El Santo Padre es entrevistado por Carlos Herrera. Por primera vez habla de su intervención médica y, por primera vez en la historia, habla en una emisora de radio española
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Foto: COPE |
Se trata de la única entrevista
concedida por el Santo Padre a una radio española y la primera después de que
fuese intervenido en julio de una estenosis diverticular: “Todavía
vivo”, le respondía Francisco entre risas a Carlos Herrera, quien abría la
conversación preguntándole precisamente por su estado de salud.
El pontífice argentino incluso ha
ofrecido durante la entrevista con el comunicador andaluz algunos detalles que
rodearon la operación, de la que un enfermero del servicio sanitario de la
Santa Sede fue protagonista hasta el punto de empujarle a tomar una decisión
contraria al criterio de algunos, según ha desvelado el propio Francisco: “¡Me salvó
la vida! Me dijo: ‘Usted tiene que operarse’. Había otras opiniones: ‘No, que
con antibiótico…”. Pero la explicación que le dio este sanitario con más
de 30 años de experiencia fue clave: la cirugía detectó que había un tramo
necrosado y, tal y como revela el Papa Francisco por primera vez, ahora “tiene
33 centímetros menos de intestino”.
En este sentido, el Santo Padre ha
manifestado que, casi dos meses después de la intervención, lleva una vida
“totalmente normal”, puede “comer de todo” y mantener su amplia agenda: “Hoy
toda la mañana en audiencias, toda la mañana”, recalcaba. Una agenda que, como
recordaba Carlos Herrera, llevará a Francisco a un
viaje por Eslovaquia y Hungría este mes de septiembre, el 34º de su
Pontificado.
Pese al buen aspecto que presenta,
las especulaciones sobre su estado de salud han llevado a determinados medios
italianos y argentinos a hablar de una posible renuncia. Cuestionado por
ello, el Papa le ha quitado hierro al asunto, tomándoselo con ese sentido
del humor argentino que le caracteriza. Y, además, lo desmiente tajantemente:“A
mí ni se me pasó por la cabeza”, “¡Yo no sé de dónde han sacado que yo iba a
presentar mi renuncia!”
El quilombo que se había formado se lo contó Eva Fernández, corresponsal de COPE en el Vaticano y en Italia: “Eva me dijo eso, incluso me lo dijo con una expresión argentina muy linda, y yo le dije que no tenía idea porque yo leo un solo diario acá en la mañana, el diario de Roma. Lo leo porque me gusta el modo de titular que tiene, lo leo rápido y punto, no entro en el juego. Televisión no veo. Y recibo, sí, el informe más o menos de las noticias del día, pero de eso me enteré mucho después, algunos días después, que había una cosa de que yo renunciaba. Siempre que un Papa está enfermo corre brisa o huracán de cónclave”, respondía con tono jocoso.
La situación política en Afganistán
No obstante, considera que se trata de
una situación difícil, para la que pide una forma de oración especial: “Yo voy
a tratar de invocar lo que pide siempre la Iglesia en los momentos de mayor
dificultad y de crisis: oración, penitencia y ayuno, que es lo
que en los momentos de crisis se pide”.
A juicio del Santo Padre, el hecho de que Occidente ponga fin a veinte años de ocupación del territorio es “lícito”, aunque “el eco que tiene en mí es otra cosa”. Respecto al concepto “dejar a su suerte” a la población afgana, el Papa matiza que el quid de la cuestión es “el modo de cómo renunciar, el modo en cómo se negocia una salida. Por lo que se ve, aquí no se tuvieron en cuenta --parece, no quiero juzgar--, todas las eventualidades. No sé si habrá una revisión o no, pero ciertamente hubo mucho engaño de parte quizás de las nuevas autoridades. Digo engaño o mucha ingenuidad, no entiendo. Pero yo aquí vería el modo”, ha explicado.
