¿Qué llama más la atención?
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Hace algunas
noches, ante el frío que hacía, me decidí a cenar un tazón de leche caliente
con cereales. Y, al ver que había algunas bolsas de diferentes contenidos, me
decidí a probar unos que nunca había tomado y que a la vista parecían
buenísimos. Y así me serví mi tazón con la leche. Pero, cuando los probé… ¡el
sabor era…! No sé cómo expresarlo, solo sé que me surgió comentar: “Realmente
las apariencias engañan”.
Me tomé aquel
tazón de cereales, pero más que de alimento del cuerpo me sirvió de alimento
del alma. Sí, porque me recordó que así se nos presenta el pecado, como algo
apetitoso, pero la pura realidad es que ahí sí que sí las apariencias engañan.
El mal nunca se
nos va a presentar feo, si no, no caeríamos tan fácilmente. Y aquello me
recordó una tarde de estudio en la que leí que muchas veces se ha hecho más
hincapié en tratar de impedir que caigamos, queriendo demostrar lo malo que
esconde el pecado, en vez tratar de vivir una vida tan maravillosa que haga
despertar en muchos el deseo de seguir a Cristo, vislumbrando en nosotros el
bien y la belleza que se deriva de querer vivir de Él.
Quizá hoy más
que nunca la mayor predicación sea una vida radiantemente feliz, y a la vez con
los pies bien asentados en la tierra. Una vida en la que el centro lo ocupa
Cristo, y desde Él, irradia la Luz que llena cada día de esperanza, de perdón,
de Amor, de entrega… una vida de acogida que sabe ver a cada uno en su bondad y
amarlo en su debilidad.
Esto lo vemos
en los evangelios. Al pasar Cristo, causaba ese asombro, ese deseo que hacía
salir de sí mismo y dejar el pasado atrás. Cuando aparece Él ya todo le
pertenece, y comienza a brotar una vida nueva. Así le sucedió a Pedro, a Mateo,
a Nicodemo, a Magdalena… y también hoy sigue haciéndose el encontradizo, hasta
que todos y cada uno lo hayamos podido ver en nuestra vida.
Hoy el reto del
amor es dejarse asombrar por Cristo. Él es la Verdad, donde no hay apariencias
que engañen, Él es quien te ama y no se vuelve atrás, Él sí es el alimento para
saciar tu vida y llenarte de Vida. ¡Que tu vida muestre la alegría de haberte
encontrado con el Resucitado!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
03 Diciembre
2021
Fuente:
Dominicas de Lerma