¿Por qué nos hacemos selfies?
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Los teóricos de la conducta han apuntado una serie bastante
abultada de situaciones sociales y personales para explicar/justificar la foto
de uno mismo y su envío al mundo a través de las redes sociales. Podemos
resumirlas en una sola frase: por competencia e inseguridad.
Competir con quienes forman el grupo de seguidores e inseguridad
que orilla a las personas (ya no son nada más los adolescentes y los muy
jóvenes, sino que se trata de una práctica que va subiendo la edad de los
selfies riesgosos) a destacar su vida íntima en términos de notoriedad.
Sin embargo, cada día los medios de comunicación dan cuenta de que
una “influencer” cayó en una cascada tras tomarse un selfi, o que un chico de
19 años subió a la punta de una roca y resbaló al tomarse la foto hasta caer en
un abismo y romperse en mil pedazos.
Selfies mortales
De acuerdo con un informe de la Fundación IO, una organización
científica dedicada al estudio y control de las enfermedades infecciosas en el
mundo, zoonosis emergentes y medicina tropical y del viajero, entre enero de
2008 y julio de 2021 murieron en el mundo al menos 379 personas como
consecuencia de tomarse un selfie.
Esto significa que cada trece días hay un fallecimiento a causa de
selfies extremos. El 33 por ciento de estas muertes reportadas pertenece a
personas que se encontraban de viaje y el resto se trata de personas que
murieron tomándose un autorretrato en su localidad.
La Fundación aseguró que este tipo de fotografías se ha convertido
en un problema real de salud pública y señaló que el asunto parece no tener
fin: con tal de hacer virales fotos o videos en situaciones extremas, la gente
se arriesga cada día más. La lucha por los “likes” se ha vuelto una guerra.
El peligro ya no importa mucho
El estudio, titulado ‘Muertes por selfies mediante una herramienta
de inteligencia epidemiológica (2008 a 2021): estudio transversal», señala que,
tras un breve paréntesis por la pandemia, han resurgido con fuerza los
fallecimientos por selfie, especialmente entre los hombres. La edad media de
los fallecidos es de 24 años.
En los primeros siete meses del año en curso, ha habido 31
accidentes mortales. “El peligro ya no es un componente a tener en cuenta con
tal de conseguir el autorretrato más espectacular y sorprendente. Cada vez son
más jóvenes los que arriesgan su vida por conseguir un poco de notoriedad en
sus redes sociales”, asegura la Fundación.
La primera causa de muerte por causa de un selfie son las caídas,
con 216 casos. Le siguen los accidentes relacionados con medios de transporte
(123), ahogamientos (66), armas de fuego y electrocuciones (24 cada una) y las
heridas recibidas al fotografiarse con animales salvajes (17).
Países y lugares peligrosos
El informe muestra cuáles son los diez países y los diez lugares
más peligrosos para tomarse un selfie (o para evitar seguir haciéndolo aquellas
personas que crean que “no les puede pasar nada”) en base al número de muertes
ocurridas en el período de tiempo que abarcó el informe.
En cuanto a los diez países con más muertes registradas por
autorretratos, la lista la encabeza India con cien muertes; le sigue Estados
Unidos con 39 muertes, Rusia (32), Pakistán (21), Brasil (17), España y
Australia (15), Indonesia (12), México (10) y Bolivia cierra la lista con siete
muertes.
Los diez lugares más peligrosos son: las cataratas del Niágara
(Estados Unidos y Canadá); el Gran Cañón (Estados Unidos), El Charco del Burro
(Colombia), Playa de Penha (Brasil), Catarata de Miango (Kenia), os Montes
Urales (Rusia), el Taj Mahal y el valle de Doodh Patti (India), Isla Nusa
Lembongan (Indonesia) y el Archipiélago de Langkawi (Malasia).
Jaime Septién
Fuente: Aleteia