El balance de su Pontificado
Durante la conversación, Carlos
Herrera ha repasado con Francisco sus ocho años y medio como máximo
representante de la Iglesia Católica. Fue el 13 de marzo de 2013 cuando Jorge
Mario Bergoglio fue elegido sucesor de Benedicto
XVI.
Casi nueve años después, Francisco ha
contado al comunicador que su nombramiento le pilló completamente por sorpresa,
y ha añadido que, desde el inicio de su Pontificado, su objetivo
ha sido poner en marcha lo acordado por los cardenales en las reuniones
anteriores al cónclave para definir cómo debería ser el nuevo Papa:
“Creo que quedan varias cosas por hacer todavía, pero no hay nada inventado por
mí. Yo estoy obedeciendo a lo que se marcó en aquel momento. Quizás algunos no
se daban cuenta de lo que estaban diciendo o pensaban que no era tan grave,
pero algunos temas provocan escozor, es verdad. Pero no hay una originalidad
mía en el plan. Y mi proyecto de trabajo, 'Evangelii Gaudium', es una cosa en
la que traté de resumir lo que los cardenales dijimos en ese momento”, ha
explicado.
La reforma de la curia vaticana,
seguir avanzando en la transparencia de las finanzas vaticanas o en la
prevención de los casos de pederastia en el seno de la Iglesia, son tres
asuntos en los que Francisco trabaja de manera intensa, y que no ha pasado por
alto el director de ‘Herrera en COPE’.
Sobre la reforma de
la curia, Su Santidad asegura que se “está andando paso a paso y bien”, y revela que este verano estaba a
punto de terminar de leer y firmar el documento final de la constitución
apostólica 'Praedicate Evangelium' pero “que se atrasó con esto de mi
enfermedad”. Además, reivindica ‘Evangelii Gaudium’ como el documento que
resume ya las peticiones realizadas por los cardenales antes del cónclave del
año 2013.
Eso sí, el Santo Padre avanza en esta entrevista que el inminente documento “no va a tener nada de nuevo de lo que se está viendo ahora. Quizás algún detalle, algún cambio de dicasterios que se juntan, dos o tres dicasterios más, pero ya está anunciado: por ejemplo, Educación se va a juntar con Cultura. 'Propaganda Fide' se va a juntar con el dicasterio de la 'Nueva Evangelización'. Está anunciado. No va a haber nada nuevo respecto a lo que se prometió que se iba a hacer. Algunos me dicen: ‘¿Cuándo saldrá la constitución apostólica de la reforma de la Iglesia, para ver la novedad?’ No. No va a haber nada nuevo. Si hay nuevo, son pequeñas cositas de ajuste”, ha precisado.
A propósito del macroproceso
por corrupción que acaba de arrancar en el Vaticano y en el que está imputado
el cardenal Angelo Becciu, ya despojado de sus privilegios, Francisco ha
señalado en ‘Herrera en COPE’ que “no le tengo miedo a la transparencia ni a la
verdad. A veces duele y mucho, pero la verdad es lo que nos
hace libres”, tras recordar que todo empezó con dos denuncias de personas que
trabajan en el Vaticano y que en sus funciones vieron una irregularidad.
Francisco ha
recordado que Becciu ha sido llevado a juicio porque así lo establece la
legislación vaticana,
pero ha aclarado que lo importante es llegar hasta el fondo y no sus deseos o
sentimientos personales: “Yo quiero de todo corazón que sea inocente. Además,
fue un colaborador mío y me ayudó mucho. Es una persona a la que tengo cierta
estima como persona, o sea que mi deseo es que salga bien. Pero
es una manera afectiva de la presunción de inocencia, vamos. Además de la
presunción de inocencia, tengo ganas de que salga bien. Ahora, la justicia es
la que va a decidir”.
A propósito de la lucha contra la
corrupción en las finanzas vaticanas, el Papa Francisco señala que “se ha
progresado en la consolidación de la justicia del Estado Vaticano”, lo que ha
permitido “que la justicia fuera más independiente, con los medios técnicos,
incluso con declaración de testigos grabados, las cosas técnicas actuales, nombramientos
de jueces nuevos, del ministerio público nuevo...”
