“40D por la vida, además de rescatar vidas a punto de ser abortadas, han sido un grito silencioso que afirma la dignidad de la vida desde su concepción”
La campaña
en apoyo de las madres en apuros culmina con el apoyo explícito de algunos
obispos. «Que algunos políticos nos hayan atacado nos ha dado visibilidad y más
gente todavía para rezar por el fin del aborto», afirma su responsable en
EspañaFoto: 40 Días por la Vida
Más de 2.000 voluntarios, 8.000
horas de oración y ocho bebés rescatados: este es el balance de la
campaña 40 Días por la Vida en España,
que concluyó el domingo con un acto en el que participó Jesús Vidal, obispo
auxiliar de Madrid.
La campaña se ha desarrollado en
medio de un contexto especial: el anuncio de una reforma de la ley del aborto
que pretende poner fin a la oración en
el entorno de los centros abortistas. «Todo esto nos ha motivado
más», afirma elocuente Nayeli Rodríguez, coordinadora de 40 Días por la Vida en
España. «Si se quiere prohibir que recemos es que está sirviendo para algo
–añade–. La ley todavía no es una amenaza para nosotros porque no está en
vigor, aunque seguramente nos afecte en las próximas campañas. De todos modos,
que el Gobierno esté preocupado significa que seguramente se salvan más vidas
todavía de las que nosotros conocemos. Pero no es algo que nos preocupe ahora.
Si nos toca persecución, merecerá la pena».
En cualquier caso, el anuncio de la
ley ha tenido paradójicamente un efecto beneficioso para la campaña, porque
«desde se anunció el número de voluntarios se ha triplicado, y creemos que
tiene que ver con esto. El que algunos políticos nos hayan atacado al final nos
ha dado visibilidad y más gente todavía para rezar por el fin del aborto»,
afirma Rodríguez.
A este apoyo se ha sumado el de la
misma Iglesia, pues además de la presencia de Jesús Vidal en el cierre de la
campaña, el secretario general de los obispos españoles, Luis Argüello, se
manifestó el domingo en su cuenta de Twitter diciendo que 40 Días por la Vida,
«además de rescatar vidas a punto de ser abortadas, ha sido un grito silencioso
que afirma la dignidad de la vida desde su concepción. Por eso incomoda a
quienes pretenden la normalización de un inmoral y falso derecho. Es normal que
quieran ilegalizar el grito».
«Estamos muy contentos con este
respaldo», dice Nayeli Rodríguez, pues dado que «la Iglesia suele actuar con
cautela y prudencia», este pronunciamiento «nos hace sentir su presencia
cercana, y cada día que pasa su apoyo es más explícito».
De cara al futuro, la organización seguirá pendiente de que «a las madres y a los bebés que hemos rescatado no les falte de nada», y de cara al 28 de diciembre organizará un acto público en defensa de la vida. En Cuaresma les espera «una campaña más larga, de otros 40 días, en varias ciudades españolas», con el objetivo de «seguir comprobando cómo la sensibilización contra el aborto está aumentando cada vez más» en nuestro país.
Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Fuente: Alfa y Omega