Merienda a nuestro paso
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Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Íbamos dando un
paseo por la huerta y, según caminábamos… ¡nos llegaba la merienda!
Al paso por el
nogal unas cogíamos nueces y las comíamos, otras en la higuera cogían los higos
ya maduros; ciruelas, almendras, avellanas, uvas… y una que no merendaba,
cargaba, como si de un trofeo se tratase, la cesta con unos cuantos tomates.
Me impresionó
mucho. Ese día se apreciaba en lo que nos rodeaba que todo es don. Todo nos
venía dado a nuestro paso, un regalo.
¿Qué habíamos
hecho para que esto ocurriese? Solo sembrar y regar, los frutos se nos dieron.
Estamos
acostumbrados a pagar por lo que comemos cuando vamos al supermercado, pero ver
que te viene dado, disfrutar del don, es algo maravilloso. ¡Descubrir cómo el
Señor te da de merendar!
Cristo te pide
que le muestres tus manos vacías y acojas la Salvación; Él ha muerto y
Resucitado por ti, ya ha pagado todo. Deja que crezca esta experiencia de Su
amor en ti y dé frutos. ¡Que a tu paso sea Cristo el que dé de merendar a ti y
a los que te rodean! Porque has dejado que siembre en ti y lo has regado
secundado aquello que Él ha puesto en tu corazón, dejando que Él te marque el
camino a seguir.
Hoy el reto del
amor es que pidas al Señor que “te dé de merendar”. Que fuera de tus planes, de
lo que tienes en tu agenda, te ponga una persona, una situación en tu camino
que, aunque quizá cambie tu rumbo, te haga descubrir cómo el Señor se te da a
través de ella: un detalle, una palabra…
Deja que Cristo
te alimente.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
Fuente:
Dominicas de Lerma