Roberto fundó una hermandad, Alicia es la hermana mayor más joven de España y Rubén, un reconocido artista. Son el presente y el futuro cofrade en España
Alicia García, Roberto Gallego y Rubén Terriza dieron su testimonio en Valladolid. Foto JOHC Valladolid |
Cuando era
pequeño, Roberto Gallego se escapaba a ver las procesiones de su ciudad, Alcalá
de Henares, o intentaba convencer a sus abuelos o amigos para que lo
acompañasen. Lo más sorprendente es que su familia se debatía entre el ateísmo
y el agnosticismo, completamente alejada de la Iglesia. Y así sigue, pero Dios
se encontró con él a través de las imágenes y los pasos. Es el inicio de una
historia que ha llevado a este joven –cuando contaba con poco más de 20 años– a
fundar en su ciudad una hermandad, la de Jesús Despojado. Antes estuvo en otra
cofradía, donde fue costalero, pero no le convenció: «Se limitaba a sacar una
imagen a la calle un día y nada más. Había que dar pasos en la formación y en
la caridad. No me escucharon».
Así que, tras
confirmarse, se formó y viajó a Sevilla para conocer la hermandad de la que
tomaría el nombre y se puso a escribir el proyecto con un grupo de amigos para
presentarlo al obispo.
Desde la
diócesis no se vio con entusiasmo la creación de otra cofradía más y, sobre
todo, que fuese liderada por jóvenes, pero tras comprobar el proyecto dieron el
visto bueno. Sin embargo, hubo más trabas: ninguna de las iglesias a las que se
acercaron para que se convirtiesen en su sede canónica aceptó acoger a la
hermandad. Y acabó en una parroquia de la periferia de Alcalá, cuyo templo era
un barracón. «En aquella época, en 2013, el Papa Francisco había pedido a los
jóvenes, en la JMJ de Río, que saliésemos al extrarradio. Ha sido un camino de
baches, pero estamos agradecidos a Dios por haber ayudado a mucha gente a
encontrar la fe y profundizar en ella», explica a Alfa y Omega.
En estos
momentos, la hermandad cuenta con 260 hermanos y una actividad que se extiende
a lo largo de todo el año. Cada mes celebran una Misa y en Cuaresma, el tiempo
fuerte, tienen formación más intensa, el triduo de Jesús Despojado, un vía
crucis por las calles y la estación de penitencia el Domingo de Ramos. En mayo,
mes de la Virgen, vuelven a la calle para rezar el rosario.
A todo ello se
le añade una importante obra social que se adapta a las circunstancias. En los
peores momentos de la pandemia, fabricaron durante dos meses 60.000 piezas de
material de protección para el hospital de Alcalá y ahora han abierto un
economato en la parroquia, la Despensa de la Esperanza, que ayuda a 30 familias
vulnerables.
Roberto está
convencido de que una cofradía es «un grupo perfecto para que los jóvenes vivan
su fe dentro de la Iglesia». Eso sí, echa en falta un apoyo mayor por parte de
la Iglesia y entre las hermandades: «Cuando una cofradía sale a la calle, sale
la Iglesia».
Roberto Gallego
fue uno de los jóvenes que ofreció su experiencia el pasado fin de semana en
Valladolid, en el Encuentro Nacional de Jóvenes de Hermandades y Cofradías.
Junto a él, Alicia García Rodríguez, de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del
Vía Cruz, que es la hermana mayor más joven de España, y Rubén Terriza,
reconocido artista y hermano de San Gonzalo en Sevilla.
Presencia
femenina
A diferencia
del joven de Alcalá de Henares, a Alicia y a Rubén la pasión cofrade les viene
de familia. En el primer caso todavía más, pues sus padres son hermanos
fundadores y ella entró con tan solo 6 meses. Además, su padre es actualmente
su mano derecha, el vicehermano mayor. Por eso ve con naturalidad que hubiese
tenido que asumir el cargo con apenas 20 años, y que fuese durante un tiempo la
única mujer al frente de una hermandad en Salamanca. En estos momentos hay dos
mujeres frente a 15 hombres. «Siempre me he sentido respaldada y apoyada, y he
sabido que mi voz valía lo mismo que la de un hombre. Quizás está más estigmatizado
el tema de la edad. Los jóvenes tenemos una fuerza que nos va a permitir
mantener las hermandades y cofradías en la calle», explica García.
Lejos de ser
una promesa, Rubén Terriza es una realidad a nivel artístico en el mundo
cofrade. Con 24 años es autor de numerosos carteles de Semana Santa y de
hermandades, entre ellas la suya, así como de pinturas. También cuenta con
incursiones en la escultura. «Muchos piensan que para llegar a los jóvenes hay
que ser novedosos y muy originales. Pero lo bello siempre es novedoso. Hay
obras de arte que no pasan de moda. Solo con un cartel se puede invitar a
rezar», concluye.
Fran Otero
Fuente: Alfa y
Omega