Y con respecto al reciente documento
papal que regula las misas en latín, y que este verano ha levantado polvareda
entre algunos sectores eclesiales, el Pontífice ha querido detenerse y explicar
la cronología punto por punto: “La historia de 'Traditionis custodes' es larga. Cuando
[…] Benedicto XVI hizo esta posibilidad de que se pudiera celebrar con el misal
de Juan XXIII (anterior al de Pablo VI, que es el postconciliar) para aquellos
que no se sentían bien con la liturgia actual, que tenían una cierta
nostalgia… me pareció de las cosas pastorales más bellas y humanas de
Benedicto XVI, que es un hombre de una humanidad exquisita. Y
así empezó. Ese fue el motivo”. Tanto uno como otro, cuenta, consideraron
conveniente evaluarlo después de un tiempo. Y Francisco relata en COPE que “la
inquietud que más aparecía era que una cosa hecha para ayudar pastoralmente a
quienes han vivido una experiencia anterior, se fuera transformando en
ideología. O sea, una cosa pastoral a ideología. Entonces había que reaccionar
con normas claras. […] Si usted lee bien la carta y lee bien el decreto, va a ver
que simplemente es reordenar constructivamente, con cuidado pastoral y evitar
un exceso”.
La guerra contra la pederastia
La lacra de la pederastia es uno de
los asuntos en los que el Papa Francisco se ha detenido para lanzar dos mensajes:
un homenaje al cardenal Sean O’Malley y una fortísima denuncia internacional
para que los gobiernos reaccionen ante la pornografía infantil. Primero ha
alabado la figura de O’Malley, su valentía y todo el trabajo que empezó a
desempeñar ya desde antes de ser arzobispo de Boston para luchar contra estos
abusos y que continúa en el Vaticano: “La Comisión de Defensa de Menores, que fue invención
del cardenal O'Malley, hoy día está funcionando. […] Creo que las cosas se
están haciendo bien. De hecho, se ha progresado y cada vez se progresa más”.
A continuación, Francisco va mucho más
lejos y lanza una seria advertencia: “Ahora, es un problema mundial y grave. Yo
me pregunto a veces cómo ciertos gobiernos permiten la producción de
pedopornografía. Que no digan que no se sabe. Hoy en día con los servicios de
inteligencia se sabe todo. Un gobierno sabe quién en su país produce pedopornografía.
Para mí esta es de las cosas más monstruosas que he visto”.
La cumbre climática de Glasgow
Desde el inicio de su Pontificado,
Francisco siempre se ha mostrado crítico contra los abusos que se cometen
contra la Tierra. Tal y como ha confesado durante la charla con Carlos Herrera, su posición
ecologista fue mutando con el paso de los años, hasta el punto de ser
actualmente uno de los líderes mundiales que más promueven esta
corriente. Prueba de ello es la encíclica ‘Laudato Si’ que el Sucesor de Pedro publicó en
2015 antes de que se celebrase la cumbre del clima desarrollada en diciembre de
aquel año en París.
“Cuando fui a Estrasburgo, el
presidente Hollande mandó a recibirme y a despedirme a la ministra del
Ambiente, que en aquel momento era la señora Ségolène Royal. Y en la
conversación que tuve con ella, me dijo ‘¿Es verdad que usted está escribiendo
algo?’ Y yo le dije: ‘Sí, estoy en esto’. ‘Por favor, publíquelo antes de [la
cumbre de] París porque necesitamos apoyos’, me comentó. Volví de Estrasburgo y
aceleré. Y salió antes del encuentro de París. El encuentro de
París para mí fue el summum en tomar
conciencia mundial. ¿Después qué pasó? Entró el miedo. Y, lentamente, en los
encuentros posteriores fueron retrocediendo”.
