HOY EL RETO DEL AMOR ES PREPARAR TU REGALO PARA TU MADRE

Cosas de madres

Dominicas de Lerma

Ayer recibimos una visita inesperada. Nos avisaron de que un grupo de frailes estudiantes de la provincia de Santa María Magdalena de los dominicos de Francia querían pasar a saludar a la comunidad.

Cuando llegaron, nos avisaron a todas y fuimos al locutorio a saludarles. Nos encantó conocer a este grupo de jóvenes que nos fueron contando su vocación, lo que hacían en el apostolado...

Durante todo el tiempo, su maestro tenía que ir traduciendo simultáneamente, ya que ellos hablaban francés y nosotras no lo comprendíamos.

Y después, cuando nosotras les compartimos sobre nuestra vida, sucedía igual: también tenía que ir traduciéndonos para que ellos pudieran saber lo que decíamos.

Fue una tarde muy agradable, en la que se experimentaba con fuerza cómo el Señor sigue llamando a jóvenes, primero, a encontrarse con Él, y después, a darle una respuesta de una u otra manera.

Cuando llegaba el final de la visita, decidimos concluirla cantando juntos a la Virgen la Salve Dominicana.

Ellos dieron en tono y, monjas y frailes, cantamos a la Virgen a una sola voz. Aquello me impactó. Fue el único momento en el que no necesitamos intérprete. Y es que el lenguaje del amor lo entendemos todos. No era porque fuese en latín, ni siquiera porque era la Salve propia de nuestra Orden… Era porque estábamos cantando todos juntos a nuestra Madre, mirándola a ella.

¡El lenguaje del amor lo entendemos todos! María fue la primera que enseñó a Jesús, fue la primera que le amó, que le cuidó… y de Ella hemos recibido el mayor regalo.

Quedan pocos días para el día de la madre, así que hoy el reto del Amor es preparar tu regalo para tu madre. La madre que te dio la vida, y también esa madre que te ha acompañado en el camino de la vida, la persona que ha sabido levantarte cuando estabas caído… En definitiva, esa persona que te ha enseñado el lenguaje del amor, esa persona que te ha regalado a Cristo.

VIVE DE CRISTO

¡Feliz día!

29 abril 2022

Fuente: Dominicas de Lerma