Protección total
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Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Bajaba la escalera
cargada con un montón de ropa de abrigo. Había cogido todo deprisa y sin
colocar, y lo llevaba de malas maneras, tratando de no perder nada por el
camino.
Al llegar
abajo, justo al pie de la escalera, encontré una caja enorme. ¡Era mi
oportunidad! Dejé caer toda la ropa sobre la caja, con intención de aprovechar
la “mesa improvisada” para colocar un poco toda la carga.
Tan solo cometí
un error: dejé mi tableta al lado del montón de ropa. Evidentemente la “mesa”
no era muy estable y, en uno de mis movimientos… ¡¡la tableta se fue al suelo!!
¡¡Mi herramienta de trabajo!!
Al borde del
infarto, la recogí… comprobé que la funda se había partido… contuve la
respiración mientras apretaba el botón de desbloquear y… ¡¡¡funcionaba
estupendamente!!! ¡Ni un solo rasguño!
¡Cómo me
impresionó esto! Y, al instante, esa funda partida comenzó a señalarme el
misterio que vamos a vivir…
Porque esto es
lo que sucede en la Pasión de Cristo. Él es la funda rígida… que se deja partir
para que nada te rompa a ti.
Tal vez sientas
muchos golpes, quizá experimentas que la vida “te tira al suelo”, hay momentos
en que “caemos de la mesa”… Es verdad. La funda no evitó la caída de mi
tableta. Pero estaba ahí, cayendo con ella. Poniéndose delante para frenar el
golpe. Quebrándose para que ella saliese ilesa.
Cristo ha
tomado todo lo que te pesa, todo lo que te hiere. No se aparta, sino que sufre
cuando te ve llorar. Y te ama tanto… que abraza la peor de las muertes por
darte vida. Para ponerte de nuevo en pie. Para que sigas caminando. Porque tú
vales para Él mucho más de lo que te atreves a imaginar.
Estos días, la
Iglesia nos invita a contemplar cómo Cristo se quiebra del todo, por ti, por
mí… sin medida. Vales hasta la última gota de su sangre. No fueron los clavos,
sino el amor, lo que mantuvo a Cristo unido a la cruz.
Si seguimos en
pie… es por Él.
Hoy el reto del
amor es dar gracias al Señor por poder celebrar estos días santos. Dale gracias
porque Él no se ha apartado, sino que ha querido vivir contigo cada
sufrimiento, cada dificultad… porque Él, tantas veces, te ha protegido sin que
quizá te hayas dado cuenta. Tal vez aún no lo veas, pero créeme: Él frena tus
golpes, es tu Escudo… tu Vida.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
12 abril 2022
Fuente:
Dominicas de Lerma