Jamie Lynn priorizó la vida de su hija a su carrera de actriz adolescente; pocos años después de dar a luz al bebé volvió a encontrar el éxito como cantante y actriz.
Jamie Lynn Spears. Dominio público |
La hermana pequeña de Britney Spears, Jamie Lynn Spears, está a punto de presentar su nuevo libro Cosas que debería haber dicho, y entre ellas, está la presión que sufrió por parte de su familia y sus jefes en el mundo del espectáculo para inducirla a abortar durante su adolescencia.
Según
reveló el portal estadounidense TMZ, que tuvo
acceso al libro, la actriz y cantante, que hoy tiene 30 años, quedó embarazada cuando tenía 16,
mientras forjaba una
carrera de éxito en la cadena Nickelodeon, cuando era la protagonista
de la serie Zoey 101
Cuando los padres supieron de su
embarazo, “vinieron a mi habitación tratando de convencerme de que tener un bebé
en ese momento de mi vida era una terrible idea”, explica.
"Hay pastillas... conozco un
médico..."
Para
los padres y jefes, el bebé era un problema, y el aborto la solución.
“Tener
al bebé acabará con tu
carrera”, le decían sus padres. “Eres demasiado joven, no sabes lo que estás haciendo. Hay pastillas [abortivas] que
puedes tomar, podemos ayudarte a
solucionar este problema... conozco a un médico”, insistían.
“Todo
el mundo a mi alrededor quería que desapareciera este... `problema´. Estaban seguros de que el aborto
era la mejor solución”, explica hoy la artista.
La incomunicaron para presionarla más
Como
la muchacha insistía en no abortar, su familia le quitó el teléfono y le prohibió comunicarse incluso
con su hermana Britney, quien ya tenía una carrera exitosa, dinero, muchos
millones de discos vendidos y era 10 años mayor.
“La necesitaba más que nunca [a
Britney], y ella
no pudo ayudarme en mi momento más vulnerable. Todavía hoy recuerdo
con dolor no poder decírselo”, confiesa.
Puesto
que Jamie Lynn insistía en
dar a luz a su hijo, la familia, pensando en su carrera artística, le
presionó para que al menos ocultara su embarazo, que el público no supiese nada y que entregara al bebé en
adopción.
Pero
también a eso se negó con perseverancia la joven, y 18 de junio de 2008
Jamie Lynn dio a luz a su
hija Maddie, que hoy es una activa adolescente.
Al
nacer el bebé, Jamie Lynn abandonó
temporalmente el trabajo de actriz y se mudó con su novio, el padre de
Maddie, Casey Allen Aldridge, aunque rompieron la relación en
2010.
En
2014 Jamie Lynn se casó con Jamie Watson. Más adelante, Jamie Lynn volvió
a los escenarios con éxito, como cantante de country. Desde 2020 es actriz
en la serie de Netflix Sweet Magnolias.
Madre por segunda vez y conversa a la fe
En
2017, Maddie, entonces con 9 años, tuvo un accidente y cayó en un lago. Pasó varios minutos bajo el agua y luego dos días
inconsciente en el hospital. Para asombro de todos, despertó sin
secuelas, y Jamie Lynn y su familia lo consideraron un milagro de Dios.
Meses
después, el 11 de abril de 2018, Jamie Lynn tuvo su segunda hija, Ivey Joan Watson, diez
años después que la primera... igual que 10 años separan a Jamie Lynn de
Britney.
Ese
mismo año, con 26 años, tras la bendición de la recuperación de Maddie y el
nacimiento de Ivey, Jamie
Lynn anunció su conversión al catolicismo.
Su
madre y sus tías también retomaron una fe católica que habían tenido olvidada o
adormecida durante años. Y en agosto de 2021 era su hermana Britney quien anunciaba "acabo de
volver de misa, ahora soy católica".
Desde
entonces publica con frecuencia en redes sociales imágenes junto a su familia visitando iglesias católicas
o recibiendo los sacramentos, como esta del bautismo de Ivey.
Fuente: ReL