Una vez más el Papa Francisco pidió, a la hora del rezo del Ángelus dominical, que los poderosos detengan las armas y pongan fin a la guerra actualmente en curso en territorio ucraniano tras los ataques de Rusia que iniciaron el pasado 24 de febrero
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Después de haber rezado la oración mariana del Ángelus este domingo 27 de febrero, junto a los fieles reunidos en la plaza de San Pedro, el Papa renovó una vez más su incansable llamamiento por la paz ante la guerra que se está desarrollando en territorio ucraniano desde los ataques iniciados por Rusia, el pasado el 24 de febrero.
"En
estos días nos hemos conmocionado por algo trágico: la guerra. Una y otra vez
hemos rezado para que no se tome este camino. Y no dejamos de hablar; al
contrario, rogamos a Dios con más intensidad", dijo Francisco.
2 de marzo: Jornada de oración por la paz en Ucrania
Asimismo,
el Papa recordó su invitación para que el 2 de marzo, Miércoles de Ceniza,
todos nos unamos en un día de oración y ayuno por la paz en Ucrania: "Un
día para estar cerca del sufrimiento del pueblo ucraniano, para sentir que
todos somos hermanos y para implorar a Dios el fin de la guerra", añadió.
Por
otra parte, el Santo Padre hizo hincapié en que, quien hace la guerra se olvida
de la humanidad:
"No
parte del pueblo, no mira la vida concreta de las personas, sino que antepone a
todo, los intereses partidistas y el poder. Se confía a la lógica diabólica y
perversa de las armas, que es la más alejada de la voluntad de Dios. Y se aleja
de la gente común, que quiere la paz; y que en todos los conflictos -la gente
común- es la verdadera víctima, que paga en su propia piel las locuras de la
guerra".
Dios está con los que hacen la paz
Por
ello, Francisco dedicó un pensamiento especial a los ancianos que en este
momento buscan refugio y a las madres que huyen con sus hijos:
"Son
hermanos y hermanas para los que es urgente abrir corredores humanitarios y que
deben ser acogidos", aseveró.
Finalmente,
con el corazón roto por lo que está ocurriendo en Ucrania y sin olvidar las
guerras en otras partes del mundo, como Yemen, Siria, Etiopía; el Papa pidió
nuevamente por la paz:
"¡Que callen las armas! Dios está con los que
hacen la paz, no con los que usan la violencia. Porque quienes aman la paz,
como dice la Constitución italiana, repudian la guerra como instrumento de
agresión contra la libertad de otros pueblos y como medio de solución de las
controversias internacionales", concluyó.
Sofía
Lobos - Ciudad del Vaticano
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