Lucha contra la tentación, la Biblia tiene maravillosas promesas para los vencedores
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El demonio no soporta saber que Dios está
contigo, que custodias como un tesoro tu estado de gracia.
Sabe que nada puede contra los que viven en la presencia de Dios,
pues sus ángeles están prestos a rescatarte. Por eso la cercanía de los hijos
de Dios con su padre celestial le desespera.
El demonio desprecia la pureza, la
santidad y la humildad.
Tú resiste. No caigas en sus trampas.
Para resistir: el Rosario
¿Tienes una tentación que te
mortifica? Da la batalla. No caigas en ella. A mí me ayuda mucho rezar
el rosario. Me da paz y la certeza de saber que la siempre Virgen María está
cuidando de nosotros.
“Estén
alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero
el cuerpo es débil”.
Mateo 26,41
Sé que estás a punto de caer en esa
tentación, resiste.
Resiste al demonio
El diablo ha salido en busca de almas y no soportó la tuya, porque
brillaba en su pureza y santidad, estabas lleno de Dios.
Sabes bien que hará lo imposible para alejarte de Él,
rompas esa maravillosa amistad y te alejes de la gracia.
Nada puede el demonio contra el que resiste y vive en la presencia
de Dios. Tienes la potestad de negarte a pecar y decirle a esa tentación: “No
lo haré, no deseo ofender a un Dios tan bueno”.
Nadie puede obligarte a pecar. Lo haces voluntariamente, sabiendo
que ofendes a Dios, casi siempre buscando unos minutos pasajeros, de placer.
¿Qué promesa tiene la Biblia para los vencedores? La respuesta
está en Santiago 1,12 y en la Primera Carta a los Corintios (10,13):
Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir
aprobado, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a quienes lo aman
Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea
común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean
tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la
tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir
Amable lector de Aleteia. El demonio anda tras tu alma. ¿Vas a
dejar que te lastime? No le des ese gusto.
Batalla por la pureza de tu corazón, evita los momentos que sabes
que podrían hacerte caer. Y ten contento a Dios con tus actos, pensamientos y
palabras.
¡Ánimo! ¡Dios te bendiga!
Claudio de Castro
Fuente: Aleteia