En medio de tantas malas noticias, hay cosas hermosas, hay santos de la puerta de al lado
Escultura que representa la liberación de la trata de personas expuesta en la plaza de San Pedro antes del rezo del Ángelus |
Después de
rezar la oración a la Madre de Dios, el Santo Padre dirigió sus saludos a los
fieles y peregrinos que se dieron cita en la Plaza de San Pedro, especialmente,
saludó a la Iglesia en Italia que celebra la 44 Edición de la Jornada por la
Vida y narró dos testimonios que nos hablan de como se puede hacer para salvar
una vida humana.
Este V Domingo
del Tiempo Ordinario, después de rezar la oración mariana del Ángelus, el Papa
Francisco ha expresado sus saludos a la Iglesia en Italia, que celebra la 44
Jornada de la Vida, evento promovido por la Conferencia Episcopal Italiana
(CEI) y ha narrado dos historias que precisamente hablan de la vida, en la que
nos muestran que, en medio de tantas malas noticias, hay cosas hermosas, hay
santos de la puerta de al lado.
Custodiar toda
vida, especialmente las categorías más débiles
“Hoy, en Italia
– afirmó el Santo Padre – se celebra la Jornada por la Vida, bajo el lema
‘Custodiar toda vida’. Este llamamiento es válido para todos, especialmente
para las categorías más débiles: los ancianos, los enfermos e incluso los niños
a los que se les impide nacer. Me uno a los Obispos italianos en la promoción
de la cultura de la vida como respuesta a la lógica del descarte y al declive
demográfico. ¡Toda vida debe ser preservada, siempre!”
Dos historias
que nos hablan de la vida
En este
contexto, el Santo Padre ha narrado dos historias de vida, dos testimonios que
nos hablan de como se puede hacer para salvar una vida humana. El Pontífice ha
señalado que, estamos acostumbrados a ver y leer tantas malas noticias, pero
hoy ha presentado dos cosas hermosas: “una, en Marruecos, cómo todo un pueblo
se unió para salvar a Rayan. ¡Estaba toda la población, allí, trabajando para
salvar a un niño! Se esforzaron al máximo: por desgracia, no lo consiguieron.
Pero ese ejemplo – lo leía hoy en el Messaggero dijo el Papa – esas fotografías
de un pueblo, allí, esperando para salvar a un niño. Gracias a estas personas por
este testimonio”.
La segunda
historia ocurrió en Italia, una historia dijo el Papa que no saldrá en el
periódico. En Monferrato, John, un chico ghanés, de 25 años, emigrante, que
sufrió todo lo que sufren muchos emigrantes para llegar aquí, y al final se
instaló en Monferrato, empezó a trabajar, a hacer su futuro en una empresa de
vinos. Y entonces cayó enfermo de un terrible cáncer: y se está muriendo. Y
cuando le dijeron la verdad, lo que le hubiera gustado hacer, él respondió:
volver a casa para abrazar a mi padre antes de morir. Al morir, pensó en su
padre. Y en ese pueblo de Monferrato hicieron inmediatamente una colecta y, lo
llenaron de morfina, lo subieron a un avión, a él y a un compañero y lo
enviaron para que muriera en los brazos de su papá.
Esto, concluyó
el Papa, nos muestra que hoy, en medio de tantas malas noticias, hay cosas
hermosas, hay santos de la puerta de al lado. Gracias por estos dos testimonios
que nos hacen bien.
Saludos a los
fieles y peregrinos
Finalmente, el
Santo Padre saludó a los romanos y peregrinos. En particular, a los de
Alemania, Polonia y Valencia (España); así como los universitarios de Madrid y
los fieles de la parroquia de San Francisco de Asís en Roma. También dirigió un
saludo especial a las Religiosas del grupo Talitha Kum, comprometidas contra la
trata: “gracias. Gracias por lo que hacen, por su valor. Gracias. Los animo en
su trabajo y bendigo la estatua de Santa Josefina Bakhita”.
Ciudad del
Vaticano
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