitantes de
asilo, refugiados y desplazados en otras partes del mundo, que necesitan
desesperadamente ser acogidos, protegidos y amados":
“Como Iglesia queremos servir a todo el mundo y
trabajar incansablemente por la construcción de un futuro de paz. ¡Ustedes
tienen la posibilidad de dar un rostro a la caridad laboriosa de la Iglesia
para con ellos!”
Una red para ayudar a migrantes y refugiados
En
primer lugar, Francisco recuerda el objetivo de la Comisión, fundada por el
Venerable Papa Pío XII, en 1951: “formar una red entre las Conferencias
Episcopales del mundo entero, que pudiera asistirlas en su servicio pastoral a
los migrantes y refugiados”.
La
Comisión es una expresión colegial de la acción pastoral, en el ámbito
migratorio, de los obispos que, en comunión con el Papa, participan en su
"atención a la Iglesia universal en un vínculo de paz, de amor y de
unidad" (Lumen Gentium, 22).
El
Santo Padre evidencia que en la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium,
la Comisión Católica Internacional para las Migraciones, “es mencionada y
colocada entre las competencias del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo
Humano Integral (cf. Art. 174 § 2), para que su naturaleza y misión sean
salvaguardadas de acuerdo con sus principios originales”. Y añade:
En
el Consejo Plenario ustedes representan oficialmente a las Conferencias
Episcopales que han dado su adhesión a la Comisión. Su voluntad de colaborar
juntos para acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes y refugiados
se ve confirmada por su presencia.
La misión ad intra y ad extra de la Comisión
En
la segunda parte del Mensaje, el Papa describe la “misión eclesial de la
Comisión” que se desarrolla en dos direcciones: ad intra y ad extra.
Ad
intra, “está llamada a ofrecer una asistencia cualificada a las Conferencias
Episcopales y a las Diócesis que tienen que responder a los numerosos y
complejos desafíos migratorios de la actualidad”, explica el Pontífice.
Por
ello, se compromete a fomentar el desarrollo y la puesta en marcha de proyectos
de pastoral migratoria y la formación especializada de agentes pastorales en
ámbito migratorio, siempre al servicio de las Iglesias particulares y según sus
propias competencias.
Ad
extra, precisa, “la Comisión está llamada a responder a los desafíos globales y
a las emergencias migratorias con programas específicos, siempre en comunión
con las Iglesias locales”.
Además, añade el Papa, “está encargada de desarrollar
actividades de promoción como organización de la sociedad civil en el ámbito
internacional. La Comisión compromete a la Iglesia y trabaja por una mayor
sensibilización internacional sobre las cuestiones migratorias para promover el
respeto de los derechos humanos y la promoción de la dignidad de las personas
según las orientaciones de la doctrina social de la Iglesia”.
Cecilia
Mutual
Vatican
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