"La Obra de los Focolares ha cultivado siempre, a través del carisma recibido de su fundadora Chiara Lubich, el servicio de la unidad en la Iglesia entre todos los creyentes y en el mundo entero"
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Encuentro del Papa Francisco con los Obispos focolares |
Son las
palabras del Papa Francisco al recibir en audiencia en el Vaticano a los
Obispos amigos de este movimiento, a quienes recordó que "es designio de
Dios reconciliar y armonizar a todos en Cristo", lo cual no significa caer
en la "unanimidad" sino "respetar al otro".
El sábado 25 de septiembre, el Papa Francisco recibió
en audiencia en el Vaticano a los miembros del Movimiento de los Focolares
quienes celebran su encuentro en Roma bajo el lema "tener la audacia de
ser uno".
En su discurso, el Santo Padre saludó al cardenal
Francis Xavier Kovithavanij, quien no pudo participar en la audiencia por
enfermedad: "¡Recemos por su pronta recuperación!", dijo
el Pontífice, compartiendo con todos los presentes una reflexión acerca del
"camino de amistad" que caracteriza a este grupo y que tiene
"una raíz fuerte y sólida".
La semilla de los Focolares
"La Obra de María, o Movimiento de los
Focolares, ha cultivado siempre, a través del carisma recibido de su fundadora
Chiara Lubich, el sentido y el servicio de la unidad: unidad en la Iglesia,
unidad entre todos los creyentes, unidad en el mundo entero, en círculos
concéntricos", afirmó Francisco
haciendo hincapié en que esto nos hace pensar en la definición que el Concilio
Vaticano II dio de la Iglesia:
“El sacramento, es decir, el signo y el instrumento de
la íntima unión con Dios y de la unidad de todo el género humano (Const. Lumen
Gentium, 1)”
Por otro lado, Francisco subrayó la gran acción del Espíritu Santo en los orígenes de este movimiento, ya que "en medio de las laceraciones y destrucciones de la guerra, puso en el joven corazón de Clara una semilla de fraternidad y comunión", una semilla que creció a partir de aquel grupo de amigas, en Trento, "atrayendo a hombres y mujeres de todas las lenguas y naciones con la fuerza del amor de Dios, que crea la unidad sin anular la diversidad, al contrario, potenciándola y armonizándola".
El sueño de Dios: la fraternidad
Asimismo, el Obispo de Roma profundizó sobre aquello
que podemos llamar "el sueño de Dios": "Un pueblo
enviado al mundo para dar testimonio de Cristo, para que Él, Lumen gentium, Luz
de los gentiles, atraiga a todos hacia sí, con la fuerza suave y misericordiosa
de su Misterio Pascual" ya que "es su designio
reconciliar y armonizar todo y a todos en Cristo" (cf. Ef 1,10; Col 1,20).
"Y este es también el sueño de la fraternidad, al
que dediqué la Encíclica Fratelli tutti", continuó explicando el Papa:
“Frente a las sombras de un mundo cerrado donde tantos
sueños de unidad se hacen añicos donde falta un proyecto para todos y la
globalización navega sin rumbo común, donde el azote de la pandemia corre el
riesgo de exacerbar las desigualdades, el Espíritu nos llama a tener la
audacia, la parresía, de ser uno como dice el título de su encuentro. Osar la
unidad. Partiendo de la conciencia de que la unidad es un don”
Y en este contexto, el Pontífice destacó que el valor
de la unidad lo atestiguan sobre todo los santos:
“Hace unos días celebramos a San Cornelio, Papa, y a
San Cipriano, Obispo. A este último debemos la maravillosa definición de la
Iglesia como pueblo reunido en la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo (De Orat. Dom. 23: PL 4, 553). Pero pensemos también en tantos testigos
de nuestro tiempo, pastores y laicos, que han tenido la "audacia de la
unidad", pagando en persona un precio a veces muy alto. Porque la unidad
que Jesucristo nos ha dado y nos sigue dando no es la unanimidad, no es estar
de acuerdo a toda costa. Obedece a un criterio fundamental, que es el respeto a
la persona, el respeto al rostro del otro, especialmente del pobre, del
pequeño, del excluido”
Finalmente, el Papa se despidió de los Focolares
agradeciendo el empeño con el que llevan adelante este camino de amistad: "Les
recomiendo que sea siempre abierto, nunca exclusivo- para crecer en el servicio
de la comunión. Sigan sonriendo. Rezo por ustedes y por sus comunidades. Que el
Señor los bendiga y que la Virgen los proteja. Y no se olviden de rezar por
mí", concluyó.
Ciudad del Vaticano
Vatican News