Por ello, el Papa espera que en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático
(COP26) que se celebrará del 1 al 12 de noviembre en Glasgow,
recupere aquel espíritu. Una cita a la que, por cierto, el Papa confirma que
tratará de estar presente: “En principio el programa es
que vaya. Todo depende de cómo me sienta en ese momento. Pero, de hecho, ya se
está preparando mi discurso, y el programa es estar”.
La eutanasia y la ‘cultura del descarte’
Durante la charla mantenida entre
Herrera y el Papa Francisco en la Casa Santa Marta del Vaticano, no han faltado
otros asuntos como la eutanasia.
El Pontífice no ha dudado en manifestar que su regularización se produce en el
marco de la cultura del descarte en la que están instaladas las sociedades más
avanzadas: “Lo que no sirve se descarta. Los viejos son material
descartable: molestan. […] Los enfermos más terminales, también; los chicos no
queridos, también, y se los manda al remitente antes de que nazcan”,
lamenta el Papa.
Una cultura del descarte, señala Francisco, que influye mucho en el ‘invierno demográfico’ que vive Occidente, y que es particularmente agudo en países como Italia, -donde recuerda que la media es de 47 años- o España: “La pirámide se ha invertido. Es el ‘invierno demográfico’ en el nacimiento, en el que haya más casos de aborto. La cultura demográfica está en pérdida porque se mira el provecho. Se mira al de adelante… ¡y a veces usando la compasión! La Iglesia lo que pide es ayudar a morir con dignidad. Eso siempre lo ha hecho”, ha comentado.
Respecto al aborto, el Sumo Pontífice ha reivindicado
que en “cualquier manual de embriología de los que le dan a un estudiante de
Medicina en la Facultad dice que, a la tercera semana de la concepción, a veces
antes de que la madre se dé cuenta [de que está embarazada], ya están
perfilados todos los órganos en el embrión, incluso el ADN. Es una vida. Una vida humana.
Algunos dicen que no es persona. ¡Es una vida humana! Entonces,
delante de una vida humana yo me hago dos preguntas: ¿Es lícito eliminar una
vida humana para resolver un problema?, ¿es justo eliminar una vida humana para
resolver un problema? Segunda pregunta: ¿Es justo alquilar un sicario para
resolver un problema? Y con estas dos preguntas que se resuelvan los casos de
eliminación de gente --por un lado o por el otro-- porque son un peso para la
sociedad”.
El proceso independentista en Cataluña
El comunicador mejor valorado de la
radio española ha hecho referencia ante Su Santidad a las fracturas que se han producido
en la sociedad española como consecuencia del proceso
independentista emprendido por los gobernantes en Cataluña. “El
soberanismo es una exageración que siempre acaba mal”, manifestaba Herrera, que
preguntaba al entrevistado por la actitud que se debe adoptar ante un
planteamiento de ruptura.
Para el Pontífice, en esta crisis la
clave primero es huir en lo posible de las ideologías. “Yo no sé si España
está totalmente reconciliada con su propia historia, sobre todo la historia del
siglo pasado. Y, si no lo está, creo que tiene que hacer
un paso de reconciliación con la propia historia, lo cual no quiere decir
claudicar de las posturas propias, sino entrar en un proceso de diálogo y de
reconciliación; y, sobre todo, huir de las ideologías, que son las que impiden
cualquier proceso de reconciliación. Además, las ideologías destruyen.
Unidad nacional es una expresión fascinante, pero nunca se valorará sin la
reconciliación básica de los pueblos. Y creo que en esto
cualquier gobierno, sea del signo que sea, tiene que hacerse cargo de la
reconciliación y ver cómo llevan adelante la historia como hermanos y no como
enemigos o al menos con ese inconsciente deshonesto que me hace juzgar a otro
como enemigo histórico”.
El Papa ha recordado también que a lo
largo de la historia se han producido procesos de independencia, también en
Europa: “Mira el Kosovo y toda esa zona que se están rehaciendo. Son hechos
históricos que están caracterizados por una serie de particularidades. En
el caso de España, son ustedes los españoles los que tienen que juzgar”,
subraya.
