La CEE ha organizado una Semana del Matrimonio del 14 al 20 de febrero. El objetivo es «mostrar la belleza del sacramento y dar herramientas» a los casados para cada día
Foto: Pedro Bolaños |
«En la exhortación apostólica Amoris laetitia Francisco
habla de cómo nosotros podemos aprovechar, de alguna manera, el tirón que
ciertas celebraciones tienen en la sociedad civil, y pone de ejemplo la fiesta
de san Valentín». De hecho, «él mismo hace unos años convocó ese día a muchos
novios en la plaza de San Pedro y les dedicó unas palabras», explica Miguel
Garrigós, director de la Subcomisión para la Familia y Defensa de la Vida de la
Conferencia Episcopal.
Emulando al Papa, los obispos españoles han decidido
aprovechar el
día de los enamorados y han convocado una Semana del Matrimonio entre
el 14 y el 25 de febrero. Una propuesta que surge en el contexto del Año
Familia Amoris laetitia, que estamos celebrando hasta junio de 2022, y que
llega en un momento de crisis para la institución matrimonial. Más allá de los
datos –los últimos disponibles corresponden al año 2020, cuando hubo 80.015
procesos de disolución matrimonial, según el INE–, «cuando una pareja se va a casar,
suelen ser habituales comentarios del tipo: “Bueno, despídete de tu libertad,
ya te encadenas”, o “te metes en la jaula”». Para Garrigós, «esa imagen no
corresponde para nada con la realidad del matrimonio», aunque «sí es cierto
–puntualiza– que hay personas que experimentan muchas dificultades».
Frente a esta visión derrotista, el objetivo de esta semana es
«mostrar, por una parte, la belleza del matrimonio a la sociedad en general y,
por otra, fortalecer, ayudar y dar herramientas a todos los matrimonios, a los
que puedan estar pasando por un momento de dificultad y también a los que no
tienen esos problemas», resume el director, al mismo tiempo que subraya que «se
trata de una propuesta muy positiva y propositiva. No queremos ir contra nadie,
sino compartir el tesoro de este sacramento».
Una ruta romántica
La propuesta de la CEE es variada, con la idea de poder llegar a
todos. Destaca el lanzamiento de una aplicación, MatrimONio. «¿Listos para activar vuestro
matrimonio?», sugiere en un primer momento la app cuando uno entra en
ella. Acto seguido, despliega un abultado menú que ofrece distintas propuestas
de oración, testimonios, la posibilidad de inyectar vitaminas –pequeños
consejos– para revitalizar la relación o, incluso, un guion para hacer un
retiro en casa. «Con el ritmo de trabajo, los hijos… es muy difícil que los
matrimonios puedan asistir a un retiro juntos, pero hacerlo en el propio hogar
una vez que se han acostado los niños es más asequible», expone Garrigós.
La CEE lanzará una campaña sorpresa a partir del 14 de febrero.
Además de la app, la Subcomisión para la Familia y Defensa de la Vida ha preparado otras «cuatro propuestas que hacemos a las diócesis para que puedan adaptarlas a su realidad concreta», puntualiza el director. La primera es una oración multimedia que combina audio y vídeo, y que está elaborada junto a la Subcomisión de Juventud. Hay dos propuestas de vigilias, una basada en la teología del Catecismo y la otra en las tres palabras del Papa para el matrimonio: «perdón, gracias y permiso». La tercera es una especie de subsidio para la celebración de la Misa conclusiva. Y, por último, una ruta romántica, ideada desde la Delegación de Pastoral Familiar de la diócesis de Canarias. «Está pensada para los matrimonios recién casados que han tenido una buena experiencia en los cursillos prematrimoniales pero que, con el paso del tiempo, no se han integrado en las comunidades eclesiales», señala Pedro Bolaños, responsable junto a su esposa de la delegación dedicada a la familia de la diócesis insular. La idea es realizar una ruta de aproximadamente una hora por algún enclave de la diócesis. «Se visitan distintos monumentos y, en cada uno de ellos, se da a los participantes la información cultural pertinente y algunas pautas matrimoniales, con la idea de que, en el recorrido hasta el siguiente punto, cada pareja pueda dialogar sobre lo que acaban de escuchar», concluye Bolaños.
José
Calderero de Aldecoa
Fuente: Alfa y Omega