Un cambio de color
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Llevo dos días
mirando por la ventana y no dejo de asombrarme del fenómeno que hemos vivido
estos días. De repente, miraba al cielo y todo eran tonos ocres, miraba al
suelo y también. No se veía otro color: el césped ya no era verde, sino ocre,
la acera de cemento gris, también era ocre, el perro teñido de ocre… todo se
había cubierto de color marrones-ocres con la tormenta. Nunca antes lo había
visto y mi asombro es grande.
Al bajar a
trabajar le decía al Señor qué impresionante es la naturaleza y cómo todo puede
cambiar, aunque solo sea por unas horas. Y es que así es nuestra vida de fe. Tu
fe en Jesús hace que todo cambie. Muchas veces no sabes ni cómo ni cuándo, pero
Jesús envía el viento de Su Espíritu Santo que hace que todo se transforme: da
vida donde no la hay, pone esperanza donde hay miedo, alegría donde hay
tristeza.
La fe en Jesús
no hace fácil las cosas, las hace posibles. Donde tú no llegas, Jesús sí llega
por ti. Lo que no tienes que hacer es rendirte, desespérate. La desesperación
nunca viene del Señor, viene del maligno.
El mal lo que
quiere es que desconfíes del Amor de Dios, que pienses que las cosas malas que
te suceden es porque Dios, en vez de amarte, te deja a tu suerte. Si das paso a
estos pensamientos lo que ocurre es que empiezas a dudar de Su Amor y la
desconfianza y desesperanza entran en nuestro corazón. Es cuando nosotros
mismos tiramos la toalla. Por ello, Jesús nos da su Espíritu para que nuestro
corazón no desfallezca, no dude de Su Amor. Tenemos la certeza de que el mal
está vencido en la cruz de Cristo. Jesús con Su muerte y Resurrección ha
vencido toda desesperanza y nos da su vida.
No tengas miedo
de ver todo a tu alrededor teñido de color. Confía en Cristo, la victoria es de
nuestro Dios. Todo está vencido y ganado en la cruz de Cristo, mírala y recibe
de ella la gracia para vivir con esperanza.
Hoy el reto del
amor es coger en tu mano un crucifijo y mirarlo un rato, pídele que ponga en tu
corazón la certeza de la fuerza de la Cruz. Que te muestre el Amor que Èl tiene
por ti.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
18 marzo 2022
Fuente:
Dominicas de Lerma