Dejando huella
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
El otro día
tuve un percance en la cocina. Digamos que me hice un señor corte en el pulgar
de la mano derecha. Lo cierto es que el asunto no se solucionaba con una simple
tirita, así que tuvieron que ponerme esparadrapo cubriendo toda la zona
afectada.
Hasta ahí la
cosa, aunque dolorosa, no tenía más misterio. Aparentemente. El hecho es que,
sin darme cuenta, el esparadrapo fue dejando pegamento por todas partes. Y, al
día siguiente, llegaron las “sorpresas”.
Había ensayado
con el órgano… y después casi se quedó pegada la organista a las teclas.
Me puse a
estudiar… y el boli se me quedó adherido a la mano.
Al llegar al
coro… descubrí que mi libro estaba pegajoso…
¡¡Podía
reconstruir todo lo que había estado haciendo la tarde anterior siguiendo “el
rastro de pegamento”!!
Y de pronto he
caído en la cuenta de que esto mismo le sucede al Señor: por donde pasa, ¡deja
su huella!
Sin embargo, Él
no es como el pegamento: no mancha ni molesta… sino que Jesús es
extraordinariamente discreto. No hay más que ver su nacimiento: pudiendo elegir
un palacio, escogió un establo; pudiendo ser adorado por todos, recibió el
cariño solo de unos pocos… los pocos que estuvieron atentos a sus señales.
Cristo sigue
obrando de la misma manera. Tanto si lo descubres como si no, Él actúa en tu
vida, no deja de obrar maravillas por ti… ¡pero sin fuegos artificiales! Para
descubrirle esta Navidad, nosotros también tenemos que, como los Magos, hacer
un camino, seguir sus huellas… ¡reconstruir su rastro!
¡Eso es
precisamente la oración! Es evidente que a todos nos gustaría ser capaces de
descubrir a Cristo “sobre la marcha”, en lo que nos va ocurriendo a lo largo de
la jornada. Y a veces podemos hacerlo… ¡pero otras no! Y Cristo cuenta con
ello, por eso espera que, en el silencio de la noche, puedas repasar la jornada
con Él, ¡descubriendo dónde ha estado!
Hoy el reto del
amor es detenerte al final del día. Jesús camina a tu lado en todo momento, ¡y
Él actúa! Por eso, te invito a que, esta noche, te detengas unos minutos para
descubrir su rastro: “Señor, ¿dónde puedo verte hoy?”. Sus huellas son sutiles,
pero la alegría de descubrir su Presencia… ¡es desbordante! ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
20 Diciembre
2021
Fuente:
Dominicas de Lerma