“Todos los viernes, a no ser que coincidan con una solemnidad, debe guardarse la abstinencia de carne, o de otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal”
| Imagen referencial. Crédito: Pixabay / Dominio público |
Muchos saben que todos los viernes del tiempo de Cuaresma los
católicos practican la abstinencia, por lo que no comen carne, pero entre
algunos es poco conocido que esta costumbre penitencial se extiende a todos los
viernes del año.
En el canon 1250 del Código de Derecho Canónico, la ley de la
Iglesia, se señala que “en la Iglesia Universal, son días y tiempos penitenciales
todos los viernes del año y el tiempo de cuaresma”.
A continuación, en el canon 1251, el Código de Derecho Canónico
indica que “todos los
viernes, a no ser que coincidan con una solemnidad, debe guardarse la abstinencia de carne, o de
otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal”.
Además, precisa que “ayuno y abstinencia se guardarán el miércoles de Ceniza y
el Viernes Santo”.
En declaraciones a ACI Prensa, el P. Juan Manuel Góngora,
sacerdote de la diócesis española de Almería y que cuenta con más de 43 mil
seguidores en su “parroquia tuitera”, explicó este viernes 18 de febrero que “al igual que cada viernes del año
tenemos presente los sufrimientos del Señor a través de
los misterios dolorosos del Santo
Rosario y la contemplación del Vía Crucis”.
“Especialmente en Cuaresma, nuestra Madre la Iglesia nos
propone preceptivamente otra virtuosa manera de acercarnos a la pasión de
Cristo”, indicó.
El P. Góngora indicó que aunque esta práctica penitencial “puede ser sustituida
por otras prácticas piadosas como leer las Sagradas Escrituras o hacer
limosna, la
abstinencia de carne cada viernes es una laudable tradición que
nos ayuda a exteriorizar nuestra unión al misterio de la salvación llevado a
cabo en el Calvario”.
Esto, destacó, es especialmente importante “en el contexto de esta
sociedad materialista”.
Para el sacerdote español “algo tan sencillo” como la abstinencia
“es un buen recordatorio para saber discernir lo verdaderamente importante
y no dejarnos
llevar por nuestras propias esclavitudes”.
Por David Ramos
Fuente: ACI Prensa