El santuario del Opus Dei ha invertido 1,8 millones de euros para convertir un antiguo almacén en un espacio museográfico donde se unen tecnología de vanguardia y fe
Foto: José Calderero de Aldecoa |
Casi 50 años después es posible volver a escuchar al santo aragonés, quien dialoga con la Virgen María en un impactante videomapping estrenado recientemente por el santuario mariano y elaborado por la empresa Playmedia. En él, san Josemaría va preguntando a la Madre de Jesús cómo seguir acercando almas a Dios en pleno siglo XXI, y Ella va utilizando las diferentes escenas del retablo del templo para responder.
El videomapping cuenta con distintos formatos en función del tiempo litúrgico –ahora en Cuaresma el protagonista es el centurión Longinos–, pero siempre parece dotar de vida al retablo, lo que deja en el espectador una honda impresión. A uno le entran ganas de tratar más a la Virgen, y ser mejor persona, independientemente de sus creencias. Doy fe yo, que acabo de disfrutar de la experiencia, y Amina, una visitante que no es católica: «Estoy impresionada. Me quedo con ese mensaje que transmite de estar más disponible para los demás, de cuidar a los otros, y su mensaje de amor».
Fernando Torres, alcalde de Barbastro, –ciudad donde nació san Josemaría y que está situada a pocos kilómetros de los riscos entre los que se encuentra el santuario–, habla, sin embargo, de la «paz y tranquilidad» que desprende el espectáculo y de la «belleza extraordinaria del retablo».
Junto al videomapping, Torreciudad ha invertido 1,8 millones de euros –provenientes en su totalidad de donativos– para convertir un antiguo almacén de materiales de construcción en un nuevo espacio museográfico de última generación que combina tecnología de vanguardia y fe. «Es una maravilla. Impacta profundamente, incluso a aquellos que, siendo no creyentes, lo han visitado por curiosidad. Lo sé a ciencia cierta», asegura el alcalde.
El «único objetivo es sacar fruto a la inversión», pero no económico, sino espiritual: «Que la gente que lo vea se pueda acercar al Señor a través de la Virgen», confiesa el nuevo rector del santuario, Ángel Lasheras, cuyo despacho se encuentra muy cerca del altar exterior desde el que se celebra la Misa durante la conocida Jornada Mariana de las Familia, que reúne cada año, en septiembre, a cerca de 10.000 personas.
El nuevo espacio museográfico incide en este objetivo incluso de forma literal, pues, cuando el visitante, por ejemplo, se pone las gafas de realidad virtual –que es uno de los dispositivos con los que cuenta el espacio Vive la experiencia de la fe– se traslada inmediatamente a los primeros años del cristianismo. Allí aparecen, delante de uno, el mismo Jesús, su madre o san Juan, que con sus palabras hace una actualización de la historia de Cristo.
«Los católicos quizá estamos demasiado acostumbrados a unas experiencias de primer anuncio un tanto rancias o anticuadas», opina Rubén Francisco Moro, encargado de Pastoral del Colegio Mayor Jaime del Amo –vinculado a los claretianos–, por eso, «que haya gente que invierta dinero y que utilice la tecnología más puntera en este ámbito es algo que nos debería hacer reflexionar a todos. Visita muy recomendable», concluye Moro, que acaba de pasar por allí junto a doce jóvenes del colegio mayor.
José Calderero de Aldecoa
Fuente: Alfa y Omega