ASÍ AYUDA LA IGLESIA EN ESPAÑA A UCRANIA

Cada hora que pasa, la agresión de Rusia a Ucrania se recrudece y, como sucede en todas las guerras, quien siempre paga los platos rotos es la población civil.

Foto: AFP/JANEK SKARZYNSKI
La solidaridad europea se ha activado y con ella numerosas organizaciones civiles y eclesiales. La Iglesia en España se ha puesto manos a la obra y es posible colaborar con aportaciones a las entidades especializadas en la atención a emergencias.

A través de caritas.es/emergencias/caritas-con-ucrania/ es posible colaborar con una aportación económica que llegará hasta Cáritas Ucrania para prestar ayuda a los afectados en el terreno. La campaña ‘Cáritas con Ucrania’ pretende canalizar así la solidaridad de los donantes españoles. 

Cáritas señala que, en este momento, son necesarios los fondos para tiendas, alquiler de espacios, generadores, fuel para calentar, sillas y mesas, kits de higiene, mantas y esterillas, kits de deporte y juegos para niños. 

Cáritas Española ha movilizado una primera aportación de 25.000 euros para apoyar el plan de respuesta de emergencia de Cáritas Ucrania. Cáritas Española trabaja en Ucrania desde 2010, apoyando proyectos de acción social y de emergencia como la ayuda a personas con discapacidad o a familias necesitadas. Desde 2014 la ayuda española también llega al Donbás donde la Cáritas local distribuye agua potable y, con motivo de la pandemia, también material sanitario.

Otra entidad eclesial con experiencia en Ucrania y en todo tipo de emergencias es Ayuda a la Iglesia Necesitada que ha puesto en marcha la campaña «Emergencia Ucrania: Empieza la guerra, la Iglesia se queda» para enviar un millón de euros de ayuda de emergencia en apoyo a la Iglesia en Ucrania. Es fácil hacerlo a través de la web: ayudaalaiglesianecesitada.org. 

Precisamente Ucrania fue el segundo que más fondos recibió de esta fundación pontificia en 2020, con un total de 4,8 millones de euros. Hace unos días, en unas declaraciones a ACN, el arzobispo mayor greco-católico ucraniano, Sviatoslav Shevchuk, contó a ACN que los miembros de la iglesia greco-católica ucraniana no abandonarían a la gente, aunque haya guerra: «Nuestros sacerdotes, nuestras monjas, se quieren quedar con nuestro pueblo».

Congregaciones y órdenes religiosas que están sobre el terreno también están dando lo mejor de sí para socorrer a los desplazados y, al mismo tiempo, para dar continuidad a sus actividades. Un ejemplo son los salesianos. Mykhaylo Chaban, Provincial de la Visitaduría salesiana de Ucrania hace esta dramática fotografía de la situación: «La gente está huyendo de sus casas. Como salesianos estamos en las grandes ciudades: Kiev, Lviv, Zytomer, Dnipro. Estaremos con la gente hasta el último momento. Buscamos ser los que dan esperanza a la gente desesperanzados. 

Estamos creando espacios para los refugiados en nuestras obras salesianas, estamos habilitando lugares para refugios en caso de bombardeos. Hoy ya estamos esperando a los primeros refugiados que trae nuestro hermano el padre Oleg, que ha ido a las zonas cercanas de la frontera rusa, donde hay combates. Fue allí arriesgando su vida. Nuestro hogar infantil de Lviv, donde tenemos 70 niños a nuestro cargo, acogerá a otros niños procedentes de orfanatos del este de Ucrania y de familias con dificultades. Estamos preparando el espacio. Tenemos que garantizar todo su sostenimiento».

Según recoge la Agencia Fides, tampoco están dispuestos a abandonar al pueblo ucraniano ni a sus obras los misioneros de Don Orione, presentes en Kiev y Lviv. El padre Egidio Montanari, en Lviv, explicaba a Fides: «Nos quedamos aquí, no podemos abandonar la casa y, sobre todo, a nuestros niños discapacitados porque solo nos tienen a nosotros».

En 2016, el Papa Francisco promovió la colecta por Ucrania entre las parroquias europeas. La iniciativa ‘El Papa por Ucrania’. En dos años se recaudaron 11 millones de euros que se sumaron a otros 5 aportados por el Papa a través del Óbolo de San Pedro. Con esta cantidad se proporcionó ayuda de emergencia a la población desplazada por la guerra que ya afligía al país desde 2014. Gracias a la Iglesia local, la ayuda que llegó desde Roma sirvió para distribuir cosas tan básicas estufas de carbón y combustible en zonas donde en invierno se llegan a rozar los 20 grados bajo cero. La ayuda del Papa también se tradujo entonces en alimentos y medicinas.

No solo la Iglesia católica, española y universal, se está volcando con las necesidades de la población ucraniana. Otras instituciones como Cruz Roja o ACNUR están poniendo todo de su parte para socorrer a los desplazados internos y refugiados. Se estima que unas 100.000 personas han abandonado ya sus hogares en Ucrania, si bien este número aumenta cada minuto que pasa, y ya habrían llegado unas 30.000 a Polonia. Estamos frente a lo que, a todas luces, es una nueva crisis humanitaria provocada por el enésimo conflicto bélico que lacera el planeta. 

Pese a la constante ayuda que se está proporcionando al pueblo ucraniano, una vez más, las ingentes necesidades sobrepasan las aportaciones. ACNUR recuerda que esta crisis se suma a otras todavía abiertas como la de Afganistán y que todavía siguen esperando la financiación suficiente para responder a estas emergencias. Por eso, esta organización hace un llamamiento urgente a la solidaridad porque hay miles de personas en Ucrania que necesitan cubrir sus necesidades básicas, así como recibir asistencia jurídica o apoyo psicológico ante los duros acontecimientos que han tenido que vivir. En la página eacnur.org/ucrania es posible colaborar con solo un clic.

Según los datos de ACNUR, desde 2014 y hasta la masiva ofensiva rusa, el conflicto localizado en el Donbás había provocado el desplazamiento de 854.000 personas dentro del país, sin contar con las que han salido de Ucrania que podrían ser cerca de medio millón más. De acuerdo con las estimaciones de este organismo de la ONU, casi 3 millones de personas podrían necesitar ayuda humanitaria en Ucrania en las próximas semanas.

Ángeles Conde

Fuente: Alfa y Omega