La crisis migratoria
Cuando Carlos Herrera le ha preguntado
sobre las políticas migratorias y las voces que demandan el cierre de
fronteras, el Papa ha reclamado a los gobernantes que den cuatro pasos: acoger,
proteger, promover e integrar. “Si uno acoge y los deja ahí sueltos en casa y
no los integra son un peligro, porque se sienten extraños. […] Yo tengo que
lograr que el migrante se integre y para esto este paso de, no solo acogerlos,
sino protegerlos y promoverlos, educarlos, etcétera”.
Asimismo, ha instado en ‘Herrera en COPE’
a los diferentes estados a ser honestos consigo mismos y analizar cuántos
inmigrantes pueden aceptar para, en base a ello, emprender el diálogo entre las
naciones: “Hoy día, el problema migratorio no lo resuelve un país
solo y es importante dialogar. Estoy pensando en un país
que a los pocos días de llegar un migrante ya recibía un sueldo para ir a la
escuela a aprender la lengua, y después se le conseguía trabajo y se le iba
integrando. Esto fue durante la época de la integración de la inmigración por las
dictaduras militares de Sudamérica: Argentina, Chile, Uruguay. Estoy hablando
de Suecia. Suecia fue un ejemplo en estos cuatro pasos de acoger, proteger,
promover e integrar”.
Las posibilidades de que el Papa Francisco visite España
Es una de las preguntas más
recurrentes en nuestro país cuando se hace referencia a la figura del Papa
Francisco. El presentador de ‘Herrera en COPE’ es consciente de ello, y le ha planteado
la posibilidad de visitar Santiago de Compostela (Galicia) aprovechando
el Año Santo Xacobeo, a lo que se añade que en 2022 se
cumplen cuarenta años del discurso de San Juan Pablo II en la capital gallega
sobre la identidad europea, en la que fue célebre la frase “Europa, vuelve a
encontrarte, sé tú misma, descubre tus orígenes”.
El Santo Padre no lo descarta, aunque
ha reiterado que su opción hasta ahora ha sido viajar a países de menores dimensiones
de Europa: “Primero fue Albania y luego todos los países eran pequeños. Ahora
está en programa Eslovaquia, después Chipre, Grecia y Malta. Quise tomar esa
opción: primero a los países más chicos. Fui a Estrasburgo pero no fui a
Francia. A Estrasburgo fui por la UE. Y, si voy a Santiago, voy a Santiago pero
no a España, que quede claro”, apuntaba.
Sobre la unidad de Europa, ha
comentado que “en este momento es un desafío”, ya que a su juicio “o Europa
continúa perfeccionando y mejorando en la Unión Europea, o se desintegra. La UE
es una visión de hombres grandes —Schumann, Adenauer...— que la vieron. Yo creo
que dije seis discursos sobre la unidad de Europa. Dos en Estrasburgo, uno
cuando me dieron el Premio Carlo Magno y ahí el discurso que dijo el alcalde de
Aquisgrán yo lo recomiendo porque es una maravilla de criticidad sobre el
problema de la UE. Pero no podemos renunciar”.
El lado más personal del Papa Francisco
En el tramo final de la entrevista con
la que Carlos Herrera da inicio a una nueva temporada de ‘Herrera en COPE’, el
locutor mejor valorado de la radio española ha indagado en el lado más personal
del Santo Padre.
Un pastor que
querría ser recordado como “un pecador que trata de hacer el bien” y no como el ‘Papa Pop’ o el
‘Papa Superman’ como algunos le califican y con la que no se siente cómodo.
Como ha confesado, no es un hombre de
lágrima fácil, si bien es cierto que algunas situaciones le provocan tristeza,
pero matiza que trata de tener “mucho cuidado de no confundirla con una
melancolía a lo Paul Verlaine”, citando aquellos versos de Les sanglots longs, de l’automne,
blessent mon coeur...
