Pese a que el terrorista se hizo saltar por los aires asesinando a Akash y a otras dos personas, el heroico gesto del joven salvó la vida a decenas.
Dominio público |
Y así,
Akash pasaba sus jornadas entre las clases y los grupos juveniles de su
parroquia, San Juan. Como parte de su labor en la parroquia, Akash se había
ofrecido para vigilar la puerta de la iglesia los domingos.
El 15 de marzo de 2015 algo le llamó la atención y sospechó de la vestimenta y actitud de un hombre al que nunca había visto por allí. Además, ese día en la parroquia católica estaban sobre aviso porque poco antes cerca de allí, en una iglesia protestante, otro terrorista había disparado a los feligreses y se había hecho explotar.
Akash inmediatamente se dio cuenta de que se trataba de que aquel hombre era otro terrorista suicida que llevaba un chaleco explosivo y que pretendía hacerse explotar en el interior de la iglesia, en ese momento llena de personas que habían asistido a una de las misas dominicales. Akash se abalanzó sobre el suicida al grito de «moriré, pero no te dejaré entrar en la iglesia». Y así sucedió.
Pese a que el terrorista se hizo saltar por los aires asesinando a
Akash y a otras dos personas, el heroico gesto del joven salvó la vida a
decenas. Los ataques de ese día se saldaron con 17 cristianos asesinados y 70
heridos. Fueron reivindicados por una rama de los Talibanes en Pakistán.
Desde entonces, toda la
comunidad cristiana pakistaní ha recordado a Akash en sus celebraciones, en sus
oraciones y le siguen rindiendo homenaje en el lugar donde está enterrado. Por
eso, los católicos de Pakistán han recibido con gran alegría este
reconocimiento del joven como siervo de Dios, un hecho que supone el
pistoletazo de salida para la fase diocesana del proceso de beatificación tan
solo 7 años después de su muerte.
El proceso se abrirá oficialmente el próximo 15 de marzo coincidiendo con el aniversario del atentado que le costó la vida. La Conferencia Episcopal de Pakistán al completo y el nuncio apostólico, Christophe Zakhia El-Kassis, estarán presentes en la apertura oficial de una causa que quizá conduzca a Akash a los altares por la vía del martirio.
«Una forma de demostrar que se trata de un evento que toca de
cerca a toda la Iglesia católica de Pakistán y también a otras confesiones
cristianas porque, se trata, oficialmente, de la primera causa de beatificación
y canonización que se inicia en Pakistán», recuerda a Vatican News el
postulador de la causa, el salesiano Pierluigi Cameroni.
Ángeles Conde
Fuente:
Alfa y Omega