Reconoce que lo que más echa de menos
de su etapa como arzobispo de Buenos Aires es “ir de una parroquia a otra
caminando” o los días de niebla espesa propios del otoño argentino mientras
escucha a Piazzola.
Sabemos también a través de la entrevista que nunca ha hecho una escapada secreta del Vaticano, a diferencia de Juan Pablo II, a quien le gustaba escaparse a una estación de esquí cercana. Francisco revela que, en su caso, solo han sido tres salidas a domicilios particulares y todas se han sabido después: “Yo he ido a visitar, que recuerde, un medio convento de las teresianas donde quise visitar a la profesora Mara, ya de 90 años, una gran mujer que enseñó en la Universidad de la Sapienza y después enseñó en el Agustinianum, y quise ir a celebrarle misa. Después, a dar las condolencias probablemente a mi mejor amigo, un periodista acá italiano, a la casa de él. Y la tercera casa que visité fue la de Edith Bruck, la señora, 90 años cumplió ahora, que estuvo en el campo de concentración. Me encantaría andar por la calle, me encantaría, pero me tengo que privar, porque no podría caminar diez metros”.
De sobra conocida es su
afición por el equipo de fútbol del San Lorenzo, pero al que apenas sigue por
una promesa que hizo el 16 de julio de 1990: “Sentí que el Señor me pedía eso,
porque estábamos en comunidad viendo una cosa que terminó chabacana,
desagradable, mal. Yo quedé mal. Era un 15 de julio a la
noche. Y al día siguiente, en la oración, le prometí al Señor no verla.
Evidentemente, cuando asume un presidente lo veo, cuando hay un accidente
aéreo, lo veo, esas cosas… pero no soy adicto a ello”, ha manifestado.
Por tanto, la Copa de América
celebrada este verano no lo ha visto, pero está al tanto de la actualidad
deportiva porque en Santa Marta se habla mucho de fútbol, sobre todo de fútbol
italiano. A propósito del fichaje de Messi y del ‘deporte rey’, apunta que para
llegar lejos lo más importante es “saber trabajar en equipo y no ser como decimos en Buenos
Aires en nuestro argot, uno que se 'morfa' la pelota, sino siempre en equipo. Y
segundo, no perder el espíritu amateur. Cuando en el deporte se pierde ese
espíritu de amateur se empieza a comercializar demasiado. Y hay hombres que han
sabido no dejarse manchar por esto y derivar sus ganancias y todo para obras de
bien y fundaciones. Pero trabajar en equipo, que es una escuela de equipo el
deporte, y no perder el espíritu de amateur”.
De su infancia y
juventud guarda bellos recuerdos de su familia. Como él dice, los cinco hermanos
se caracterizaban por ser muy abueleros:
“En casa había además una costumbre, las vacaciones las pasábamos los cuatro
mayores, porque la menor vino seis años después, las vacaciones las pasábamos
con los abuelos, así papá y mamá descansaban un poco. Era divertido. Hay mucho
de esa cosa abuelera. De la abuela Rosa
lo que yo cuento son las mismas anécdotas de siempre, algunas son muy
divertidas. De la otra abuela también cuento anécdotas, como la lección que me
dio el día de la muerte de Prokófiev, sobre el esfuerzo en la vida. Cuando
yo le pregunté a ella cómo habrá hecho ese hombre para llegar. Yo era un
adolescente. Y de mamá sí, también recuerdo muchas cosas que también las digo.
Pero por ahí llama la atención más lo de la abuela porque me repito con algunas
cosas curiosas de la abuela, algunas irrepetibles por carta, por programas de
radio… algunos dichos que nos enseñaron mucho. Pero, aparte de que éramos muyabueleros, los
domingos [íbamos] a casa de los abuelos y después a la cancha a ver al San
Lorenzo. Los abuelos incidieron mucho en nuestra vida”, explica.
El Papa no ha querido terminar la
entrevista sin pedir a los oyentes de COPE que recen por él “para que el Señor
me siga protegiendo y cuidando, porque si me deja solo soy un desastre”.
Fuente: COPE